Educación

Las 10 lecciones de María Montessori a los padres

[mashshare icons=»1″]

Lecciones Maria Montessori
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Corría el año 1907 cuando la italiana María Montessori abrió la primera Casa dei bambini, en un barrio desfavorecido. En aquella escuela se aplicaba un método educativo muy diferente ya que el objetivo de Montessori era, según sus palabras: “que los niños trabajen como si yo no existiera”. Su pedagogía ha llegado hasta nuestros días y se puede aplicar desde casa para lograr que los niños desarrollen al máximo sus capacidades, siendo más autónomos, seguros de sí mismos e independientes.

¿Cómo educar con el método Montessori?

1. Potencia su independencia

La tarea de los padres no consiste en hacer las cosas en lugar del niño, sino en ayudarle a que logre hacerlas por sí solo. Educar es estimular la independencia y la autonomía infantil, preparando al niño para la vida. Por eso los padres deben asegurarse de presentar siempre nuevos retos al niño dándole el nivel de ayuda justa para que pueda desarrollar sus capacidades.

2. Crea un entorno a su medida

El mundo está hecho para los adultos, por lo que si los padres desean estimular la autonomía infantil, es necesario que adapten el entorno para que los pequeños puedan tener acceso a todas las cosas que necesitan, desde sus juguetes hasta el cepillo de dientes.

3. Interviene lo menos posible

De los errores también se aprende. Reprender los errores desde una edad temprana puede engendrar la semilla del miedo al fracaso. Por eso es importante que cuando el niño esté aprendiendo, los padres intervengan lo menos posible. En el método Montessori el educador solo interviene para evitar situaciones de riesgo y mantener a salvo al niño.

María Montessori

4. No fuerces al niño a aprender

El auténtico aprendizaje, ese que deja huella, no puede ser forzado. Por eso, educar en el método Montessori significa dejar libertad a los niños para que se impliquen en el aprendizaje de la manera en que se sientan más cómodos. Un niño puede aprender haciendo, mientras que otro aprende mejor observando. Cada pequeño debe encontrar por sí solo el estilo de aprendizaje óptimo. Y para ello es necesario darle libertad.

5. Estimula el contacto con la naturaleza

La naturaleza representa un increíble estímulo para los sentidos y la mente infantil, por lo que siempre que sea posible es conveniente emprender paseos al aire libre en los que se le permita al niño explorar libremente el entorno.

6. Enriquece su ambiente

Los niños aprenden de lo que les rodea, dejándose llevar por su curiosidad innata. Por tanto, la educación Montessori demanda enriquecer el ambiente en el que crece el niño, no con juguetes híper tecnológicos sino con objetos más sencillos que estimulen realmente la creatividad infantil. Los padres deben recordar que cuantas menos cosas haga un juguete, más trabajará la mente del niño.

lecciones montessori

7. Jamás le impidas hacer algo porque es demasiado pequeño

Muchos padres ponen límites a sus hijos porque piensan que son demasiado pequeños. Sin embargo, siempre que el niño no corra ningún riesgo, hay que permitirle explorar sus capacidades. Los niños se sienten satisfechos cuando han dado el máximo. Ponerles límites solo les negará la oportunidad de poner a prueba sus capacidades y expandir su horizonte.

8. Elogia los logros

Si el niño hace algo bien, es importante que los padres se lo hagan saber y lo elogien. El reconocimiento al trabajo bien hecho alimenta la autoestima y la autoconfianza.

9. Usa un lenguaje positivo

Es esencial que los padres no critiquen al niño ya que de esta manera solo aprenderá a juzgar. En su lugar, deben centrarse en los aspectos positivos, de manera que sean estos los que se potencien. Si se aplica el principio de extinción; o sea, no se le presta atención a un comportamiento negativo, este terminará desapareciendo. Si le hablas mal, muestras hostilidad o lo denigras, el niño se convertirá en una persona insegura y tímida.

10. Escucha y respeta al niño

Los niños aprenden por imitación, y sus padres son su principal ejemplo. Si estos le escuchan con atención y respetan sus ideas, aunque no las compartan, el niño aprenderá a respetar a los demás.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *