Educación

Cómo romper el hielo y hablar con tus hijos sobre temas difíciles

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Cómo hablar de temas difíciles con los niños
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Todo padre quisiera poder proteger a sus hijos de los avatares de la vida y ahorrarles cualquier sufrimiento. Sin embargo, antes o después tanto los adultos como los niños tendrán que lidiar con las situaciones difíciles de la vida que tocan a la puerta cuando menos lo esperan. Ya sea un cambio de colegio, una separación, la muerte de un ser querido, la pérdida de poder adquisitivo en la familia o una guerra, hay muchísimas situaciones que se escapan de nuestro control y frente a las que no podemos hacer nada para proteger a nuestros hijos.

En estos casos, la mejor solución consiste en hablar con los niños sobre esos temas difíciles para explicarles de manera sencilla y clara qué sucede y brindarles algunos recursos para lidiar con ese momento. Sin embargo, todo padre o madre que haya atravesado por un momento similar sabe que a veces no es nada fácil hablar sobre temas difíciles con los niños. No es sencillo, pero es necesario. Te explicamos por qué no deberías evitar este tipo de conversación con los niños y te brindamos algunas claves para hacer más llevadero ese momento.

No evites los temas difíciles: la importancia de hablar sobre los temas complejos con tus hijos

En un intento de proteger a los niños y ahorrarles sufrimientos innecesarios, a veces los padres optan por ocultarles temas difíciles a los más pequeños de casa. Sin embargo, esto puede ser un gran error a largo plazo. Es importante tener en cuenta que los niños se percatan de muchas más cosas de las que los adultos imaginan, por lo que evitar hablar de temas difíciles puede generarles una mayor inseguridad y/o sembrar temores innecesarios que pueden afectar el adecuado desarrollo infantil. En muchos casos, también puede ser fuente de malentendidos ya que al no hablar sobre el tema los niños pueden crearse una versión propia de lo sucedido que, a menudo, tiende a ser errónea.

Esto además de debilitar la confianza que tienen en sus padres. A fin de cuentas, los progenitores deberían ser la principal fuente de apoyo para los niños, las personas a las que acuden cuando tienen dudas o están atravesando por un momento complicado. En sus brazos es donde deberían calmarse, encontrar las respuestas a sus preguntas y las pautas para seguir avanzando. Sin embargo, cuando los niños no encuentran ese apoyo en los padres no solo les genera una mayor inseguridad sino que pierden la confianza en ellos, lo cual puede terminar por debilitar la relación.

Por eso, es importante sincerarse y hablar abiertamente con los niños, incluso sobre los temas más difíciles y espinosos. De esta manera, no solo te aseguras que comprendan en realidad lo que han sucedido y tengan toda la información que necesitan, sino que les brindas la oportunidad de expresar sus ideas, preocupaciones y emociones al respecto. También es una forma de prepararlos para la vida, animándolos a enfrentar los problemas en lugar de evitarlos, a la vez que puede ayudarles a desarrollar la resiliencia desde una edad temprana.

Claves para hablar cómodamente con tus hijos sobre temas complejos

Muchos padres no se sienten cómodos hablando de temas difíciles con los niños. Es totalmente comprensible, sobre todo si se trata de situaciones que les afectan emocionalmente. Sin embargo, es importante conversar sobre estos temas con los niños y no solo tener en cuenta lo que les decimos, sino también la manera en lo que lo decimos para que ambas partes nos sintamos cómodos. He aquí algunas claves que pueden ayudarte a hablar con los niños sobre temas complejos sin incomodidad.

1. Encuentra el espacio y el momento adecuados

Los temas difíciles siempre son complicados de abordar. Sin embargo, es mucho más fácil explicarle a un niño por qué a partir de ahora no podrán salir a pasear tanto como antes o hablarle sobre la enfermedad de un familiar cercano en un lugar tranquilo sin interrupciones que en mitad de un supermercado. Por eso, es importante que tomes la iniciativa para hablar sobre temas complejos con los niños y elijas un lugar apropiado y un buen momento para que puedan conversar con tranquilidad.

temas complejos niños

2. Indaga en lo que el niño conoce al respecto

Los niños saben mucho más de lo que imaginamos. Por eso, antes de comenzar a explicarle al niño cualquier tema difícil, primero indaga en lo que ya conoce al respecto. Puedes empezar con preguntas más abiertas como, por ejemplo, ¿sabes qué es una guerra? o ¿has escuchado hablar sobre la muerte? Una vez que tengas su respuesta, anímalo a que te cuente todo lo que sabe. De esta manera, además de establecer un punto de partida para iniciar vuestra conversación, podrás corregir prejuicios, creencias o ideas erróneas que el pequeño tenga al respecto.

3. No mientas nunca, di siempre la verdad

Al hablar de temas difícil, a veces preferimos ocultar información o decir mentiras piadosas para amortizar el efecto en el niño. Sin embargo, esta estrategia no solo no protege a los niños ya que solo retrasa el momento en el que deba afrontar la verdad, sino que puede salir mal, haciendo que el pequeño pierda la confianza en nosotros. Por eso, es importante hablar siempre con sinceridad a los niños y responder sus preguntas y dudas lo más claramente posible. Por supuesto, adaptando siempre las respuestas a su nivel de comprensión y desarrollo.

4. Bríndale solo la información que necesita

Si bien es necesario contarle la verdad al niño sobre cualquier tema difícil y brindarle información al respecto para que pueda formarse su propia opinión, no es necesario ahondar en detalles innecesarios que puedan desestabilizar o afectar emocionalmente al niño. Por ejemplo, si vas a contarle sobre la muerte de un familiar en un accidente, puedes decirle que esa persona ha muerto en un accidente mientras iba en su coche al trabajo, pero no necesitas darle detalles sobre cómo ha sido o si la persona murió en el acto u horas más tarde en el hospital. Bríndale información, pero solo la que el pequeño necesita y es capaz de comprender.

5. Escucha con atención lo que tiene que decir

No todos los niños reaccionan igual al hablar de temas complejos. Mientras unos necesitan un poco de tiempo para procesar la información y prefieren quedarse en silencio escuchando, otros necesitan aclarar sus dudas y compartir sus emociones. Si es el caso, escucha atentamente lo que el niño tiene que decir. Valida sus dudas y sus preguntas, por simples que te parezcan, y hazle saber que puede hablar abiertamente contigo y preguntarte al respecto en cualquier momento. Esto no solo le hará sentirse más seguro y apoyado, sino que le ayudará a expresar todo lo que está experimentando en su mundo interior.

Por último, no olvides ponerte en su lugar y ser empático con sus emociones y necesidades. Es importante que los niños sepan que les comprendes y te interesas por lo que sienten, de esta manera se sentirán más apoyados y seguros. De la misma manera, ayúdales a afrontar ese momento, bridándoles algunas claves sobre cómo pueden gestionarlo de una mejor manera. De esta forma, no solo les ayudas a seguir adelante, sino que les haces saber que te importan y quieres lo mejor para ellos.

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