Familia

El nido vacío: qué hacer cuando los hijos se van de casa

Manejando el cambio: aprende a disfrutar de tu hogar sin hijos y redescubre tu vida

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Nido vacío
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Si eres padre o madre, seguramente has vivido o vivirás en algún momento la sensación de nido vacío. Se trata de un sentimiento de tristeza, soledad y vacío que surge cuando los hijos se independizan y dejan el hogar familiar. Es una etapa normal y natural de la vida, pero que puede resultar difícil de afrontar para algunos padres y madres.

Si te sientes así porque tus hijos se han marchado del hogar, no eres el único. La sensación de nido vacío no es una enfermedad, sino una etapa normal del ciclo vital. Sin embargo, puede afectar negativamente a tu bienestar emocional, tu autoestima y tu relación de pareja si no la afrontas adecuadamente.

Qué hacer para superar la sensación del nido vacío

Para que esto no te ocurra, vamos a darte algunos consejos con el fin de que puedas superar esta situación y así poder disfrutar de esta nueva etapa en tu vida.

Reconoce y expresa tus emociones

Es normal que sientas tristeza, nostalgia, ansiedad o incluso culpa cuando tus hijos se van de casa. No reprimas ni niegues tus sentimientos, sino acéptalos como parte del proceso de adaptación. Comparte tus emociones con tu pareja, tus amigos o un profesional si lo necesitas. Verbalizar lo que sientes te ayudará a liberar tensiones y a sentirte más comprendido.

Redescubre tu identidad

Durante años, tu rol principal ha sido el de padre o madre, pero este no es el único. Ahora que tienes más tiempo y espacio para ti, puedes dedicarte a explorar otras facetas de tu personalidad, tus gustos, tus aficiones y tus sueños. ¿Qué te apasiona? ¿Qué te hace feliz? ¿Qué te gustaría aprender o hacer? Busca actividades que te motiven, te diviertan y te enriquezcan como persona.

Cuida tu relación de pareja

Si tienes pareja, es probable que la convivencia con tus hijos haya eclipsado tu intimidad y complicidad con ella. Ahora que estáis solos, podéis aprovechar para reavivar la llama del amor, comunicaros mejor, compartir proyectos e intereses comunes y disfrutar de vuestra sexualidad. También podéis planear escapadas románticas, cenas especiales o sorpresas que os hagan ilusión.

Cuida de ti mismo

Ahora que tienes más tiempo libre, puedes dedicarlo a cuidar tu salud física y mental. Practica algún deporte o ejercicio que te guste, sigue una alimentación equilibrada, duerme bien y relájate. También puedes mimarte con algún capricho, como un masaje, una sesión de belleza o una compra especial.

Hogar sin hijos

Mantén el contacto con tus hijos

El hecho de que tus hijos se hayan ido de casa no significa que hayan cortado el vínculo contigo. Al contrario, podéis seguir manteniendo una relación cercana y afectuosa, pero basada en el respeto, la confianza y la autonomía. Llámalos con frecuencia, envíales mensajes, visítalos cuando puedas y muéstrales tu apoyo y tu orgullo por sus logros. Pero no seas invasivo ni controlador, deja que vivan su propia vida.

Amplía tu red social

A veces, la sensación de nido vacío puede provocar aislamiento o depresión. Para evitarlo, es importante que mantengas o crees vínculos sociales con otras personas que te aporten compañía, aprecio y diversión. Puedes quedar con tus amigos de siempre, hacer nuevos amigos en grupos o asociaciones afines a tus intereses, participar en actividades culturales o voluntariado o relacionarte con tus vecinos o familiares.

Aunque sientas un vacío, es solo temporal

Estás comenzando una nueva etapa de tu vida, y tus hijos también. Ahora son adultos y son capaces de valerse por sí mismos. Esto significa que has hecho y sigues haciendo un buen trabajo como padre o madre aunque ahora sientas el nido vacío.

Siéntete orgulloso/a porque has logrado que tus hijos se conviertan en adultos de éxito y ahora ellos, también inician una nueva etapa en su vida. Están logrando ser personas independientes, siendo personas equilibradas y todo esto, es gracias a tu labor de madre o padre.

La sensación de nido vacío no tiene por qué ser algo negativo. Al contrario, puede ser una oportunidad para reinventarte, crecer y disfrutar de esta nueva etapa de tu vida con más libertad, tranquilidad y felicidad.

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