Educación

El niño NO solo juega a las muñecas… Aprende a ser buen padre

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niños juegan muñecas
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Aún vivimos en una sociedad donde se utiliza el azul para los niños y el rosa para las niñas en los bebés. Esto no tendría que ser nada malo si se quedase en eso: una tradición. Una forma de diferenciar a los bebés por su género sin necesidad de cambiar el pañal. Pero en realidad, va mucho más allá y es necesario comenzar a entender que el rosa también puede ser cosa de niños y el azul, de niñas.

Eliminar las dudas

Muchos padres se centran mucho en los colores o en la forma de vestir en los bebés, para eliminar las dudas de si son niñas o niños. A las niñas se les viste con vestidos, se le perforan las orejas para ponerle pendientes y se les pone diademas y lazos en el pelo. A los niños se les viste con colores azules o más oscuros, con gorros ‘de niño’ y de una forma menos dulce.

Aunque en realidad los padres quieren evitar los roles de género estereotipados, también quieren que el mundo sepa que su bebé es una niña. Y se esfuerzan por conseguirlo. Parece que es algo casi innato en los padres hoy en día.

Mucho de lo que los niños pequeños aprenden por imitación y el género que les corresponde lo saben por su genética y por las condiciones sociales que los envuelven. Los niños copian nuestra conciencia de sus géneros. A los 18 meses la mayoría de los niños conocen su sexo. Ya no parecen bebés. Se ven, actúan y hablan como niños o niñas pequeñas.

Algo cambia

Entre los 18 y los 30 meses, la mayoría de los niños aprenden que los géneros persisten, que los niños se convierten en hombres y que las niñas se convierten en mujeres. El deseo de imitar al padre del mismo sexo se vuelve muy fuerte. Pero esta imitación no se limita de ninguna manera al padre del mismo sexo.

niño jugando con muñecas

Casi todos los niños pequeños sanos copiarán y disfrutarán los comportamientos del otro género. Este tipo de juego es esperado y deseable. A menudo, los niños pequeños imitarán muchas actividades del sexo opuesto. Para la mayoría de los niños, la mejor manera de manejar esto es no llamar mucho la atención de una manera u otra.

Cuando un niño juega con muñecas

Si tu hijo juega con muñecas, respétale. No está haciendo nada malo y no debes enfadarte por ello. No menosprecies sus gustos y ni mucho menos le critiques por algo que le gusta. Esta experimentación es necesaria y suele dar paso a nuevos intereses.

Los niños buscan la manera de explorar su mundo, e independientemente de lo que digan los demás, no tienes que preocuparte. Solo respeta cómo es tu hijo, su personalidad, sus gustos e intereses. No mires nada más lejos de esto.

Además, cuando un niño juega con muñecas, podrá manifestar cierta sensibilidad en el cuidado de ellas… En realidad, un niño que juega con muñecas está practicando para ser padre en el futuro. Porque los niños también necesitan aprender a ser dulces, a cuidar con respeto y a saber que en el futuro, si quieren, podrán tener hijos a los que cuidar y amar de forma incondicional.

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