Educación

Los niños nunca han sido buenos para escuchar a sus padres, pero nunca fallan en imitarlos

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Los niños nunca han sido buenos para escuchar a sus padres, pero nunca fallan en imitarlos
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Esta maravillosa frase que encabeza este artículo: «Los niños nunca han sido buenos para escuchar a sus padres, pero nunca fallan en imitarlos» fue dicha por James Baldwin y no podía tener más razón en estas palabras. Es cierto que cuando son los niños pequeños parece que no escuchan lo que sus padres les están diciendo, pero a medida que crecen hay una cosa que sí queda clara: nunca fallan en imitarlos.

Un padre (o una madre) que grita tendrá a hijos gritones, un padre que pega tendrá a un hijo pegón, un padre respetuoso tendrá a un hijo que sabe respetar, un padre que utiliza la empatía para comunicarse tendrá a un hijo empático y así podríamos seguir la lista hasta el fin de los días.

A qué edad comienza a imitar

Los niños son el reflejo más sincero de sus padres, por eso sus comportamientos son la réplica tanto tuya como de tu pareja. Es a partir de los dos años más o menos cuando un niño comienza a imitar lo que hacen sus padres (en cuestión de actividades o comportamientos) y a partir de aquí se irá creando un modelado en el pequeño.

Pueden imitar como se friega el suelo, cómo se habla por teléfono, la forma de comer, la manera de comunicarse con los demás, etc. Es posible que notes cómo tu hijo imita tu comportamiento cuando está jugando con otros niños o con sus propios hermanos.

Por qué imitan los niños

Los niños imitan a sus padres porque son su ejemplo número 1 para interactuar con el mundo. Aprenden a través de la vista y de las acciones de los demás. Los padres de los niños son modelos a seguir por lo que cuando crezcan serán personas adultas muy parecidas a sus padres/madres. Cuando los niños imitan no solo es un juego de niños, es la forma en la que van construyendo su identidad a medida que van creciendo. 

Los niños aprenden a comportarse bien, a hablar en público, a tratar a sus padres (tal y cómo ven que sus padres tratan a sus abuelos), aprenden habilidades de conversación, la actitud hacia la vida, la forma de afrontar los problemas… Todo esto lo aprenden a través del ejemplo diario que ven en sus padres. Ellos son el mejor modelo para ellos, ya sea para bien… o para mal.

Padre e hijos

Tienen una mejor comprensión de la realidad

Los niños poco a poco se vuelven más conscientes de que cuando crezcan dejarán de ser niños o niñas, por eso intentan seguir los pasos de sus padres casi de forma innata. Los niños copian el estilo de vestir de sus padres, se expresan de forma parecida, dicen las mismas palabras o frases, muestran las mismas actitudes, etc.

Cuando un niño aprende el mal comportamiento de sus padres, será muy complicado que después se desaprenda eso. Por este motivo, resulta muy importante que los padres tomen conciencia de sus acciones, de sus comportamientos, de la forma de hablar que tienen con ellos mismos y con los demás… Porque hay unos pequeños ojos que les miran atentamente y en silencio, aprendiendo todo lo que ven para después reproducirlo de nuevo.

Si eres padre o madre de hijos pequeños, vigila bien tus comportamientos porque tus hijos serán tu reflejo en el futuro. Ellos serán lo que tú eres ahora, ellos aprenderán no solo de tus palabras sino también de tus acciones. Eres su todo y también su mayor ejemplo. El ejemplo más importante y más fuerte que existe para sus corazones. Si crees en algún momento que necesitas orientación para mejorar tu comportamiento, no dudes en acudir a un profesional.

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