Educación

Las personas tóxicas también afectan a los niños

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Personas tóxicas
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Los padres queremos que nuestros hijos sepan respetar a los demás, queremos enseñarles empatía y también asertividad. Todo esto es muy importante en el crecimiento de un ser humano, pero sobre todo es necesario que aprendan a respetarse a sí mismos ante todo. No siempre es fácil o posible alejarse de las personas tóxicas, pero si tus hijos tienen tu apoyo podrán minimizar su influencia y no tendrán un impacto negativo en su desarrollo.

Las relaciones tóxicas en los niños

Es necesario que los niños sepan que los adultos no siempre apoyamos a otros adultos por el mero hecho de serlo. Deben saber que a los adultos no nos gustan las personas que contaminan nuestra felicidad o que quieren manchar el concepto de nosotros mismos.

Las relaciones tóxicas son aquellas que con su comportamiento negativo pueden causar daño emocional y contaminar la forma en la que un niño se ve a sí mismo. Pueden provocar ansiedad, depresión, incluso enfermedades físicas e incluso aislamiento. Los niños pueden llegar a culparse a sí mismos por sentir culpa o vergüenza al estar cerca de una persona tóxica.

Enseñar a los niños a escuchar su voz interior

Todos tenemos una voz interior que nos ayuda a ir por el camino correcto, pero debemos aprender a escucharla para saber cómo nos ven las personas de nuestro alrededor, cómo nos vemos nosotros mismos y saber lo que hemos hecho bien y lo que hemos hecho mal. 

Cuando un adulto es tóxico hay un riesgo de que la voz interior del niño se vea contaminada y quede influenciada por la persona tóxica creando un daño emocional a los niños. Los niños son seres impresionantes y nuestro trabajo como adultos en sus vidas es asegurarnos de que sepan minimizar el efecto de cualquier persona que pueda influir en ellos de forma negativa. Cuando un niño se sienta tonto, lento, problemático, travieso… siempre habrá detrás el comentario de un adulto tóxico, es momento de que los niños sepan diferenciar el comportamiento tóxico de las personas.

Los niños tienen inteligencia emocional

Los niños tienen inteligencia emocional y saben diferenciar entre un mal día, un mal estado de ánimo, un mal momento o algo más duradero y específico. Los niños nos ven a nosotros como la confirmación y la validación del mundo que les rodea. Por eso es importante apoyar a los otros adultos en sus vidas tanto como sea posible para que sepan que las buenas acciones existen, pero al mismo tiempo si hay adultos con malas intenciones o malos comportamientos, es igualmente importante que los niños sepan que no apoyamos esos comportamientos en absoluto.

Las personas tóxicas también afectan a los niños

Quién puede ser gente tóxica en la vida de un niño

La gente tóxica puede venir en forma de profesores, entrenadores, familiares, amigos e incluso los propios padres. Lo único que una persona tiene tóxico es la boca y el poder de que nos haga daño o no, está en nosotros. Con esto quiere decir que nosotros tenemos el poder de que una persona nos haga daño o no con sus comportamientos tóxicos.

Los adultos deben ser una fuente de apoyo, seguridad y confianza en los niños… o al menos, no deben hacerle ningún daño. Cuando son una fuente de vergüenza, ansiedad o estrés, son un riesgo para el niño y no se debe permitir. Aunque es importante proporcionar a nuestros hijos la oportunidad de ser resistentes frente a las personas difíciles. Parte de ser resiliente es saber cuándo dibujar una línea entre nosotros y las otras personas (marcar límites). Los niños necesitan nuestro permiso y nuestra guía para poder alejarse de las personas que le hacen daño porque son tóxicas.

No todo el mundo es tóxico

Esto no quiere decir que retires tu atención a todos los adultos que toman decisiones que no nos gustan. Todas las personas somos humanas y la vida nos decepciona muchas veces con decisiones que no nos gustan o con aspectos que van en contra de nuestro camino. Para convertirse en un adulto de éxito es necesario aprender a recuperarse de los desacuerdos y de las decepciones, es necesario trabajar la resiliencia y la Inteligencia Emocional para educar a niños emocionalmente fuertes.

Si en la vida de tu hijo notas que hay cambios en su comportamiento o en la forma de sentir, será momento de que escuches lo que tiene que decirte aunque sea sin palabras. Nunca permitas que tu hijo aguante menosprecios o humillaciones de otras personas que son tóxicas.

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