6 señales que demuestran que estás tratando a tu mascota como si fuera un hijo
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Una mascota es parte de la familia y forman una parte muy importante en el corazón de las personas porque realmente son esenciales para la felicidad familiar. Cuando se tiene la responsabilidad de adoptar a una mascota es necesario quererla y tratarla con respeto, y además será necesario proporcionarle todos los cuidados que necesita así como satisfacer sus necesidades básicas diarias.
Un animal es un ser vivo y cuando se decide tenerla como mascota, su papel no es ser una mascota o un entretenimiento, sino ser una parte más de la familia. Pero en ocasiones, hay personas que pueden rebasar un límite «sano» donde los animales además de pertenecer a la familia, pueden estar ocupando el papel de un hijo. Pero no porque el animal así lo haya querido, sino porque es el ser humano el que sobrepasa los límites y trata a las mascotas como si fuesen sus propios hijos.
¿Quieres conocer algunas señales para valorar si te ocurre a ti?
1. Hablas con él como si fuese una persona (o un niño pequeño)
Aunque es cierto que las mascotas son los mejores oyentes, la realidad es que es más un monólogo que una conversación. Si paseas mientras hablas con tu mascota o le hablas en casa contándole lo que te ocurre en el día como si fuese una persona, es posible que le estés tratando sobrepasando el límite. Pero no podemos negar que las mascotas escuchan y nunca juzgan.
2. Le haces regalos
Cuando llega el día de su cumpleaños le compras un regalo, una tarta e incluso le montas una pequeña fiesta. Cuando llega el invierno le compras un poco de ropa extra para que no pase «demasiado» frío en la calle o dentro de casa. Incluso eres capaz de comprarle una camiseta que vaya a juego con alguna pieza de ropa tuya para poder ponértela al mismo tiempo.
3. Le dices que vais a ver a la abuela
Cuando vas a ver a tu madre le dices a tu mascota que vais a casa de la abuelita. Y cuando llegas a casa de tu madre esperas que todo el mundo atienda a tu mascota de forma especial, que le pongan su plato de comida y que jueguen con él todo el tiempo sin dejarle de lado en ningún momento.
4. Le pones un plato de comida en la mesa
Cuando llega la hora de comer no quieres que tu mascota sea menos y por eso le pones un plato de comida en la mesa. Tu intención es compartir el momento tan especial de la comida o la cena y así poder disfrutar de su compañía. Pero se te olvida que tu mascota no es una persona y que la mesa es un lugar para comer los humanos, ellos deberán comer en su lugar. La mesa es un lugar donde tiene que haber higiene para poder comer de la forma más saludable.
5. Fotos de familia con la mascota
Es posible que tengas en casa retratos de tu mascota como si fuese un hijo e incluso que te hayas hecho retratos con tu pareja cogiendo a la mascota como si fuese vuestro pequeño retoño. Está bien tener fotos de nuestras mascotas en casa, por algo forman parte de nuestra familia, pero es necesario separar la realidad del límite.
6. Subes más fotos suyas a redes sociales que las tuyas propias
Es posible que cuando subes las fotos a Facebook o Instagram te guste más recibir más «Me gusta» en las fotos de tu mascota que en las tuyas. Es más, si entras en tus redes sociales parece que tengas un reportaje interminable de imágenes suyas, ¡y tuyas hay pocas!
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