Familia

Soy madre y estos son 3 de mis “yo nunca»

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Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Cuando hablo de mis “yo nunca”, me refiero a todas esas cosas que juré que nunca haría antes de ser madre, pero que en mi maternidad real, cuando te enfrentas a lo que realmente significa en el día a día… ¡la cosa cambia! Soy de esas madres que antes de serlo decía que mis hijos no estarían delante de las pantallas antes de los 2 años y nunca más de 30 minutos, de las que no gritaría nunca o de las que sonreiría todos los días…

Los “yo nunca” es algo que todas y cada una de las madres hemos pasado, porque son cosas que se piensan casi sin querer. Como por ejemplo, siempre pensaba que mis hijos irían con ropa limpia y sin manchas, sin arrugas y siempre bien peinados. Y la realidad es que mis hijos se manchan y no hay tiempo para cambiarles, o que cuando les peino a los 5 minutos parece que se acaban de levantar de los despeinados que van… ¡y esa es la realidad!

3 de mis “yo nunca” de la maternidad

Decimos muchas cosas, pero luego la maternidad es algo totalmente diferente. Por eso, te voy a confesar algunos de mis “yo nunca”, para que, te sientas identificada o al menos, pases un buen rato descubriendo cómo las expectativas pueden ser una cosa, pero la realidad nos hace ver otra, ¡y es bien diferente a lo que teníamos en mente!

1. Yo nunca dejaré pantallas a mis hijos antes de los dos años

La realidad es que antes de los dos años tuvieron pantallas: tele, mi móvil y hasta mi tablet. Descargaba apps para su edad y les ponía dibujos con canciones. Pero eran pantallas, y sí, estaban más de 30 minutos. Aprovechaba para hacer cosas por casa y me prometía que no serían más de 10 minutos, pero cuando me daba cuenta ya habían pasado 40 minutos. Ahora les dejo la tele un ratito para poder hacer la siesta… ¿quién no?

2. Yo nunca les daré azúcar si no son fiestas o eventos especiales

De verdad pensaba que no les daría azúcar porque es un estimulante, malo para los dientes, produce obesidad y mil cosas más. Pensaba que les daría azúcar solo en momentos puntuales y que llevaríamos una alimentación de lo más saludable todo el tiempo.

La realidad es que el tomate frito lleva azúcar, los zumos comerciales, el chocolate que me piden en la merienda, los helados en verano o las chuches cuando vemos pelis los fines de semana también. Estamos en proceso de intentar bajar esa dosis de azúcar, porque sí, soy consciente de que no es saludable… pero, ¿quién se resiste a un dulce?

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3. Yo nunca diré ni una sola palabrota delante de mis hijos

¡Que tire la primera piedra quien esté libre de culpa! Sí, todos queremos tener un vocabulario excelente delante de los hijos. Sabemos que aprenden de nosotros, de lo que hacemos y de lo que decimos. Pero no siempre es todo tan bonito y sin querer, las palabrotas se escapan delante de sus pequeños oídos. Y sí, también estamos trabajando en esto.

Tú también tienes tus “yo nunca”

Te he dado tres ejemplos de mis “yo nunca” y quizá te hayas sentido identificado/a con alguno de ellos. Es probable que te vengan otros muchos ejemplos a la cabeza y no te preocupes, es normal. Solo quiero que te des cuenta de que es habitual y que no te debes sentir mal por ello. Las expectativas nunca van acordes a la realidad y esto solo debe hacerte ver que es algo común y que la flexibilidad, los cambios y los errores… ¡son parte de ser madre!

Que las cosas no sean como nos esperábamos no tiene que ser algo malo en absoluto. Si nos equivocamos, se reflexiona y se buscan otras alternativas. Lo que importa es no perder el horizonte de la maternidad y actuar siempre desde la coherencia y el amor infinito que sentimos por nuestros hijos. Las necesidades de tus hijos son importantes, por supuesto… pero las tuyas son prioritarias. Aprende a reírte de ti misma porque esto es normal y saludable.

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