Familia

¿Tu hijo tiene ‘mamitis’? No te preocupes, es normal

Su buen desarrollo emocional depende del cariño que reciba

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mamitis
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Es posible que alguna vez hayas escuchado que tu hijo o hija está ‘mimado’ o que lo tienes demasiado ‘consentido/a’ porque tiene ‘mamitis’. Pero la realidad es que tener mamitis es lo más normal del mundo. A un niño que tiene ‘mamitis’ lo asocian con un niño que no sabe valerse por sí mismo y que necesita ‘refugiarse’ entre las faldas de su madre a menudo porque es dependiente y muy emocional. Pero esto no tiene que ser así en absoluto.

También es posible que hayas escuchado en alguna ocasión cosas como que debes dejarle llorar para que se acostumbre a calmarse solo, que aprenda a estar sin ti. Pero la realidad es que estos consejos aunque sean bien intencionados, están muy lejos de ser acertados. Si tu hijo tiene menos de 6 años es lo más normal del mundo que quiera estar contigo, pero es que además de que es normal también es saludable para ellos y para su equilibrio y desarrollo emocional.

La mamitis en los niños

Es saludable y necesario que los niños tengan una relación estrecha con su madre, un vínculo estable que también se deberá forjar con la figura paterna. Esto aportará estabilidad y confort emocional a los pequeños. Este vínculo también se puede crear con la persona principal que haya cuidado del pequeño/a en el caso que no sea la madre, aunque normalmente suele ser la figura materna quien se encarga del cuidado de los pequeños.

Por este motivo se suele escuchar más el término ‘mamitis’ y no otro. Pero esta relación de apego con la madre (o con el cuidado principal) es necesaria porque aunque no lo parezca, a la larga, le ayudará a ser más independiente y seguro/a de sí mismo/a.

mamitis niños

La dependencia es indispensable para poder crear una personalidad independiente. Los niños necesitan a sus madres y a sus cuidadores principales para descubrir el mundo, para que sean sus guías, para saber cuáles son las normas y dónde están los límites. Este es un aprendizaje necesario que tiene lugar a lo largo de los primeros años de vida. Los niños imitan lo que ven, aprenden de sus cuidadores para superar esa dependencia y saber que son capaces.

¿Cómo podría aprender un niño de sus padres si no estuviera con ellos gran parte del día? Es imposible. La realidad es que esta sociedad parece que no quiere entender las necesidades de los niños y solo buscan la productividad adulta. Pero los padres deben pasar más tiempo con sus hijos, sí o sí. Los niños juegan solos a veces, y eso está bien, pero lo saludable es que también quieran jugar con sus padres. Lo importante no es el juguete que tiene el niño entre manos, sino el juego que está realizando con sus padres o con otros.

Si tu hijo tiene ‘mamitis’, disfruta

Si tu hijo tiene ‘mamitis’ simplemente disfrútalo porque no durará toda la vida. Los niños necesitan crecer en armonía, dentro de un hogar donde prime el amor y los padres estén dispuestos a poder darles todo su amor incondicional, atender a sus emociones, ayudarles a entenderlas y a que se sientan bien aprendiendo a canalizar las emociones más intensas.

Si en cambio, tu respuesta a las demandas emocionales de tus hijos no son correspondidas y permites que tu hijo llore, que se sienta abandonado emocionalmente o no le das todo el amor que necesita, entonces tu hijo puede romper ese vínculo contigo o que se vea duramente sesgado. Tu hijo crecerá dentro de la inseguridad y pensará que se debe ganar tu amor, por lo que entonces, sí podrá crecer teniendo dependencia emocional. Los niños necesitan sentirse seguros, protegidos y emocionalmente equilibrados.

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