Familia

Fuentes de ansiedad en la familia: ¿cómo gestionarlas eficazmente?

Detectar la ansiedad en la familia y gestionarla es esencial para su buen funcionamiento

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Ansiedad en la familia
Nuria Capdevila

Nuria CapdevilaMaestra y pedagoga

Pasar tiempo en familia es algo que a todos nos encanta y, de hecho, es percibido como uno de los mejores momentos del día. Sin embargo, hay situaciones que pueden llevar a los diferentes miembros de la familia a experimentar emociones negativas, como puede ser la ansiedad. Ser capaces de identificar estas situaciones y buscar la solución adecuada es el primer paso para garantizar el bienestar de la familia.

¿Cómo identificar y gestionar las principales causas de ansiedad familiar?

En la actualidad, podemos identificar 10 fuentes principales de ansiedad en el seno familiar, las cuales impactan negativamente en la salud de los miembros que la componen. Aprender a identificarlas y gestionarlas es esencial para prevenir trastornos de ansiedad generalizados, los cuales pueden desembocar en problemas de salud mucho más graves.

1. Discusiones familiares que desembocan en crisis profundas

Siempre hay momentos en los que, por diferentes motivos, hay discusiones entre los miembros de la familia. Sin embargo, estas acaban siendo un problema cuando se repiten constantemente y no hay una persona que medie en ellas para encontrar soluciones.

Las consecuencias de estas situaciones serán más o menos graves en función de la intensidad y periodicidad de estas. Así pues, la comunicación efectiva es fundamental en estos casos, ya que es la única manera de resolver estos conflictos cotidianos.

2. Maltrato físico o psicológico

El hecho de que haya violencia física o psicológica en la familia es una de las causas más comunes de la ansiedad en familia. No se trata solo de la violencia entre la pareja, sino también aquella que se da entre padres e hijos. Si estas situaciones se vuelven recurrentes, no solamente acaban con la autoestima de los miembros de la familia, sino que también se generan episodios de ansiedad muy difíciles de tratar.

Cuando se dan episodios de violencia en el núcleo familiar, a cualquier nivel, es necesario recurrir a profesionales, así como acabar con estos vínculos tóxicos lo más rápidamente posible. Creer que todo se solucionará con el tiempo es un error que puede conllevar a situaciones, cada vez, más complejas y difíciles de gestionar.

3. Inestabilidad económica

El hecho de no disponer de los recursos económicos necesarios para satisfacer las necesidades de la familia es otra de las fuentes de ansiedad más generalizadas. Dado que los cuidadores sienten impotencia ante lo que consideran el incumplimiento de sus obligaciones en este aspecto, las discusiones se vuelven más frecuentes, afectando los vínculos afectivos. Así, resulta fundamental una buena comunicación en la que se puedan establecer límites y normas necesarias que permitan minimizar las consecuencias de esta situación.

Causas de ansiedad familiar

4. Separaciones y divorcios

Sin duda alguna, una de las situaciones más comunes de ansiedad en la familia son las separaciones. Sean de mutuo acuerdo o no, estas situaciones generan miedos e inestabilidad, lo que se traduce en episodios repetidos de ansiedad.

Evitar la ansiedad en estos casos puede resultar muy complicado, por lo que acudir a profesionales acaba siendo una de las mejores opciones, sobre todo, en el caso de los menores.

5. Celos entre hermanos

Los celos entre hermanos es algo que todas las familias vivimos y, hasta cierto punto, es normal. Nuestros hijos “luchan” por la atención de los padres, algo que tiene sus bases en nuestra biología. Sin embargo, a medida que los hijos crecen, estas situaciones deberían irse resolviendo por sí solas. Cuando esto no sucede y los celos siguen presentes en la vida familiar durante mucho tiempo, se generan tensiones que afectan a las relaciones familiares.

En este caso, una vez se pone de manifiesto la necesidad de establecer límites y normas que todos los miembros de la familia deben cumplir. Así mismo, pasar tiempo de calidad y atender las necesidades individuales ayudará a afianzar los vínculos familiares.

6. Influencia excesiva y conflictos con la familia política

La familia política puede ser una de las causas de ansiedad en el seno familiar, sobre todo, si esta tiene influencia sobre alguno de los miembros de la pareja. Así, es importante evitar que estas personas tengan control sobre las normas o límites de la familia, del mismo modo que resulta esencial evitar que se minusvalore a alguna de las partes.

7. Enfermedades

Una enfermedad en la familia es causa de ansiedad y es que todos nos desvivimos para que los nuestros gocen de una buena salud. Aceptar la situación y buscar apoyo, tanto familiar como profesional, es vital para evitar cuadros de ansiedad y otros trastornos que afecten de forma permanente nuestra salud mental.

Ansiedad familiar

8. Adicciones

Las adicciones siempre serán causa de malestar en la familia. El hecho de que haya adicciones se traduce en problemas sociales, económicos y psicológicos. Por ello, resulta fundamental buscar ayuda profesional tan pronto como se detecte esta situación.

9. Comunicación escasa o nula

Otra de las fuentes principales de ansiedad en la familia es la falta de comunicación o bien cuando esta no es efectiva. En estas situaciones, las emociones reprimidas y no gestionadas serán las causantes de los cuadros de ansiedad, más o menos graves de acuerdo con la naturaleza de estas.

Establecer una comunicación efectiva implica escuchar activamente a todos los miembros de la familia, validar sus emociones y trabajar conjuntamente para encontrar soluciones a los problemas.

10. Accidentes u otros sucesos traumáticos

Los accidentes no se pueden prever y esto es lo que les convierte en una fuente de ansiedad en la familia. Así, en estos casos, es necesario recurrir a profesionales que nos ayuden a gestionar nuestras emociones y, por ende, minimizar las consecuencias de la ansiedad prolongada.

Presentar cuadros de ansiedad ante determinadas situaciones de nuestra vida es normal, aunque esto no significa que debamos normalizarlos. Mantener una comunicación abierta con la familia, nos ayudará a identificar estas situaciones y nos permitirá encontrar soluciones efectivas. Así mismo, resulta fundamental reconocer aquellos casos en los que es necesario recibir ayuda profesional y contar con el apoyo de todos los miembros de la unidad familiar.

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