Educación

Cómo conseguir disciplina positiva en casa: aceptar las reglas

Y que tu hijo aprenda a controlar su comportamiento

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Disciplina positiva en casa
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

La disciplina positiva es posible en cualquier casa del mundo, siempre y cuando los padres puedan tener una actitud positiva ante las circunstancias que puedan ir ocurriendo a lo largo de los días. Todos los niños son niños, y necesitarán que los adultos sean sus guías, sus maestros, los que les enseñen a comportarse y a cumplir las normas… pero también a sentirse bien consigo mismos y a tener su propia idiosincrasia.

Para que unos niños tengan disciplina positiva no son necesarios las amenazas, ni los castigos, ni tampoco los sobornos… ¿Estás sorprendido/a? Lo que realmente se necesita para poder mantener una buena disciplina en casa y que se cumplan las normas, es que los niños sepan (y entiendan) qué es lo que se espera de ellos a cada momento y dar ejemplo de buen comportamiento (sin gritos, ni nervios, ni malos modos).

Los niños quieren complacer a sus padres

Los niños de forma natural quieren complacer a sus padres y querrán comportarse de tal manera que así sea. Si le enseñas a cómo hacerlo de buenas formas y respetando su persona, no lo dudes, ellos lo harán. Si te centras en lo esencial a partir de los 2 años, tu hijo se resistirá menos y se comportará mejor poco a poco (a sabiendas que es un niño y que tendrá sus momentos en los que pondrá tu paciencia a prueba). Si te resulta demasiado bueno para ser verdad, te invito a que sigas leyendo y a que lo pongas en práctica en casas desde hoy mismo, sin importar la edad que tienen tus hijos.

Controlar los impulsos

Los niños creen que pueden hacer lo que tienen ganas en cualquier momento y conseguir lo que quieren. No saben distinguir entre uno mismo y los demás y cuando no consiguen lo que quieren lloran, tienen un berrinche o se enfadan. Estos enfados suelen ser desproporcionados porque los niños no saben controlar sus emociones, y son los adultos los que deben ayudarles a canalizar sus emociones y a entender qué es lo que está ocurriendo.

Cómo enseñarles a que respeten las reglas con disciplina positiva

¿Cómo enseñarles a que respeten las reglas con disciplina positiva?

Pero además, es absolutamente necesario que aprendan a autorregularse y a respetar los límites, de este modo se podrá tener una convivencia en armonía. Pero por supuesto, para que respeten los límites no son necesarios los castigos, las amenazas ni tampoco faltarles al respeto como personas.

  • Necesitan entender por qué. Si quieres que los niños puedan comportarse de algún modo en concreto, ellos deberán entender por qué deben hacerlo así (¡sin mentiras!). No son necesarias las explicaciones demasiado elaboradas, pero sí reales. Si tu hijo se da cuenta de que no existen razones coherentes para tus normas no las cumplirán. Por ejemplo, «Ahora hay que dormir porque es de noche y tu cuerpo necesita descansar para estar fuerte y sano» o quizá «cuando acabes de jugar debes guardar tus juguetes para saber dónde están la próxima vez que quieras jugar, así no se pierden».
  • Sé un buen ejemplo y respeta las normas. Si quieres que tus hijos cumplan las normas de casa, deberás empezar cumpliéndolas tú y enseñándoles cómo se deben hacer. Por ejemplo si no quieres gritos en casa, no grites cuando estés enfadado/a, si quieres que recojan la mesa, ayúdales a recoger y enséñales cómo deben hacerlo… los niños necesitan que les muestres cómo seguir las reglas para saber qué esperas exactamente de ellos.
  • Elogia el buen comportamiento. A veces, los padres se centran en los malos comportamientos y los señalan, pero después, se olvidan de señalar los buenos comportamientos (que son más importantes y enseñan más). Es necesario reforzar de forma positiva cuando los niños hacen las cosas correctamente como jugar con sus hermanos sin pelear, ayudar a poner la mesa, recoger los juguetes, etc. Puedes decirle cosas como: «Muchas gracias por ayudarme a recoger la mesa, los has hecho muy bien» o quizá «Fuiste muy cortés al decir por favor cuando me pediste tu revista de juguetes, ¡bien hecho!»

Es necesario que si tu hijo comete algún error o no hace las cosas bien a la primera, no te enfades ni le ofendas, sé su guía y enséñale desde el cariño y el respeto, te sorprenderá lo que es capaz de hacer bien con tu confianza.

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