Familia

Octavo mes de embarazo

Cambios y síntomas durante el octavo mes de embarazo

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Octavo mes de embarazo síntomas
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Cuando llegue el octavo mes de embarazo el bebé habrá crecido muchísimo y está prácticamente listo para salir. De hecho, muchos empiezan a buscar la posición ideal para el parto, preparándose para cuando llegue el momento. Esto hará que la madre sienta a su bebé más cerca ya que puede notar casi todos sus movimientos, lo cual la reconfortará mucho. Sin embargo, el crecimiento del bebé y el aumento de tamaño del útero también provocarán que la madre se sienta más fatigada y cansada de lo habitual, una sensación que no desaparecerá hasta el mes siguiente.

¿Qué cambios experimenta la madre?

En el octavo mes de embarazo la madre se sentirá muy agotada y es probable que tenga problemas para dormir ya que todas las posiciones les resultarán incómodas. También es natural que se sienta más torpe de lo habitual debido al incremento de peso, la retención de líquidos y los cambios constantes en su centro de gravedad. Además, debido a la revolución hormonal, los ligamentos están menos tensionados y las articulaciones son más flexibles, de manera que encontrar el equilibrio para caminar, ponerse de pie o incluso sentarse puede ser una tarea complicada.

Precisamente esos cambios hormonales, sumados a las molestias físicas que se acentúan en esta etapa, serán los principales responsables de que aproximadamente el 50% de las madres sufran un cuadro depresivo, el cual alimenta los miedos e inseguridades propias de la nueva etapa de su vida. Afortunadamente, se trata de un estado pasajero que suele remitir en cuestión de una o dos semanas.

Por otra parte, es probable que la madre también empiece a notar ligeros cambios en la zona baja de su cuerpo, específicamente en la pelvis y las caderas, que irán acomodándose para darle paso al bebé. También puede notar que las contracciones ocasionales que venía sintiendo desde hace meses se vuelven más intensas y frecuentes a medida que se acerca el momento del parto. En algunos casos, cuando el bebé ha crecido mucho y comprime demasiado la vejiga, algunas madres pueden sufrir pérdidas involuntarias de orina, sobre todo cuando realizan un esfuerzo, ríen a carcajadas o estornudan.

Cambios y síntomas durante el octavo mes de embarazo

En estas semanas, los pechos también estarán más grandes de lo habitual ya que habrán empezado a producir leche y puede que alguna que otra vez salga el calostro. En algunos casos, aproximadamente en el 1% de las embarazadas, pueden aparecer verdugones de color rojo, sobre todo en la zona del vientre, las nalgas y los muslos. Se trata de las placas y pápulas urticantes pruriginosas, un problema que si bien puede ser incómodo y antiestético, no representa ningún riesgo para la salud de la madre y su bebé.

¿Qué cambios ocurren en el bebé durante el octavo mes de embarazo?

Para finales del octavo mes el bebé ya ha alcanzado los 45 centímetros de altura y pesa unos dos kilos, por lo que le resultará más difícil moverse con la misma libertad que tenía antes. A medida que se acerca el noveno mes, es posible que empiece a acomodar su cabeza hacia abajo para estar más cerca del canal de parto.

Durante este mes sus pulmones terminarán de formarse y su sistema digestivo y renal estarán prácticamente listos para funcionar fuera del útero materno. De hecho, el bebé ya será capaz de eliminar medio litro de orina al día, el cual verterá en el líquido amniótico, que se renueva cada jornada. Sus pulmones también habrán madurado completamente y estarán preparados para vivir fuera del vientre de la madre. Cerca de la semana 33 las uñas ya cubrirán sus dedos y los huesos del cráneo ya se habrán formado por completo aunque no se fusionarán hasta varios años después del nacimiento, cuando el cerebro haya terminado de crecer.

A finales del octavo mes el cerebro del pequeño contará con 100 billones de neuronas y tendrá cerca de 100 trillones de conexiones. Algunos científicos señalan que en esta etapa el bebé puede soñar. De hecho, un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad Friedrich Schiller, en Alemania, desveló que el cerebro del bebé en este mes muestra ciclos de actividad REM cada 20 o 40 minutos. Durante la fase REM no solo se sueña sino que también capta información proveniente del entorno.

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