Educación, Salud

¿Cómo puedes estimular el desarrollo cognitivo de un bebé en el primer año de vida?

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Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La mayoría de los padres son conscientes de la importancia de la estimulación temprana en los niños. Conocen los beneficios que tiene la lectura, los juegos de construcción o las actividades sensoriales para su desarrollo cognitivo y, nada más comienzan a dar señales de que pueden articular palabra o son capaces de mantenerse erguidos mientras están sentados, se ponen manos a la obra para involucrarlos en actividades estimulantes. 

Sin embargo, lo que muchos padres no saben es que la estimulación temprana en realidad puede iniciarse desde mucho antes. Los neurólogos coinciden en que desde el primer año de vida es posible estimular el desarrollo cognitivo del bebé y hacer actividades que potencien su inteligencia y sus capacidades intelectuales. 

¿Por qué es importante potenciar el desarrollo cognitivo de un bebé desde una edad temprana?

Estimular el desarrollo cognitivo del bebé durante el primer año de vida va mucho más allá de trabajar su atención, ayudarlo a reconocer el mundo o enseñarlo a hablar, también implica fomentar su curiosidad por descubrir el entorno que lo rodea y su interés por aprender. A esta edad es importante desarrollar en el bebé su capacidad para entender la información y potenciar su motivación para que sea capaz de resolver problemas mediante el ensayo y error en lugar de tirar la toalla a la primera. 

Esto no solo le permitirá al bebé desarrollar las bases de sus habilidades intelectuales, sino que contribuirá a que consolide su interés por el aprendizaje. Un niño con curiosidad y ganas de aprender será capaz de captar, comprender y utilizar mejor la información que recibe de su entorno y, por tanto, desarrollará probablemente una mayor inteligencia, entendida no solo como el coeficiente intelectual sino también como su capacidad para relacionarse y entender el mundo que le rodea. 

Es importante tener en cuenta que durante el primer año de vida de un bebé se crean muchísimas conexiones neuronales nuevas que son las que sentarán la base de las estructuras cognitivas. Por eso, la estimulación temprana cobra un sentido especial ya que fomenta la creación de nuevas conexiones cerebrales y permite ir perfilando muchas de las habilidades innatas del bebé o facilitándole la adquisición de nuevas habilidades.  

A la larga, la estimulación de las capacidades cognitivas infantiles también contribuirá a fortalecer el vínculo emocional entre padres e hijos desde una edad muy temprana. Cuando los padres dedican tiempo a hablar con sus bebés, interactúan con ellos en diferentes entornos, tienen la paciencia para explicarles cómo funciona el mundo y están atentos a sus necesidades en todo momento no solo los ayudan a crecer y desarrollarse, sino que empiezan a forjar un lazo afectivo que seguramente durará para toda la vida.   

7 recomendaciones sencillas pero efectivas para potenciar la inteligencia de un bebé

Para fomentar el desarrollo cognitivo de un bebé durante su primer año de vida no es necesario recurrir a actividades demasiado estructuradas o complejas, existen muchísimas tareas muy sencillas que puedes implementar en el día a día que te ayudarán a potenciar su inteligencia. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que cada bebé es un mundo, de manera que lo que funciona para uno puede no ser efectivo en otro, por lo que debes estar atento a la reacción de tu bebé para que vayas adaptando las actividades a sus necesidades. En este sentido, el neurólogo Álvaro Bilbao brinda algunas claves que debes tener en cuenta para para crear tus propias tareas de estimulación. He aquí algunas de esas y otras recomendaciones que pueden servirte de guía para crear tus propias tareas de estimulación.

1. Háblale mucho

Los bebés aprenden a hablar imitando a los adultos. Por tanto, una de las mejores maneras de estimular su lenguaje y vocabulario desde una edad temprana consiste en hablarle mucho a tu bebé. Ya sea mientras le cambias de ropa, le das de comer o cuando lo bañas, habla con tu hijo/a sobre cualquier tema, descríbele lo que estás haciendo, hazle preguntas o dile el nombre de los artículos u objetos que estás utilizando. En la medida de lo posible, haz inflexiones con la voz para que se vaya familiarizando con los distintos sonidos. 

También puedes leerles cuentos infantiles o ponerle canciones pegadizas que llamen su atención. Y, siempre que sea posible, anímalo a que emita sus propios sonidos, pregúntale e interactúa con él/ella aunque todavía no sea capaz de entender lo que dices. Esta es también una buena manera de sentar las bases de una buena comunicación y forjar un vínculo sólido. 

2. Muéstrale cuánto lo quieres

Los besos, abrazos, masajes o caricias no son solo una manera de hacerle saber a tu hijo cuánto le quieres, sino también una forma de estimular su desarrollo cognitivo y afectivo. Así lo reveló una investigación realizada en la Universidad de Columbia Británica y el Instituto de Investigación del Hospital Infantil en el que se analizó el impacto del contacto físico en el desarrollo de 94 niños sanos de 5 semanas. Los resultados mostraron que los niños que recibieron menos abrazos y caricias tenían un perfil molecular subdesarrollado para su edad, lo que significa que mostraban un retraso en el desarrollo biológico. 

Y es que el contacto físico y las muestras de afecto no solo son un recurso para expresar cariño al bebé, sino que también contribuyen a fomentar su desarrollo cerebral y psicológico ya que, además, este tipo de comportamiento estimula la segregación de endorfinas, un tipo de hormona que genera una gran sensación de calma y bienestar. A largo plazo, también es un buen recurso para fomentar el apego seguro y ayudar a tu hijo a que se sienta protegido a tu lado.

3. Fomenta el juego libre

El juego es una de las mejores formas de estimular a tu bebé y fomentar su desarrollo cognitivo. Mientras el pequeño juega no solo se divierte, sino que va descubriendo poco a poco el mundo que lo rodea y experimentando todo tipo de sensaciones. Es una excelente manera de motivarlo a que explore el mundo y vaya perfilando muchas de sus habilidades. Obviamente, para conseguir esto es importante adaptar el juego a su edad y dejar que sea el bebé quien decida libremente a qué y cómo quiere jugar.

Un recurso excelente consiste en dejarlo en un espacio cómodo y seguro con distintos juguetes y objetos de diferentes texturas, con o sin sonidos y de varios colores para que, poco a poco, se vaya familiarizando con todos estos estímulos. Déjalo que descubra las texturas por su cuenta, que se lleve los objetos a la boca y manipule los juguetes como se le antoje. De esta manera, será el propio niño quien estará marcando las pautas de su aprendizaje.

4. Permite que experimente

El juego es una actividad ideal para que los niños descubran su entorno y sus propias habilidades, pero si en realidad quieres fomentar su desarrollo también deberías permitirles que interactúen con el mundo en cualquier momento y situación. Obviamente, siempre y cuando sea seguro para su integridad. El bebé debe sentirse libre para explorar el mundo que le rodea, tocar las hojas de los árboles, descubrir nuevos sabores o nuevas sensaciones en su piel. 

Para ello, sácalo del cochecito cuando estáis en la naturaleza y permite que se acerque a las plantas, deja que interactúe con la mascota de casa, que coma con sus manos, aunque se ensucie, y que coja objetos de su entorno y los analice. Esta también es una manera de aprender, a la vez que le estarás enseñando a sentirse seguro y confiado en su entorno.

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5. Evita que llore solo

Los bebés lloran, a veces más de la cuenta. Lloran cuando tienen hambre, pero también cuando están incómodos, tienen sueño o quieren llamar la atención de sus padres. Es la manera que tienen de comunicarse con el mundo y transmitir sus necesidades. El llanto es su “lenguaje” hasta que son capaces de comunicarse a través de las palabras. Por tanto, no pasa nada porque los bebés lloren, es completamente normal y no deberías intentar evitarlo. Sin embargo, cuando llore no debería hacerlo solo, sino en tu compañía.

Cuando los niños lloran inconsolablemente y nadie les hace caso, terminan por dejar de hacerlo, pero tiene un gran coste ya que hace que se sientan solos, desprotegidos e inseguros. Y esto no solo puede afectar su adecuado desarrollo afectivo y dañar la confianza que tienen en sus padres, sino que además puede tener un impacto negativo en su desarrollo cognitivo, retrasando la adquisición de nuevas habilidades y capacidades. Para evitarlo, intenta acompañar y consolar a tu bebé cada vez que llore.   

6. Anímalo a resolver problemas

Cuando los bebés nacen son muy indefensos y no son capaces de solucionar problemas. Sin embargo, a medida que crecen comienzan a mostrar interés por descubrir cómo funciona el mundo a su alrededor y, poco a poco, intentan solucionar los retos que se encuentran en el día a día. Para ti puede parecer una sencillez que tu bebé sea capaz de separar las partes de un muñeco, pero para él será un gran descubrimiento y una gran oportunidad para desarrollar su pensamiento abstracto. Por tanto, siempre que sea posible bríndale pequeños retos que le ayuden a superarse a sí mismo, como levantarse para agarrar algo o llenar un recipiente de objetos. 

Por supuesto, es importante que no le plantees retos para los que aún no está preparado ya que esto podría frustrarlo y hacer que quiera abandonar la tarea. Lo ideal es que las actividades que le propongas sean muy sencillas y que, poco a poco, vayas aumentando su complejidad según va ganando en habilidades y astucia. Una excelente manera de estimular su cerebro y su curiosidad por el entorno. 

7. Mantenlo alejado de las pantallas

Para muchos padres las pantallas se han convertido en un recurso relativamente económico y práctico con el cual entretener a sus hijos mientras avanzan otras tareas en casa. Sin embargo, se ha demostrado que el uso de las pantallas durante el primer año de vida puede retrasar el desarrollo infantil, sobre todo en lo que respecta a la capacidad para resolver problemas y las habilidades comunicativas. Por tanto, en lugar de elegir las pantallas para entretener a tu bebé, apuesta por estimular el juego y pasar más tiempo con él

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