Educación

3 secretos esenciales para desarrollar la Inteligencia Emocional en niños

Descubre cómo potenciar la inteligencia emocional en los niños a través de métodos simples y efectivos

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Construir Inteligencia Emocional
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Es probable que hayas escuchado más de una vez sobre Inteligencia Emocional, pero, ¿qué es exactamente? ¿Por qué la Inteligencia Emocional es tan importante para los niños y su desarrollo general? La Inteligencia Emocional es la capacidad que tiene una persona para identificar, evaluar, controlar y expresar sus emociones. Nos ayuda a todos los seres humanos a comunicarnos de forma exitosa con los demás, a negociar las situaciones y a desarrollar patrones de pensamiento claras.

La Inteligencia Emocional (IE) o la Inteligencia Social es igual o más de importante que el CI (Coeficiente Intelectual) de las personas. Pero las personas con alto CI no siempre tienen una buena IE y pueden carecer de habilidades para tener éxito en muchos entornos de trabajo actuales. Cuando los niños son pequeños deberán aprender a comunicarse bien, a desarrollar relaciones fuertes, a negociar en situaciones difíciles, a resolver conflictos, a buscar soluciones, a ser líderes en su campo… Y todo esto se consigue a través del aprendizaje de Inteligencia Emocional.

Además, la Inteligencia Emocional ayuda a que los niños sean más empáticos, compasivos con los demás y que también, se relacionen más fácilmente con otras personas, teniendo una mayor y mejor conciencia de sí mismo. Pero, ¿cuáles son los secretos para construir la Inteligencia Emocional en la vida de los niños?

Claves para construir la inteligencia emocional en los pequeños

1. Ayuda a tu hijo a reconocer sus propias emociones

Es imprescindible que los niños aprendan a poner nombre a las emociones que van sintiendo, ya sea una frustración, ira, decepción o alegría, felicidad o entusiasmo. Así, los niños podrán explicar lo que están sintiendo y aprenderán a identificarlo en un contexto concreto. Cuando un niño se siente molesto o desanimado, pídele que describa lo que está sintiendo, que lo escriba o lo dibuje. 

Cuando los niños hagan esto a menudo empezarán a entender lo que les hace sentir triste, enfadado, frustrado, decepcionado… Porque habrán aprendido a poner nombre a sus emociones. Es importante hacer esto también con las emociones que son positivas. Después se puede trabajar con imágenes para que los niños reconozcan cuáles son las emociones.

Construir Inteligencia Emocional en los niños

2. Hablar sobre las emociones con tu hijo

La mejor manera de fomentar la Inteligencia Emocional es con el ejemplo. Explica a tus hijos cómo te sientes y que ellos mismos lo perciban. En ocasiones, los niños pueden pensar que las emociones que son más intensas son las más difíciles de tratar, pero tu ejemplo será un buen maestro para ellos, es decir, podrás mostrarles cómo hacer frente a esas emociones y cómo superas por ejemplo, la ira o la decepción.

Es importante hablar con los hijos sobre las emociones positivas también. Por ejemplo, puedes explicar a tus hijos que te sientes feliz porque acabas de mudarte a una casa mejor, diles lo que sientes… y demuestra cómo tus emociones podrían afectarles o a la inversa… siendo cada uno responsables de sus propias emociones. Sin buscar culpables de ningún tipo. Cuando los niños conozcan cuáles son sus disparadores emocionales será mucho más fácil que controlen sus emociones.

3. Reconocer las emociones en la familia

El estado de ánimo y los sentimientos siempre van cambiando dentro de un hogar. Las personas pueden sentir diversión, tristeza y un sinfín de emociones dependiendo de las circunstancias. Por ejemplo, quizá un domingo por la mañana la casa se puede sentir tranquila y relajada, se puede comentar con los hijos. Una tarde de viernes llena de juegos se nota la alegría en el ambiente. También por ejemplo, los días de fiesta el estado de ánimo puede sentirse muy alto (casi a punto de explotar…) y se tiene que llevar a los niños al parque para romper el patrón y que se relajen jugando… Esto también es un buen ejemplo para poder hablar con los niños y que entiendan sus emociones.

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