Educación

¿Cómo ganarse la confianza y respeto de los niños?

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Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Hace 50 años, la educación de los niños en los hogares era muy rígida. Se creía que les debían respeto absoluto a sus progenitores y que debían obedecerles en todo momento, por lo que a menudo se obviaban sus opiniones, preferencias y sentimientos. Hoy, la manera de entender la educación infantil ha cambiado mucho. Ahora los niños son considerados una parte importante de la familia y, aunque también se les exige respeto hacia los adultos, se priorizan sus necesidades, motivaciones y deseos.

Sin embargo, al pasar de una crianza profundamente rígida y autoritaria a un modelo en el que los niños se convierten en el centro de la atención y los cuidados familiares, muchos progenitores han puesto en práctica un estilo de crianza demasiado permisivo. De hecho, no es extraño que una de las quejas más frecuentes de muchos padres sea sobre la falta de confianza y respeto que caracteriza la relación con sus hijos.

Vale destacar que la obediencia sustentada en la sumisión no es saludable, pero tampoco lo es el exceso de permisividad. Los niños también necesitan algunas normas y límites para sentirse seguros y conferirle un sentido a su mundo. La buena noticia es que existen muchas maneras de educar a los niños en el respeto y crear una relación sólida, basada en la confianza, sin necesidad de recurrir a una educación extremadamente rígida.

7 claves para crear una relación de confianza y respeto con los niños

Existen muchas formas de educar a un niño sin tener que recurrir a las amenazas y los castigos. La clave radica en escuchar más a los pequeños para comprender su comportamiento, dedicar tiempo a la relación y establecer pocas normas que los niños puedan comprender. Estas son otras claves que pueden ayudarte:

1. Corrige el comportamiento infantil, pero de forma asertiva

Hay diferentes maneras de corregir el comportamiento de los niños. Es muy distinto decirles “Cállate, me estás molestando” a “Por favor, ¿puedes hacer silencio que necesito concentrarme?”. Tus palabras y comportamientos pueden marcar la diferencia y convertirse en un ejemplo para los niños sobre cómo relacionarse de manera respetuosa. Por tanto, no tengas reparos en corregir la conducta de tus hijos, pero hazlo con sensibilidad y utilizando las palabras adecuadas.

2. Utiliza el castigo, pero asegúrate de que sea educativo

A veces es necesario castigar a los niños para corregir un comportamiento negativo recurrente. Sin embargo, el miedo que genera el castigo no es educativo, es importante que tus hijos comprendan los motivos, es decir, que entiendan qué han hecho mal y por qué. Asimismo, debes brindarles otras alternativas de conducta para que sepan cómo comportarse en una situación similar en el futuro. Y recuerda, no utilices jamás frases que humillen a los pequeños o que les pongan etiquetas como: “No se hace así, eres un inútil” o “Eres muy torpe”. Esas frases pueden dañar su autoestima de por vida.

3. Conviértete en un buen ejemplo a seguir

Cuando los niños son pequeños, aprenden fundamentalmente por imitación. Eso significa que el ejemplo de los padres es fundamental para que se comporten de manera respetuosa con los demás. Si te equivocas, pídeles disculpas. Si estás enfadado por su comportamiento, intenta mantener la calma y escuchar lo que quieren decir. Si te preguntan por qué estás enfadado, triste o preocupado, sé sincero y explícales lo que sucede de manera sencilla. Si los niños ven que en casa os respetáis y sois sinceros entre vosotros, seguramente imitarán este comportamiento y se convertirán en personas que establecen relaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo.

4. No reprimas sus emociones, enséñale a expresarlas

Las emociones son reacciones naturales que transmiten los sentimientos más profundos de los niños, por eso nunca se les debe prohibir que las expresen. Evita decirles frases como “los niños no lloran” o “no debes enfadarte”. En cambio, los niños deben aprender que todas las reacciones emocionales, incluso las negativas, son totalmente válidas. Eso sí, es importante que les enseñes a expresarlas de la manera más asertiva posible a través de técnicas de autocontrol, gestión de la ira y ejercicios de expresión corporal.

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5. Abraza la sinceridad

Para respetar a alguien es necesario confiar en esa persona. Por eso, si quieres ganarte la confianza y el respeto de los niños es importante que confiéis el uno en el otro. No les mientas ni les engañes porque se sentirán decepcionados y traicionados. Si los niños creen que no pueden confiar en ti, no solo no te respetarán, sino que tampoco serán sinceros contigo. Por eso, diles siempre la verdad, incluso cuando sea difícil de explicar. En estos casos, intenta encontrar las mejores palabras para que tu hijo pueda comprender lo que sucede, pero no le escondas nada ya que en tu intento de protegerles podrías perder su confianza.

6. Establece normas de convivencia claras

En cualquier hogar es importante que los miembros se respeten y tengan su espacio personal, incluidos los niños. Deben aprender desde pequeños que no deben molestar a los demás ni invadir su espacio sin su consentimiento, de la misma manera que el resto de las personas debe respetar su espacio personal. Vale destacar que esto también es válido para los niños más pequeños o las mascotas que convivan en el hogar. Establecer normas básicas de convivencia no solo ayuda a organizar el día a día, sino que garantiza el respeto común y la confianza entre los miembros de la familia.

7. Pide su opinión y respeta sus decisiones

A medida que los niños crecen, es importante que tengas en cuenta sus opiniones. De esta manera no solo te muestras más receptivo a sus ideas y deseos, sino que les haces saber que su opinión importa, lo cual reforzará su autoestima y autovaloración a largo plazo mientras sienta las bases para crear una relación sustentada en la confianza y el respeto mutuos. Por tanto, siempre que sea posible, pregúntales qué piensan sobre las decisiones que le afectan directamente. Cuando no compartas su decisión o no te sea posible tenerla en cuenta, hazle saber que a pesar de ello siempre pueden contar contigo y que estarás a su lado para apoyarle cuando más lo necesiten.

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