Salud

Ser madre después de los 30 años aumenta las probabilidades de que tu hijo sea más inteligente

¿Aún no has tenido hijos y tienes más de 30? Ya basta de sentirse culpable…

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Ser madre a partir de los 30 años beneficios
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Cada vez más mujeres se animan a tener su primer hijo después de los 30 años. De hecho, en España la edad media en la que las mujeres tienen su primer hijo oscila entre los 30 y 35 años. Lo que sucede es que en este momento la mayoría ya han logrado consolidar su carrera profesional, son independientes económicamente y, si no tienen una relación estable, están preparadas para empezar una relación seria.

No obstante, a muchas de estas mujeres les siguen preocupando los riesgos que conlleva tener un hijo después de los 30 años, desde las probabilidades de tener un parto prematuro hasta la posibilidad de desarrollar preeclampsia o diabetes durante el embarazo.

Sin embargo, aunque es cierto que a medida que la edad avanza los riesgos aumentan, estudios recientes han encontrado que tener el primer hijo después de los 30 años también puede reportar numerosos beneficios tanto para el bebé como para la madre.

¿Madre a los 30 años? Tendrás niños más listos

Un estudio realizado por investigadores de la London School of Economics evaluó el desarrollo de 18.000 niños británicos, teniendo en cuenta la edad en la que sus madres les concibieron. La investigación, publicada en The Journal Biodemography and Social Biology, encontró que los niños cuyas madres los tuvieron después de los 30 años desarrollaron un vocabulario más amplio a una edad más temprana y obtuvieron puntuaciones más altas en las pruebas de coeficiente intelectual, en comparación con los pequeños de madres veinteañeras.

Los expertos explican que esto puede deberse al hecho de que a esta edad las mujeres mantienen un estilo de vida más saludable y una alimentación más sana, a la vez que suelen planificar sus embarazos y son más metódicas con las revisiones preparto y los cuidados durante la gestación. A esto se le suma que tienen una mejor situación económica y una vida en pareja más estable, lo cual repercute favorablemente en el desarrollo del embarazo y la posterior educación de los niños.

Además, algunos estudios han encontrado, que las madres de más de 30 años suelen ser más conscientes de los beneficios de la lactancia materna por lo que apuestan por mantenerla hasta alrededor del año y medio de vida, una práctica muy beneficiosa para el desarrollo físico y cognitivo de los pequeños.

Sin embargo, vale destacar que tampoco conviene esperar demasiado ya que el propio estudio encontró que tener el primer hijo después de los 40 años incrementa el riesgo de obesidad en los niños. Lo que sucede es que a esta edad las madres no suelen tener la misma energía para entretener y activar a sus hijos, de ahí que estos tiendan más al sobrepeso.

Madre primeriza a los 30 años

Ser madre después de los 30 aumenta tu esperanza de vida

Tener el primer hijo después de los 30 años no solo es beneficioso para los bebés sino también para las madres. Una investigación realizada por expertos de la Universidad de Coímbra, en Portugal, evaluó la esperanza de vida de las mujeres a los 65 años basándose en la edad media de las mujeres al tener su primer hijo. Los científicos encontraron que cuanto más tarde tenían las mujeres su primer hijo, más tiempo vivían, lo que significa que las mujeres que tienen su primer hijo después de los 30 años tienen una esperanza de vida mayor que las que lo tienen a los 20 años.

Sin embargo, este no es el único estudio al respecto. Otra investigación, esta vez realizada por especialistas de la Universidad de California en San Diego, corrobora la estrecha relación entre la edad en que las mujeres tienen su primer hijo y su esperanza de vida. En esta ocasión, los investigadores hallaron que las mujeres que tenían su primer hijo después de los 30 años tenían un 11% más probabilidades de llegar a los 90 años, en comparación con las madres adolescentes o veinteañeras.

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