Familia

5 malos hábitos que tus hijos copiarán (seguro) de ti

¿Qué copia de ti tu hijo/a?

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Malos hábitos hijos copian padres
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Cuando una persona se convierte en padre o madre, sabe desde el minuto cero la gran responsabilidad que conlleva la paternidad/maternidad. Un bebé requiere muchos cuidados y atención constante, ya que es un ser del todo dependiente. Pero a medida que ese bebé va creciendo, también necesita una educación desde casa que le ayude a ser una persona equilibrada y con un buen saber estar. Lo que en ocasiones, los padres descuidan o se olvidan, es que esa responsabilidad sigue siendo enorme a medida que crecen, ya que los niños tienen pequeños ojos que observan, absorben y callan.

Cuando un padre o una madre tiene un mal comportamiento, los niños lo absorben y después, con el tiempo también lo imitarán Durante el tiempo en que los niños son pequeños, no dirán nada a sus padres respecto la conducta que tienen, pero a medida que van creciendo, normalmente en la adolescencia, pueden echar en cara y recriminar esos malos comportamientos parentales.

Los malos hábitos que debes mejorar

Nadie es perfecto, probablemente tú también tengas malos hábitos que deberás reflexionar para encontrar una solución. A menudo, las acciones más cotidianas son las que los niños absorben más rápido y que pueden imitar perfectamente. Por ejemplo, desde a cómo le hablas a tu pareja, cómo hablas por teléfono, cualquier cosa que haces en casa… tu hijo también lo hará. Los niños copian, debes utilizar esto para su beneficio, en lugar de para crear un problema.

Puede ser agotador estar siempre con el mejor comportamiento, pero puedes controlar algunos malos hábitos sencillos que tus hijos copiarán de ti seguro.

Malos hábitos hijos

El uso del teléfono

Cómo y cuándo hablas por teléfono transmite a tus hijos un comportamiento que copiarán. Si alguna vez quieres ver cómo hablas por teléfono, dale a tu hijo un teléfono de juguete y mira qué hace. Te sorprenderá cómo es realmente tu reflejo.

Y también, si tu hijo quiere estar siempre jugando con el móvil… Piensa; ¿cuántas veces tienes el teléfono en la mano para ver tus redes sociales al día?

Tu forma de hablar con otros

Si quieres saber cómo hablas cuando te diriges a otras personas, solo tienes que escuchar a tu hijo cuando está jugando con sus muñecos. Es sorprendente cómo los niños muestran a través del juego los comportamientos de los padres. Cuando esté jugando, solo tienes que sentarte y observar, y aquello que te parezca fuera de lugar… tendrás que cambiarlo en ti mismo/a.

Ruidos de reacción

¿Alguna vez resoplas cuando algo te molesta? ¿Haces un ruido gutural cuando te frustras? Tu hijo, también lo hará. Quizá tu hijo comience a hacer ruidos que te molestan sobremanera, pero antes de reñirle o decirle que deje de hacerlo… piensa primero si esos ruidos de reacción no los haces tú primero.

Complejos corporales

Posiblemente sientas que tu cuerpo no es perfecto (la perfección no existe). Esto no es malo si le pones remedio pero al mismo tiempo te quieres más que cualquier estereotipo de belleza (mal establecido). Pero es sumamente importante que nunca te avergüences de tu cuerpo delante de tus hijos… los niños absorben estos comentarios y pueden repetirlos cuando se miren al espejo e incluso desarrollar en el futuro trastornos alimenticios.

Reacciones exageradas

¿Tu hijo tiene miedo por cosas absurdas? ¿Reacciona de forma demasiado visceral ante cualquier cosa pequeña sin mucha importancia? Aunque es cierto que eso también forma parte de ser un niño pequeño, por otra parte podría estar influenciado por tu comportamiento. La próxima vez que te asustes por ver un pequeño insecto encima de la mesa, no saltes ni grites… reacciona de forma coherente, porque tu hijo te está viendo, y está aprendiendo.

Esto son algunos de los comportamientos que puedes tener como malos hábitos y que deberás cambiar… aunque por supuesto, la lista puede ser mucho más larga. Reflexiona sobre cuáles pueden ser tus malos hábitos y después, ten suficiente fuerza de voluntad como para cambiarlo. Recuerda que los niños copian lo malo… Pero también copian lo bueno, por lo que tu comportamiento es una gran herramienta de aprendizaje para ellos. Aprovéchalo.

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