Finger food, la tendencia culinaria para animar a los niños a comer de todo

El concepto de Finger food no es nuevo, pero se ha vuelto tendencia en los últimos años como una alternativa para familiarizar a los niños con la comida y animarlos a comer de todo. Traducido al castellano, significa “comida que se come con las manos” o “comida para comer con los dedos” y hace referencia precisamente a esos pequeños bocados de comida que podemos llevarnos a la boca de una sola vez. Sin duda, un divertido método de alimentación con el que los niños no solo disfrutan del sabor de los alimentos, sino que se familiarizan con su textura convirtiendo la hora de la comida en una experiencia para los sentidos. 

¿En qué consiste exactamente la tendencia Finger food?

Popularizada en los países anglosajones, la Finger food es la tendencia culinaria que se utiliza para referirse a la comida que se come con las manos en lugar de con cubiertos. Si bien se trata de un método milenario en culturas como la india o la etíope donde la mayoría de los platos se comen con las manos, incluso entre los adultos, en la cocina occidental es un concepto más moderno que se introdujo sobre todo en el ámbito de las fiestas y celebraciones más chic donde se mezcla lo gourmet con lo informal. 

Sin embargo, cada vez son más los padres y profesionales de la salud o educación infantil que apuestan por implementar esta tendencia también con los más pequeños de casa. Ideal para cuando se empieza a introducir la alimentación complementaria, es un buen método para animar a los bebés a comer por sí solos y probar distintos grupos de alimentos. A diferencia de cuando comen con cubiertos, un hábito que no adquieren hasta más adelante, con la Finger food los niños no solo pueden saborear la amplia gama de sabores de los alimentos, sino que además pueden notar su textura a través del tacto, lo cual mejora la experiencia. Además, les ayuda a ganar en independencia y autonomía.

¿Cuándo pueden los bebés comenzar a probar la Finger food?

La mayoría de los expertos coinciden en que los bebés están preparados para probar la comida con sus manos alrededor de los 6 meses de edad. Sin embargo, lo cierto es que más allá de la edad, es importante prestar atención a las señales que indican que el pequeño está preparado para comer solo. Sin duda, una de las primeras señales inequívocas suele ser el interés que muestra el bebé por la comida. Si el niño se queda mirando lo que comes o te pide comida, intenta coger los alimentos con sus manos cuando le das de comer o agarra el tazón o la cuchara mientras lo alimentas es señal de que tiene intención de alimentarse por su cuenta. También sabrás que está listo si:

• Ha superado el reflejo de extrusión y ya es capaz de tragar los alimentos sólidos.
• Es capaz de sentarse por sí solo y mantenerse erguido sin apoyo en una silla.
• Intenta hacer el movimiento de la pinza, aunque todavía no lo consiga.

¿Cómo presentarle a los bebés la Finger food? Detalles de seguridad para tener en cuenta

Si estás pensando en probar la Finger food con los más pequeños de casa, es importante tener en cuenta algunos detalles de seguridad, sobre todo si la piensas introducir como parte de la alimentación complementaria. Si es el caso, recuerda que tu bebé nunca se ha alimentado por sí solo, por lo que fundamental implementar algunas medidas para evitar sobresaltos innecesarios. He aquí algunas claves sencillas que pueden ayudarte a convertir la Finger food en el método de alimentación preferido de tu bebé.

• Comienza por purés, cremas o papillas con un poco más de textura que el bebé pueda llevarse a la boca con sus propias manos. Terminará todo sucio, pero será una experiencia muy divertida para él.
• Continúa con pequeños trozos de alimentos blandos que se deshagan fácilmente en la boca y no dañen las encías del bebé como, por ejemplo, trocitos de banana, pera, mango o aguacate.
• A medida que la masticación del bebé madure y se desarrolle, podrás introducir alimentos más densos y con más fibra como por ejemplo la manzana, verduras como el brócoli o el pan.
• No uses sal o azúcar añadido en los alimentos. Ten en cuenta que a esta edad el paladar del bebé es muy sensible, por lo que es mejor que deguste el sabor natural de los alimentos.
• Evita darle alimentos grandes, pegajosos o que no se mastiquen con facilidad, debido al riesgo de asfixia potencial. En este caso, evita las salchichas, verduras crudas, las palomitas de maíz, las uvas, nueces, trozos de carne, queso, dulces o untables como la mantequilla de cacahuete.
• No obligues al bebé a comer, deja los alimentos donde pueda alcanzarlos y permite que se alimente solo. Si un alimento no le gusta a la primera, da un paso atrás e inténtalo en otro momento. 
• Nunca dejes a tu bebé solo mientras come y mantente atento a las señales de asfixia. No intentes prevenir los riesgos retrasando este momento. Ten en cuenta que permitir que el bebé se alimente por sí solo es beneficioso para su independencia, habilidades motoras finas y el desarrollo de sus patrones orales.

7 ideas divertidas y deliciosas de Finger food para los bebés

Existen muchísimas ideas divertidas y deliciosas para presentarle la Finger food a los más pequeños de casa. Desde alimentos en su estado natural hasta verduras cocidas o platos combinados, hay diversas opciones con las que los niños podrán descubrir el placer de la comida. He aquí algunas ideas que seguramente les encantarán.

1. Mix de frutas

Las frutas maduras son una excelente opción para introducir a tu bebé en la Finger food y animarlo a comer con sus manos. Frutas como las frambuesas, la banana, la pera o la sandía sin semillas son fácilmente masticables y, además, ricas en nutrientes, vitaminas y minerales. Prueba a cortarlas en trozos pequeños y deja que el bebé se las lleve a la boca a su ritmo.

2. Galletas y pan ligeramente tostado

Otra excelente opción para animar a tu bebé a comer con las manos consiste en darle unas deliciosas galletas que se deshagan con facilidad en la boca o un pan ligeramente tostado para evitar que pueda hacerse bola al masticar. En ambos casos, córtalos en trozos pequeños para que el bebé pueda cogerlos con sus manos.

3. Verduras cocidas en tiras

Otra buena alternativa consiste en cocer unas verduras, preferentemente al vapor para que conserven la mayor cantidad de nutrientes, y cortarlas a tiras para que pueda cogerlas con facilidad. También puedes colocar un hummus o una salsa de tomate para que las mojen antes de llevárselas a la boca.

4. Huevo hervido

Además de ser un alimento muy nutritivo, el huevo hervido es un snack que a los bebés suele encantarles. Además, se mastican y deshacen con facilidad, a la vez que permiten combinarlos con otros alimentos como verduras o pan. Córtalo en trozos y no le añadas sal para que tu bebé pueda sentir todo el sabor.

5. Magdalenas o tortitas

Las magdalenas o tortitas suelen ser otro acierto entre los más pequeños de casa. Puedes prepararlas en su versión dulce utilizando fruta o saladas añadiendo alguna verdura a la masa. Además de ser deliciosas, son una opción rica en nutrientes y fácil de masticar que se deshace rápidamente en la boca.

6. Queso

Si tu bebé no tiene intolerancia a los lácteos, prueba a ponerle unos trozos de queso en cubos para que lo coma con sus manos. Eso sí, elige un queso que no tenga un sabor muy intenso, de textura suave y pasteurizado como el queso cheddar o un queso fresco ligero.

7. Tofu

El tofu es una gran fuente de proteínas de origen vegetal y un snack muy completo para tu bebé. Puedes optar por el tofu más firme para ayudar a tu pequeño a que pueda cogerlo con las manos y córtalo en tiras o a dados para facilitarle la tarea. Si lo prefieres puedes combinarlo con unos macarrones bien cocidos.