Educación, Salud

¿Qué no es TDAH?

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Qué es TDAH
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un problema muy frecuente en la población infantil. De hecho, en los últimos años el número de casos diagnosticados se ha disparado y hoy se estima que más del 10% de los niños sufre este problema.

Sin embargo, el hecho de que se trate de un trastorno tan frecuente no significa que las personas conozcan sus características. Desgraciadamente, aún subsisten muchas concepciones erróneas sobre esta psicopatología, sobre todo porque en algunos casos puede aparecer junto a otros problemas, como las dificultades de aprendizaje, los trastornos de la coordinación motriz, los tics o el trastorno oposicionista desafiante.

5 concepciones erróneas sobre el TDAH

1. El TDAH no implica un retraso mental

Los niños que sufren TDAH tienen problemas para concentrarse en clase porque cualquier estímulo desvirtúa su atención. Como resultado, es usual que sus calificaciones no sean buenas y que presenten problemas en el cálculo y la lecto-escritura. Sin embargo, no existe ningún problema de inteligencia de base, no hay ningún tipo de retraso mental. Una vez que el niño logra concentrarse en las clases y estudia a cabalidad las materias, puede obtener buenas notas.

2. El TDAH no es una falta de motivación

Los niños con TDAH no prestan atención a las clases porque no pueden, no porque se sientan desmotivados. En la mayoría de las personas el sistema atencional funciona de forma automática, si queremos prestarle atención a algo, simplemente nos focalizamos en ello. Sin embargo, en el TDAH este sistema está dañado por lo que cualquier estímulo, por nimio que sea, se convierte en una distracción. De hecho, los niños con TDAH a menudo son catalogados como perezosos, desmotivados e irresponsables, pero en realidad no es así.

3. El TDAH no encierra una mala conducta intencionada

Muchas personas catalogan a los niños con TDAH como malcriados, piensan que este trastorno es el resultado de una educación incorrecta, de la falta de límites o que se trata simplemente de la tozudez de un niño. Sin embargo, el TDAH implica una deficiencia en los circuitos que controlan los comportamientos conscientes. En práctica, al niño le resulta difícil controlar su impulsividad, no se trata de que quiera portarse mal sino de que tiene dificultades para mantener bajo control sus impulsos. Por eso, puede responder antes de que terminen de plantearle la pregunta o actúa irreflexivamente, sin pensar demasiado en las consecuencias de sus actos o palabras.

Qué no es TDAH

4. El TDAH no implica una incapacidad total para fijar la atención

Aunque el TDAH tiene en su base un problema de atención, no significa que el niño no sea capaz de concentrarse en ninguna actividad. Hay pequeños con TDAH que pueden ensimismarse en determinadas actividades. De hecho, la hiperfocalización es una de las características que las personas con TDAH comparten con los genios.

5. El TDAH no es un trastorno de conducta antisocial

Los niños con TDAH a menudo tienen problemas con los profesores, responden de mala forma, no acatan las órdenes y pueden buscar pelea con sus compañeros de colegio pero no se trata de una conducta antisocial propiamente dicha ya que no hay una intencionalidad. Estos síntomas más bien son producto de la desatención, los olvidos y la impulsividad, así como de la frustración que provocan los mensajes negativos que reciben cada día.

Como colofón, se debe aclarar que existen diferentes subtipos del TDAH, algunos son más leves y otros pueden llegar a ser más discapacitantes. En todo caso, es importante realizar un diagnóstico cuando antes porque sin el tratamiento adecuado, aumenta el riesgo de que aparezcan otros trastornos o problemas asociados, como el fracaso escolar o incluso un trastorno bipolar.

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