Un corto emotivo sobre los niños con habilidades diferentes que todos deberíamos ver

[mashshare icons=»1″]

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Hay historias que parecen muy sencillas pero que encierran un gran mensaje. Historias capaces de condensar fenómenos tan complejos que a veces no somos capaces de explicar con palabras en la vida cotidiana. Historias que se camuflan tras un lenguaje infantil, pero que tienen el poder de cambiar nuestras vidas y hacernos ver el mundo de una manera diferente. “El cazo de Lorenzo” es una de esas historias. Un corto sobre las diferencias, la superación personal y la aceptación que todo niño, y sus padres, deberían ver o leer alguna vez en la vida.

“El cazo de Lorenzo”: Una historia sobre las diferencias y la aceptación

Salido de la pluma de la escritora francesa Isabelle Carrier y convertido en corto, “El cazo de Lorenzo” narra la historia de un niño muy sensible y con grandes dotes artísticas al que le gustan mucho los animales. Sin embargo, Lorenzo tiene un problema, un día un cazo le cayó encima y desde entonces, no puede librarse de él y tiene que arrastrarlo consigo a todas partes. Ese cazo es el símbolo que la autora eligió para representar las necesidades o habilidades especiales que hacen diferentes a unas personas de otras.

El hecho de llevar el cazo siempre consigo, o sea, de llevar a cuestas esas cualidades que le distinguen del resto, marca una distancia entre Lorenzo y todos aquellos que le rodean. En un inicio, algunos intentan mirarle con otros ojos o ayudarle a deshacerse del cazo, pero al ver que es imposible empiezan a marginarlo cada vez más tildándolo de “diferente” y “extraño”. Sin embargo, Lorenzo es un niño sensible y necesitado de amor y cuanto más rechazado se siente, más se encierra en sí mismo y más le cuesta llevar sobre sus hombros la pesada carga del cazo.

Así, el cazo que en un inicio no representaba un obstáculo para él, empieza a convertirse en una pesada carga que le impide hacer las cosas que hacen los demás o incluso, disfrutar de los pasatiempos que antes le gustaban. Llega el día en el que, cansado de sentirse diferente y marginado, se refugia dentro del cazo, sintiéndose incapaz de lidiar con los obstáculos que le impone la sociedad. Y una vez allí, aislado de la gente, empieza a caer en el olvido.

Sin embargo, un buen día Lorenzo conoce a una persona extraordinaria, una mujer que le hace ver que su vida no es tan negativa como él pensaba y que ese cazo que considera su enemigo puede convertirlo en su mejor aliado para hacer cosas que nadie más es capaz de hacer. Así, poco a poco, Lorenzo es capaz de identificar sus fortalezas, sacar a relucir sus habilidades y encontrar la confianza que necesita para enfrentarse a la vida y aprender a ver oportunidades donde antes solo veía problemas.

Sin duda, se trata de una excelente historia sobre las diferencias, la sensibilidad humana y la discapacidad que, con un lenguaje muy sencillo y accesible incluso para los niños, muestra lo que pasa por la mente de una persona con habilidades especiales y los esfuerzos que debe hacer para adaptarse a una sociedad que le tilda de “diferente”. Una historia en la que también se habla sobre la aceptación de uno mismo y de los demás y que menciona la importancia de aprender a superar las dificultades como vía para crecer y convertirnos en las personas que queremos ser.

El mensaje más importante que nos deja esta historia

“El cazo de Lorenzo” es una historia sobre las habilidades especiales y la aceptación de las diferencias. De hecho, su principal mensaje está dirigido a reflexionar sobre los obstáculos a los que se enfrentan las personas con necesidades especiales para lo cual la autora se vale de la metáfora del cazo, el cual le impide realizar a Lorenzo determinadas actividades, hace que se atasque con facilidad y le imposibilita seguir el ritmo de los otros niños. Sin embargo, también hace referencia a la dificultad tan extendida en la sociedad de entender a las personas diferentes y aceptarles tal cual son.

La historia también toca un tema muy sensible, la necesidad de aceptarnos tal cual somos. Un mensaje que se evidencia claramente en el momento en el que Lorenzo decide desprenderse de su cazo para intentar ser igual a los demás niños y hacer lo que hacen todos. De una manera muy sutil pero profunda, la autora nos narra la batalla interna de este niño por librarse de una parte de sí que no quiere y su incomodidad y malestar por no conseguirlo. Así, nos transmite la importancia de no luchar o ir en contra de nuestras diferencias sino, por el contrario, aceptarlas como parte intrínseca de nosotros y aprender a sacarles el máximo partido.

Asimismo, la historia también transmite otros mensajes más sutiles, pero igual de valiosos que a veces pueden pasar desapercibidos. Uno de ellos es la importancia de facilitarles a los niños herramientas y un espacio en el que puedan expresarse tal cual son y comunicar sus deseos y anhelos, pero también sus frustraciones y malestar. Se trata de un guiño a los padres y adultos en general para que reflexionen sobre la manera en la que se relacionan con los niños, sobre todo aquellos con necesidades especiales, y valoren si les ayudan a canalizar todo lo que sucede en su mundo interior o, por el contrario, se convierten en un obstáculo para que puedan expresarse abiertamente.

Por último, la historia también hace un llamado a la sociedad, en especial a los adultos, a ser más comprensivos y tolerantes con las personas diferentes. Un llamado a que aprendan a ponerse en el lugar de los demás, a que dediquen un tiempo a reflexionar sobre las causas que llevan a las personas a comportarse a veces de manera extraña o fuera de lo común e intentar acortar distancias para que se sientan más cómodas. Una alerta a convertirnos en personas más abiertas, sensibles e inclusivas, atreviéndonos a salir de nuestra zona de confort y abandonar nuestras creencias y estereotipos para abrazar lo nuevo, lo desconocido y lo diferente.