Familia

Mis amigas: las segundas tías de mis hijos

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Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

No todas lo son, pero las que sí se convierten en segundas tías de los hijos por ser tus amigas… ¡lo hacen de verdad! Claro está, que esas amigas son las tuyas de verdad… Porque las que no son tus amigas verdaderas, cuando tienes hijos, de repente vuelan. Cuando te conviertes en madre cambian muchas cosas, como las amistades. Unas se van, otras se quedan… ¡y otras aparecen en tu vida para llenártela de amor!

Es posible que a medida que tu hijo crece, haya personas en tu vida que tan siquiera se molesten en conocerle… Pero esa gente te descubre con estos actos cómo son en realidad. No son tus amigas, son simples conocidas que están ahí, para saludar si las ves en la calle, contarle lo bien que te va y poco más.

Las que se quedan, son las más grandes

Sí, las amigas que se quedan, esas de verdad… son las más grandes. Se convierten en tu fuerza dentro del campo de batalla. Ellas son las amigas de verdad, las que están a tu lado en lo bueno y en lo malo y las que, sin darse cuenta, se han convertido en las segundas tías (tías que no son de sangre) de tus hijos. Ellas, quieren a tus hijos muchísimo, tanto como si fuesen sobrinos de sangre.

Aunque no tengáis todo el tiempo del mundo para veros, aunque habléis más por WhatsApp que en persona… Ellas te quieren por encima de muchas cosas y a tus hijos los quieren como si fuesen parte de su familia de sangre. Lo que ocurre, es que a veces, la familia no la hace la sangre, son las experiencias y el amor que se tienen entre unos y otros lo que en realidad hará que las personas se sientan como familia.

Son las segundas tías

Ellas, que se acuerdan de los cumpleaños, que se preocupan por la salud de tus hijos cada semana, que te preguntan por ti pero también por ellos… Ellas se han ganado el título de tías. Unas tías que pueden comportarse en algunas ocasiones, como tías reales… Las tías reales a veces no están o no se comportan como tías “de verdad”, y éstas amigas son en realidad las tías para tus hijos, porque así las sienten también.

amigas de verdad

Que se involucren de esta manera en tu vida y en la de tus hijos es algo que te encanta y que te llena de orgullo. Incluso esas amigas que no son madre y que no entienden de maternidad pero se involucran, ¡aún tiene más mérito! Y las amigas que son madres, trabajadoras y que no tienen tiempo casi ni para ellas pero sacan un ratito al día para hablar de ti y de tus hijos… ¡a ellas también hay que agradecer su gran labor!

Estas amigas cuando te dicen de salir saben que irás con tus hijos (y quizá ellas con los suyos) y buscan lugares distintos, donde los niños también lo puedan pasar bien. Ellas cogerán a tu bebé en brazos para que puedas tomarte el café tranquila o le acompañarán en sus juegos cuando tú estés alimentando a tu segundo bebé.

A ellas

Sí, ellas son tus amigas y comparten contigo el camino de ser madre. Esas amigas que realmente son casi como hermanas para ti, a las que se admira y se respeta cada día más. Ver crecer a tus hijos junto a ellas es sin duda el mejor regalo que puedes tener. ¡Y vuestros hijos también pueden ser grandes amigos! Porque sabes, o al menos esperas, que veáis crecer a los hijos juntas aunque vosotras os hagáis viejitas, cogidas de la mano. Por supuesto… tú también serás una segunda tía con sus hijos y te involucrarás en sus vidas como la que más.

Pero a las amigas que se fueron, también debes tener un momento de agradecimiento. Aunque fueron importante en su momento… te han enseñado que no tienen que estar en tu vida. Sin reproches ni rencores. La vida es así, hay personas que entran y otras que se van.

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