Familia

No importa lo mal que vayan las cosas, el amor por mis hijos me obliga a avanzar

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Amor por mis hijos
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Cuando se es madre se descubren cosas que antes de serlo no se podían ni imaginar. En el momento en que al fin tienes a tu bebé en brazos sabes que será tu motor para avanzar, para vivir, para luchar… Tus hijos te regalan el sentir el amor maternal y esa fuerza no se puede describir con nada en el mundo.

Siempre hacia adelante

El amor de madre es el más poderoso que existe en el planeta y en todo el universo. No importan las circunstancias de la vida, ni el cansancio, ni el desorden… el caos se vuelve en orden en el instante que ves la sonrisa de tus hijos en sus rostros. Quizá te sientas ahogada con tantos pagos a final de mes, con tantas horas de trabajo, con tantas responsabilidades durante el día… Pero sabes que tu prioridad son tus hijos, ante cualquier cosa que ocurra.

Incluso si desafortunadamente te tocan vivir desgracias que te ahoguen el corazón y te inunden de pena… Solo con  mirar a tus hijos puedes sentir esa fuerza interna rugiendo que te obliga a seguir, a avanzar, a seguir luchando. Te das cuenta de que la esperanza a pesar de la tristeza existe y te debes aferrar a ella por tu bien, y por el de tus hijos.

Comienzas a notar que dentro de ti existe una fuerza que desconocías. Te conviertes en un ser protector lleno de luz que ilumina a toda la familia, que sabe dar calor en un hogar… te conviertes en el pilar de tu familia. Eres fundamental aunque a veces no lo creas… Sin ti nada sería lo mismo. Tu familia te necesita. Tus hijos te necesitan cerca para forjar sus alas y que en un futuro sean capaces de emprender el vuelo gracias a tus instrucciones y a todo lo que les has transmitido en los años de crianza.

Sacrificio madre

El sacrificio de ser madre

Sí, ser madre tiene indudables recompensas pero también sacrificios. Desde que te conviertes en madre las preocupaciones estarán en tu corazón asentadas, solo querrás que tus hijos estén bien todo el tiempo. Cualquier cosa que les ocurra a ellos te dolerá más a ti, tú sufrirás más, derramarás sus lágrimas.

En ocasiones sentirás mal humor, y tal cansancio que pensarás que la vida no es justa contigo, reñirás a tus hijos, te harán llorar, pensarás a veces que no eres capaz de hacer las cosas bien… Pero la realidad es que te equivocas, porque dentro de tu sacrificio está tu perfección. Perfección como madre en un mundo imperfecto.

Pero en esos momentos más bajos de la vida, tus hijos te llenarán el corazón con sus sonrisas dulces e inocentes. Te recordarán que la vida puede ser mucho más simple que todo lo que pasa por tu cabeza. Te harán reír en los momentos más inesperados… Y sus abrazos y sus palabras de aliento “te quiero, mamá”, harán rugir de nuevo a esa leona dentro de ti para sacar esa fuerza que tienes dentro y que aunque a veces duerma, nunca desaparece.

Para tus hijos eres perfecta

No te castigues pensando cosas sin sentido sobre ti. Para tus hijos no hay dos como tú. Eres perfecta así de gruñona. Maravillosa cuando mandas e incluso cuando lloras de cansancio. Porque tú eres su madre y no hay otra igual en el universo. Eres el pilar de su vida, tú le trajiste al mundo… eres la persona más grande y maravillosa que existe en su corazón y eso, no cambiará con nada.

Cuando más cansada te sientas, sonríe a tus hijos porque merecen que lo hagas y tú también lo necesitas. Abrázalos para que te den esa fuerza, para despertar a la leona que llevas dentro. Siente ese rugido, porque significa que tu lucha, tu vida y tu futuro… están al lado de tu sacrificio, tu amor incondicional y tu familia.

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