Cómo crear un sistema de recompensas para niños y adolescentes

A nadie se le ocurriría recompensar a sus hijos cuando han tenido una mala conducta… pero el sistema de recompensas puede ser una de las mejores estrategias educativas que pueden optar los padres para cambiar el comportamiento de un niño o adolescente. Lo mejor de todo, es que los sistemas de recompensas muestran los resultados rápido.

Los sistemas de recompensa funcionan para niños de todas las edades, por lo que no importa la edad que tengan tus hijos, esta estrategia educativa si la aplicas bien te ayudará a que ellos sean capaces de cambiar su comportamiento. ¿Tu hijo pequeño muerde las cosas o tu hijo adolescente no es responsable en su comportamiento? No te preocupes, porque el sistema de recompensas os ayudará a todos.

Sistemas de recompensa para niños pequeños

Los niños pequeños son más visuales y les gustan los gráficos con pegatinas simples. Podéis decorar un trozo de papel y utilizarlo como una tabla. Si tu hijo lo colorea y lo diseña junto a ti, le motivará aún más ganar las pegatinas. También puedes aumentar su motivación eligiendo pegatinas que le gusten, pero es necesario no pegarlas hasta que realmente se las haya ganando.

Pon la tabla en un lugar destacado de la casa, para que vea siempre qué debe hacer y cómo va ganando sus pegatinas. Escoge un comportamiento para trabajar a la vez y establece un objetivo simple para comenzar. Los comportamientos que pueden funcionar bien con una tabla de pegatinas incluyen ir a la cama temprano o usar bien el baño. Siempre que tu hijo tenga un comportamiento deseado tendrás que ponerle la pegatina inmediatamente después para proporcionar un buen refuerzo positivo al comportamiento.

Sistemas de recompensa para niños más mayores

Las pegatinas por sí solas no suelen ser suficientes para motivar a los niños un poco más mayores. Requieren recompensas tangibles para mantenerse motivados. También se pueden objetivos más grandes o incluso más de un comportamiento a la vez. Puedes usar un gráfico adhesivo de la misma manera que lo haría con un niño más pequeño y luego permitirle a tu hijo intercambiar las pegatinas para obtener recompensas más grandes. Aquí hay unos ejemplos:

• Un niño de 7 años gana pegatinas por hacer su cama. Una vez que gana tres pegatinas, puede escoger ir al parque o jugar a un juego de mesa en familia.
• Una niña de 9 años gana pegatinas por terminar su tarea antes de la cena. Entonces, las pegatinas se pueden cambiar por ver más tiempo la televisión ese día.

Para mantener motivados a los niños con estas estrategias tendrás que asegurarte de que van ganando premios de este tipo de forma regular. Los niños necesitan recompensas diarias, mientras que los más mayores pueden esperar varios días para obtener su premio.

Es necesario que expliques a tu hijo cómo es y para qué sirve el sistema de recompensas, así sabrá que es una estrategia positiva y en ningún caso un castigo. En los pre adolescentes las pegatinas se pueden cambiar por fichas.

Sistemas de recompensa para adolescentes

Los adolescentes no les motivan las pegatinas ni las fichas. Sin embargo, esto no significa que deba deshacerse por completo de los sistemas de recompensa. En los adolescentes es buena idea crear un contrato de comportamiento con privilegios si realiza conductas en concreto y consecuencias negativas si no las realiza. Por ejemplo, si tu hijo adolescente hace la tarea escolar con éxito toda la semana, podrá ir ir al cine con sus amigos cuando llegue el fin de semana.

La electrónica también es un privilegio para muchos adolescentes, por lo que puedes proporcionarle un tiempo de teléfono o tablet cada día cuando haya acabado todas sus tareas domésticas y también académicas. Es necesario que los adolescentes conozcan las reglas y éstas sean claras y concisas. Así comprenderá qué esperas de él/ella cada día.