Educación

5 técnicas de Mindfulness para calmar la ansiedad infantil

El Mindfulness nos ofrece una gran cantidad de técnicas con las que lograr calmar la ansiedad de nuestros hijos en unos minutos.

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Nuria Capdevila

Nuria CapdevilaMaestra y pedagoga

Son muchísimos los niños que sufren de ansiedad pese a su corta edad. Esta condición, la cual solía presentarse en la edad adulta, es cada vez más identificable en la población infantil. De hecho, la Asociación Española de Pediatría apunta a un incremento de hasta el 47 % el aumento de los trastornos mentales en la salud mental de los niños y de los adolescentes.

Ciertamente, la pandemia que hemos vivido ha sido una de las primeras causas de este incremento. Sin embargo, no debemos olvidar que las presiones a las que están sometidos nuestros hijos en la actualidad también son importantes desencadenantes de los trastornos por ansiedad. Al ser un problema social que va en aumento, cada vez son más las voces que intenta encontrar terapias efectivas y simples de llevar a cabo con las que los padres puedan minimizar, aunque sea solo un poco, esta condición tan negativa para el desarrollo infantil.

¿Qué es el Mindfulness?

Para aquellos que no estén del todo familiarizados con el Mindfulness, vamos a deciros que este concepto hace referencia a un conjunto de técnicas que buscan la Atención Plena, es decir, prestar atención de manera consciente a las experiencias del momento presente. Con este conjunto de técnicas, se logra eliminar pensamientos y emociones negativas, a la vez que se reducen los cuadros de ansiedad al evitar que la mente divague entre estos pensamientos dañinos muy enfocados a un futuro que, para nada, está asegurado.

Técnicas de Mindfulness para calmar la ansiedad en los niños

Son muchas las técnicas o ejercicios de Mindfulness que los padres tenemos a nuestro alcance para reducir la ansiedad de nuestros hijos. Sin embargo, estas técnicas también pueden ser empleadas antes de que se detecte este problema en los niños, como una rutina diaria hacia el bienestar personal.

Enseñar gratitud a los niños: dar las gracias es un ejercicio en sí mismo

Ser agradecidos nos permite vivir mucho mejor con nosotros mismos. Cada vez que somos capaces de dar las gracias por todo cuanto tenemos en la vida (la familia, los amigos, etc.), nos damos cuenta de todo lo positivo que hay en nuestra vida.

Enseñar a los niños gratitud es tarea simple si usamos, por ejemplo, un diario o una libreta especial. Para que los niños se involucren desde el principio, podemos dejar que la decoren como más les guste y, luego, le pondremos un título llamativo, como “¡Estoy Agradecido!”, por ejemplo.

Una vez lo tengamos todo a punto, vamos a pedirles que pongan la fecha y anoten entre tres y cinco cosas por las que se sienten agradecidos. Y repetiremos esta rutina cada día, aproximadamente a la misma hora.

Es importante, en este punto, no forzar a los pequeños: habrá niños que encontrarán más de tres cosas, mientras que, a otros, les costará más.

Paseos en la naturaleza con comunicación activa

Otro buen ejercicio del Mindfulness consiste en dar paseos por la naturaleza. De hecho, pasar tiempo al aire libre siempre se ha considerado de gran ayuda en casos de ansiedad y depresión. Los niños, en este punto, no son diferentes.

Podemos aprovechar para ir al parque o a un bosque cercano y, simplemente, dar un paseo con ellos. Durante este paseo, debemos hacerles notar de toda la belleza de la naturaleza y, sobre todo, comunicarnos con ellos.

Respiración consciente: ideal en cualquier momento

Controlar la respiración es una de las mejores técnicas para minimizar la ansiedad cuando esta se presenta. Así, podemos enseñar esta técnica a nuestros hijos y les podemos explicar que la pueden usar siempre que lo necesiten sin importar donde estén.

Para enseñarles a respirar conscientemente, les vamos a pedir que se sienten o que se tumben, en la cama o en el sofá. Seguidamente, les pediremos que cierren los ojos y se centren, solamente, en su respiración. Deben poder notar cómo el aire entra en sus pulmones, se hincha y deshincha el diafragma, y como el aire vuelve a salir.

Después de haber respirado un par de veces, les pediremos a los niños que inspiren durante 4 segundos, aguanten el aire durante 10 segundos y lo vuelvan a expulsar muy lentamente, tanto como puedan.

Por último, ya solo nos queda pedirles que repitan este proceso hasta que logren relajarse.

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¡A saltar y moverse!: no todo es quietud

El Mindfulness consiste en la atención al presente, pero no siempre debemos propiciar esta situación con los niños sentados o quietos. Un buen ejercicio es el de ¡A saltar y moverse!

Para llevar a cabo este ejercicio buscaremos un espacio en casa en el que los niños no puedan hacerse daño, pero que sea lo suficientemente grande como para poder moverse. Les daremos indicaciones cortas que impliquen movimientos para que ellos las repitan unos segundos: saltar con el pie derecho, saltar con el izquierdo, sentarse y levantarse, rodar en el suelo 3 veces, etc. Debemos dejar que los niños disfruten la parte de movimiento unos segundos y luego les pediremos que paren: ¡Stop! Aguantaremos en esta posición unos segundos y luego les daremos otra instrucción de movimiento. Y así, tantas veces como el tiempo libre que tengamos nos lo permita.

Visualización del lago: calma y serenidad

La visualización del lago en calma es muy útil cuando los niños se sienten ansiosos, no pueden dormir, etc. Para llevar a cabo este ejercicio, les pediremos a los niños que se tumben en la cama o en el sofá y cierren los ojos. En esta posición, deben visualizar un lago en calma, el sol y las montañas que lo rodean, por ejemplo. Debemos darles tantos detalles como sea posible para ayudarles a visualizar un panorama tranquilo al completo. Luego, les pediremos que se centren en las aguas del lago, en el vaivén que estas realizan y les dejaremos disfrutando de este escenario unos minutos. Podemos seguir hablándoles para que el ejercicio sea más completo. Por último, solo nos queda pedirles que abran los ojos y preguntarles cómo se sienten.

Este ejercicio funciona muy bien antes de irse a la cama, sobre todo cuando los niños tienen miedos o han vivido una situación estresante durante el día.

Los ejercicios de Mindfulness son de lo más variados y muy fáciles de llevar a cabo. Podemos practicarlos diariamente en casa y, además, podemos irlos alternando para que nuestros hijos nunca se aburran de una de las prácticas más saludables.

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