Los signos que desvelan que tu hijo podría tener una inteligencia superior a la media

La mayoría de los niños son curiosos por naturaleza. Les gusta explorar su entorno, experimentar con las cosas que les rodean y formarse su propia idea del mundo. Sin embargo, hay niños que van un paso más allá y desde que son pequeños manifiestan una inteligencia superior a la media. Se estima que alrededor del 3% de los niños en España tienen una alta capacidad cognitiva, aunque alrededor del 99% no llega a desarrollar su inteligencia porque su potencial pasa desapercibido durante toda su infancia.

En estas situaciones, los padres desempeñan un rol crucial ya que, según la Asociación Española de Superdotados y con Talento, en el 98% de los casos son los padres los primeros en detectar las señales de una alta capacidad intelectual en los niños. Sin duda, se trata de un paso esencial para, más tarde, poder estimular la inteligencia de los pequeños con un programa académico que se ajuste a sus necesidades y les incite a desarrollar todo su potencial.

Las señales que pueden indicar una inteligencia superior a la media en los niños

Identificar las primeras señales de que un niño tiene una alta capacidad intelectual es fundamental para su desarrollo. No solo permitirá estimular sus capacidades cognitivas desde una edad temprana, sino que contribuirá a potenciar nuevas habilidades que, de otra manera, podrían permanecer ocultas durante su crecimiento. Para ello, es importante que los padres estén atentos a los signos que pueden desvelar una inteligencia superior a la media en sus hijos desde que son pequeños. Es probable que tu hijo tenga una alta capacidad intelectual si:

• Demanda mucha atención, sobre todo de los adultos.
• Tiene un desarrollo y coordinación psicomotriz muy rápido para su edad.
• Aprende a hablar a una edad temprana y tiene un vocabulario extenso y fluido para su edad.
• Tiene una memoria privilegiada que le permite recordar cuentos, canciones, refranes y narrativas con facilidad.
• Puede realizar puzzles de complejidad creciente desde una edad temprana.
• Entre los 3 y 4 años ya es capaz de leer y escribir de forma autodidacta.
• Tiene una gran imaginación y creatividad que le lleva a crear sus propias historias, dibujos y cuentos.
• Posee una curiosidad insaciable y es capaz de comprender las explicaciones con facilidad.
• Disfruta de actividades poco comunes para otros niños de su edad como la pintura, la música o el ajedrez.
• Hace muchas preguntas y tiene interés en descubrir todo lo que sucede a su alrededor y comprender el por qué de las cosas.
• Desarrolla una gran capacidad de organización y es capaz de hacer sus tareas de forma autónoma.
• Se concentra con mucha facilidad y puede permanecer en la misma actividad durante horas.
• Desarrolla un pensamiento crítico y divergente que le lleva a reflexionar sobre su entorno.
• A menudo busca varias soluciones a un mismo problema de manera creativa.
• Presenta habilidades de liderazgo.
• Es muy intenso emocionalmente, es decir, tiene a preocuparse con facilidad, reacciona de manera exagerada a los acontecimientos cotidianos y/o es capaz de identificar las emociones ajenas.
• Se preocupa por temas complejos como la muerte, el origen del ser humano o la existencia de Dios.
• A menudo tiene hipersensibilidad sensorial, es decir, reacciona de manera exagerada a los estímulos del entorno.

¿Cómo potenciar la inteligencia de los niños desde una edad temprana?

Ya sea que los niños tengan una alta capacidad cognitiva reconocida o que manifieste signos tempranos de una inteligencia superior a la media, es importante potenciar sus habilidades desde que son pequeños. De esta manera, los niños podrán desarrollar su potencial y serán capaces de canalizar su inteligencia de manera asertiva. He aquí algunas estrategias que pueden ayudarte a potenciar la inteligencia infantil de los niños desde una edad temprana.

1. Motiva al niño a desarrollar sus pasiones

¿Sabías que incentivar a los niños a que den rienda suelta a sus pasiones potencia su desarrollo intelectual? Así lo reveló una investigación realizada en las universidades de Wisconsin e Indiana en la que se encontró que este tipo de intereses demandan un mayor dominio conceptual, lo que no solo hace que los niños tengan un mayor conocimiento sobre dichas temáticas sino que además refuerzan su perseverancia, mejoran su atención, estimulan el procesamiento de la información y mejora su capacidad de comprensión.

2. Anímalo a cambiar la rutina

Contar con una rutina puede ayudar a los niños a terminar sus tareas cotidianas de manera más rápida, pero también puede convertirse en un obstáculo para su inteligencia. Lo que sucede es que cuando los niños están inmersos en estas actividades, su cerebro funciona de manera automática, fortaleciendo las conexiones que ya existen, pero no fomentan la creación de nuevas conexiones que son las que, al final, promueven el desarrollo de la inteligencia. Por tanto, si quieres estimular las capacidades cognitivas en los niños, anímalos a romper la rutina ya sea yendo al colegio por un camino diferente, descubriendo nuevos juegos o probando nuevos sabores al comer.

3. Incítalo a aprender cosas nuevas

Animar a los pequeños a aprender cosas nuevas es una excelente estrategia para estimular su inteligencia desde una edad temprana. Así lo comprobó un estudio realizado en el Georgetown University Medical Center, en el que se encontró que las personas que dominan dos o más idiomas tienen más materia gris en los lóbulos frontales y parietales en comparación con los que solo hablan un idioma. Y es que, aprender cosas nuevas no solo aumenta el nivel de conocimientos infantil, sino que también estimula el desarrollo del cerebro y mejora la conectividad entre las neuronas.

Por último, si consideras que tu hijo tiene una alta capacidad intelectual, valora ponerlo en manos de un profesional que pueda orientarte mejor sobre las estrategias a seguir para estimular todo su potencial. De la misma manera, puedes reunirte con sus profesores para pedirles personalizar el programa académico a sus necesidades, de manera que el pequeño no solo no se aburra con las tareas propias de su edad sino que pueda estimular su inteligencia de una manera creativa y desarrolladora.