Familia

¿Sabías que el óvulo elige al espermatozoide?

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Óvulo y espermatozoide
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La Organización Mundial de la Salud estima que el 15% de las parejas en edad reproductiva en el mundo sufre de infertilidad. En muchos casos la ciencia no puede encontrar la causa de este problema y tampoco una solución. Sin embargo, un estudio reciente ha desvelado un nuevo mecanismo en el proceso de reproducción que podría ayudar a entender las dificultades que tienen algunas parejas para concebir e incluso ofrecer algunas pistas para solucionarlo.

La investigación, realizada por científicos del Instituto de Investigación Pacific Northwest, en Seattle, Estados Unidos, puso al descubierto un mecanismo que ha revolucionado todo lo que habíamos dado por sentado hasta ahora sobre la reproducción celular humana: resulta que no es el espermatozoide el que elige al óvulo sino que ocurre a la inversa, es decir, es el óvulo el que acepta o rechaza a los espermatozoides según la carga genética del gameto masculino.

El óvulo y su rol activo en la reproducción

Para llegar a estos resultados los investigadores cruzaron a un grupo de ratones machos que tenían genes sanos con dos grupos de ratones hembras, uno de ellos con genes sanos y otro con genes manipulados para desarrollar cáncer.

En una primera fecundación, los resultados mostraron lo que los científicos esperaban: las crías tenían genes aleatorios. Esto corroboraba la primera ley de Mendel, la cual explica los principios básicos de la herencia genética en la descendencia y afirma que en la reproducción, cada gameto recibe a uno u otro gameto con el mismo número de probabilidades, lo que garantiza una representación equilibrada y estadísticamente predecible de las variantes heredadas en cada generación.

Sin embargo, en una segunda fecundación, en la cual se invirtió la situación, es decir, se cruzó un grupo de ratones hembras con genes sanos con un grupo de machos portadores del gen mutante, se observó que solo el 27% de las crías presentaron el gen potencialmente nocivo del padre. Este resultado contradijo la ley de Mendel, según la cual el 75% de las crías debía nacer con la variación genética.

Según los investigadores, esto demuestra que la reproducción no es aleatoria, sino que está determinada por la elección que hace el óvulo del espermatozoide, un fenómeno que denominaron “fertilización genéticamente tendenciosa”. En otras palabras, el óvulo no tiene un rol pasivo en la reproducción, como pensábamos, y la fecundación tampoco es un proceso meramente aleatorio.

Óvulo elige espermatozoide

Lo más interesante es que este no es el único estudio que ha desvelado el carácter activo del óvulo en la fecundación. Otra investigación, esta vez realizada por expertos del Imperial College de Londres, en Reino Unido, en colaboración con otras universidades encontró que la fecundación a nivel celular también está estrechamente relacionada con la bioquímica del óvulo y el espermatozoide.

La bioquímica: La base de la unión entre el óvulo y el espermatozoide

Los científicos sabían que un espermatozoide es capaz de “reconocer” a un óvulo cuando las proteínas que forman parte de su cabeza se encuentran con una cadena de azúcares específicos que integra la cubierta exterior del óvulo, un fenómeno que han denominado “óvulo pegajoso”. Por eso, en el estudio publicado en la revista Science, se dieron a la tarea de evaluar el rol de las distintas moléculas de azúcares que recubren al óvulo durante el proceso de adhesión del espermatozoide.

Los resultados mostraron que existe un tipo específico de molécula de azúcar que se encuentra en la cubierta externa del óvulo y que es la encargada de facilitar la adhesión del espermatozoide al óvulo y su consecuente fecundación, una secuencia conocida como sialyl-lewis-x (SLex). Según los investigadores, esta secuencia de azúcares es la que hace posible que el espermatozoide se acerque al óvulo y le transmita su carga genética.

Sin duda, se trata de un descubrimiento muy interesante ya que no solo desvela cómo funciona la reproducción humana, sino que también podría explicar algunos de los casos de infertilidad y ofrecer soluciones alternativas para su tratamiento.

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