Familia

Tu hijo pequeño no quiere hacer más siestas, ¿cómo afrontarlo?

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Hijo pequeño no quiere hacer la siesta
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Llegará un momento en la vida de tu hijo/a que no querrá hacer más siestas o empezará a reducirlas. Las rutinas que tenías planeadas cada día no podrás seguir haciéndolas porque tu bebé tendrá los ojos abiertos de par en par y no querrá seguir durmiendo. La hora de la siesta es cuando tu hogar está más tranquilo y puedes disfrutar de dos horas de calma. Es tu tiempo y te gusta tenerlo. Pero llegará un momento en que el tiempo de las siestas se perderá para siempre.

Lo normal es que los niños hagan siesta durante las tardes, incluso hasta los 3 y 4 años, pero llegados a esta edad o incluso en niños de dos años, sus siestas pueden empezar a disminuir e incluso, desaparecer por completo. La vida es demasiado interesante como para dormir la siesta y eso ellos lo saben. Si es el caso de tu hijo/a y no quiere más siestas, entonces no te pierdas algunos consejos para hacer frente a esto sin pasarlo demasiado mal.

Ajusta la hora de dormir

La siesta es agradable porque a los niños les permite recargar las pilas… Pero cuando ya no toman sus siestas, entonces ha llegado el momento de ajustar la hora de dormir y que por la noche, sea antes de lo habitual. Esto permitirá que tu hijo duerma lo suficiente y podrás tener ese tiempo extra para tu descanso… Aunque sea en otro momento del día, como por la noche. 

Crear ‘el tiempo del silencio y la calma’

No tienes que renunciar a que el tiempo del que era la siesta sea un tiempo de calma y silencio, es más, tu hijo/a necesita esa calma después de comer para poder recargar de energías antes de irse a dormir por la noche. En lugar de ser el momento de la siesta, puedes convertir este tiempo en un momento tranquilo donde podéis estar en la cama leyendo cuentos o jugando con juguetes que no hagan mucho ruido. Así tu pequeño podrá relajarse del ajetreo de la mañana y tendrá energía suficiente para afrontar la última parte del día… Y además, tendrá un poco de tiempo para hacer cosas que le gustan.

Realizar actividades juntos que sean tranquilas

No hay nada de malo en permitir que tus hijos vean un poco la televisión después de comer para que estén tranquilos, si sabes escoger bien la programación no hay nada de malo en ello. Puedes elegir dibujos adecuados a su edad o una película que podáis ver juntos y que se adapte a su edad evolutiva. También podéis leer juntos en el salón o realizar cualquier otra actividad que a tus hijos les permita relajarse y que a ti te ayude a estar también en calma.

Un poco más de café, por favor

Si te gusta el café, no dudes en utilizarlo siempre que lo necesites. Hay personas que no toman café hasta que tienen más de dos hijos, pero en tu vida puede que llegue un momento en que necesites tomar más café y que el de la mañana se te quede un poco corto. Es decir, un café a la hora de las siestas (cuando ya no hay siestas) puede ser una buena idea para poder tener energía suficiente para el resto del día. 

Aunque el café es una buena opción, recuerda que también es importante que duermas las horas necesarias para poder recargar las pilas bien. Por eso, por la noche acuéstate a una hora prudencial o levántate a una hora que te haya permitido dormir por lo menos 8 horas. Tu descanso es primordial para poder hacer frente a las horas de no-siesta de tus hijos.

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