Los niños necesitan vacaciones: para estar contigo
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Sí, la realidad es que los niños tienen 12 semanas de vacaciones y los padres como mucho 3 durante el período estival. Y como mucho… Ya que muchos padres quizá ni tengan vacaciones durante las 12 semanas que sus hijos sí las tienen. Pero las vacaciones de tus hijos no necesariamente significan que tú también tengas todo el tiempo libre del mundo para pagar unas vacaciones en la otra punta del planeta, ni mucho menos. Las vacaciones de tus hijos se deben transformar en momentos especiales, en experiencias a tu lado, con el tiempo libre que tengas disponible.
Los niños saben que sus padres trabajan, que no tienen todo el tiempo del mundo, que tendrán que ir a escuelas de verano y madrugar para ir a las aulas matinales para que a sus padres les dé tiempo de llegar a la oficina a su hora. También es posible que los niños deban quedarse con los abuelos o que mientras los padres trabajen en casa ellos se armen de paciencia esperando esas experiencias junto a sus padres. Son muchas las vidas diferentes, cada familia es un mundo, pero todos los niños necesitan lo mismo en sus vacaciones: estar contigo.
La felicidad de las vacaciones familiares
En las vacaciones de los hijos las rutinas de todo el año cambian y eso no tiene que ser malo. Nos adaptamos de otro modo a los días estivales. Incluso, se aprecia más los momentos de desconexión del estrés y de conexión familiar. Se planean más actividades durante la semana después del trabajo, durante los fines de semana o durante los días libres. Quizá sí consigas algunos días de vacaciones para pasar en familia. La sensación de libertad es muy apreciada, aunque solo sea un rato al día. Porque lo que importa es la actitud ante las circunstancias y mostrar a los hijos que en sus vacaciones: ellos son lo primero después de haber cumplido con las obligaciones laborales.
Los juguetes por ejemplo, son importantes para tus hijos y su desarrollo… Pero estar y disfrutar a tu lado tiene un impacto mucho mayor en el bienestar emocional de los hijos. Las experiencias familiares en vacaciones producen en los niños una gran sensación de bienestar emocional que se transforma en felicidad, en unión familiar y en vínculo afectivo. Los viajes de vacaciones (aunque sean 3 días), las experiencias diarias (como ir un ratito a la playa después del trabajo), ir a visitar a familiares, quedarse en casa haciendo una cena especial en la terraza para disfrutar del fresco nocturno del verano… Todo esto, ayudará a que los niños sean felices.
Esta felicidad no se puede cambiar por regalos materiales, ni juguetes, ni vídeoconsolas, ni por pasarse el día en la calle jugando a la pelota a pleno sol… Los niños quizá no te lo sepan decir, pero ellos te necesitan a ti. Necesitan saber que después de tus obligaciones laborales en sus vacaciones, ellos son lo primero en tu vida.
Son los mejores recuerdos
Los niños que disfrutan de experiencias familiares durante el verano volverán en septiembre a la escuela con mayor motivación porque se sentirán más felices de las experiencias vividas en familia y sacarán mejores notas. Vivir experiencias familiares (tanto en vacaciones o no), tiene un gran impacto a largo plazo para los niños, porque les ayuda a crecer emocionalmente y a formarse como personas. Las vacaciones y experiencias familiares son los mejores recuerdos cuando se llega a la edad adulta, por lo que es muy importante luchar para que los niños puedan tener una buena memoria familiar y sentir esa felicidad cada vez que piensen en ello.
La felicidad no se consigue a través de cosas materiales, se consigue a través de las experiencias vividas. Y los niños, la encuentran a tu lado, viviendo experiencias familiares en vacaciones.
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