Educación

Cómo evitar que los hijos sean cotillas

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Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

En ocasiones los niños pueden contarte lo sucedido en la escuela y eso no es malo. Pero cuando los niños y las niñas tienen entre 8 y 10 años puede que pasen de ‘informar’ a cotillear. Los niños aprenden de lo que ven y si en su entorno ven cómo los ‘cotilleos’ son importantes o los adultos también les dan bastante prioridad, lo imitarán.

Esto ocurre cuando los niños ven cómo los adultos también cotillean entre ellos o cuando por ejemplo ven programas de televisión dónde los cotilleos es lo más normal. Es posible que esta actitud te preocupe por si en el futuro puede causarle problemas de algún tipo.

Los rumores son feos, suelen ser comentarios vergonzosos que comienzan a extenderse como la pólvora en la escuela. Normalmente los niños a estas edades utilizan el chisme para experimentar el poder que tienen las palabras sobre los demás, o también pueden hacerlo en un intento de ser más popular con sus amigos. Es necesario enseñar a los niños sobre la gravedad de los cotilleos o rumores y procurar que se detengan.

Separa lo grave de lo inofensivo

Es posible que los niños no sepan separar lo inofensivo de lo grave cuando se trata de rumores o chismes. Los niños deben aprender a diferenciar qué tipo de cotilleos y rumores podrían lastimar a otra persona como por ejemplo las burlas, aunque se hagan sin que la víctima las escuche.

De esta manera los niños aprenderán que hay cotilleos que no deben hacer por respeto a otras personas. Deben tener empatía y comprender que lo que no les gusta que le hagan a ellos no tienen que hacerlo a los demás. Empatía y respeto son la base en este punto.

Qué es verdad y qué es burla

Tu hijo puede pensar que si lo que dice es verdad y no solo se trata de un rumor, que no es un cotilleo. Pero debe aprender que decir cosas de otras personas cuando no están presentes son cotilleos y más cuando se dicen en tono de mofa o burla. Habla con tu hijo sobre los temas que pueden ser más delicados, vergonzosos o que se pueden malinterpretar, para que aprenda a evitar a hablar de ellos.

De esta manera aprenderá a diferenciar qué temas pueden ser más delicados a la hora de hablar. Que no es lo mismo hablar para contar algo que ha pasado en la escuela, que hablar contando algo y además mofarse de otra persona o decir características negativas en plan burla de otro a sus espaldas.

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Los amigos no se consiguen con rumores

Es importante del mismo modo, que los niños aprendan a que los cotilleos, los chismes o los rumores pueden tener consecuencias negativas. Si cotillea sobre otras personas, los demás también serán propensos a cotillear y lanzar chismes y rumores sobre él. Para tener amigos cercanos no tiene que contar chismes de otras personas… Hacer cosas con sus amigos es mucho más divertido que hablar sobre otras personas.

El trabajo en equipo, apuntar a tu hijo/a a extraescolares… son maneras de acabar con los chismes y que se dé cuenta de que hay otras formas para tener amigos y disfrutar de las actividades.

Evitar problemas mayores

Es poco probable que los niños comiencen un rumor, pero podría ocurrir que poco a poco un rumor se propague de persona. Si tu hijo llega con un rumor o un chiste, no lo propagues, si no que hazle ver la importancia de que hay asuntos que no le conciernen y que es mejor hablar cosas buenas de otros.

También tiene que aprender a saber cuándo un rumor se convierte en peligroso, por ejemplo, si escucha en la escuela que un niño puede hacerse daño o que va a hacer algo malo, es importante avisar a un adulto para evitar males mayores. Si no quiere ser un ‘chivato’ puede dejar una nota anónima al adulto responsable para que sepa qué ocurre y pueda tomar medidas.

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