Familia

Razones por las que llora una madre de un niño especial

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Ser madre de un niño especial
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Sí, si eres una madre de un niño o una niña con necesidades especiales, es normal que llores. De hecho, es saludable que lo hagas. Necesitas llorar y no debes reprimirte ni sentir vergüenza por eso. Todas las madres lloran por sus hijos, por las preocupaciones que se les pasan por la cabeza. No te sientas mal por llorar, no eres menos madre por ello.

Madres especiales

Las madres de niños especiales son madres especiales. Debes saber que cuando una madre de un niño especial llora, no lo hace por la discapacidad o características de su hijo. Esa madre quiere a su hijo tal y como es, con su discapacidad o sin ella, le ama de la manera más incondicional que exista y eso, será así hasta el fin de sus días. Entonces, ¿por qué llora una madre de un niño especial? Su llanto es debido a otras cosas, muy diferentes a la discapacidad o características especiales de su pequeño.

Desgraciadamente existen muchos motivos por las que una madre de un niño especial llorar. ¿Quieres algunos ejemplos?

  • Por las injusticias. Las injusticias que tiene que vivir su hijo solo por la condición con la que ha nacido. Una sociedad poco comprensiva suele cometer injusticias con los que menos debería hacerlo.
  • Por la discriminación. Una madre de un niño especial llora por la discriminación en las aulas, en la sociedad e incluso por los largos procedimientos médicos… procedimientos que duelen en el fondo de su corazón.
  • Por impotencia. Llora por la impotencia de no saber qué hacer en ciertas crisis que pueda tener su hijo. Impotencia de que su hijo no sepa expresar lo que siente ni decir qué le pasa.

Hijo con discapacidad

  • Por cansancio. Ser madre es agotador, pero ser madre de un niño especial aún lo es mucho más.
  • Por la lucha. Una madre especial tiene que luchar con uñas y dientes por su hijo en esta sociedad. La lucha es incesante y aunque a veces cansa y es complicado, saca las fuerzas de donde sea porque su hijo la necesita.
  • Por la no aceptación. Una madre de un niño especial sufre por la no aceptación porque a veces los niños especiales son rechazados por su propia familia. La falta de información y de conocimiento hacia ciertas discapacidades o características concretas provoca el rechazo de las personas.
  • Por miedo. Miedo a qué pasará con su hijo cuando ella ya no esté en este mundo. ¿Quién le atenderá? ¿Cómo podrá desarrollarse en un mundo donde la discapacidad aún es vista como un tema tabú? También tiene miedo a que su hijo no sepa vivir o a que le falte a ella la vida en cuanto a su hijo le falte el aliento.

Una madre especial no llora por la discapacidad, llora porque siente a su hijo en lo más profundo de su ser. Una madre especial es una madre coraje, valiente y fuerte. Luchadora como la que más, de las que sabe que no importa lo que pase en su vida, su lucha siempre valdrá la pena.

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