Educación

Niños manipuladores: ¿Qué hacer?

Consejos educativos si tu hijo ha aprendido a ser manipulador

Niños manipuladores
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Solemos asociar la infancia con la inocencia y la honestidad. Sin embargo, los niños son como esponjas, lo cual significa que no solo aprenden lo bueno sino que también ponen en práctica comportamientos y actitudes que dejan mucho que desear y que incluso pueden poner contra las cuerdas a sus padres, como la manipulación.

Un niño no nace siendo manipulador, lo aprende

Ante todo, es importante que los padres sean conscientes de que los niños no nacen teniendo un “gen manipulador”, ni están programados para engañar y mentir. Si un niño comienza a manipular a los demás, es porque lo ha aprendido, probablemente de alguien cercano de su entorno.

Por supuesto, no siempre se trata de un aprendizaje por imitación, en otros casos el niño puede haber aprendido por sí solo que determinadas palabras, comportamientos o actitudes le permiten alcanzar sus objetivos con mayor facilidad. Es decir, el pequeño se ha dado cuenta de que cuando lloraba o tenía una rabieta, sus padres cedían a sus deseos.

Por tanto, detrás de un niño manipulador siempre se encuentra, en mayor o menor medida, la responsabilidad de los padres. No obstante, buscar culpables no servirá de nada. Lo más importante es identificar el problema y dar los pasos necesarios para solucionarlo, antes de que la situación empeore.

¿Cómo detener la manipulación infantil?

Si logras entender por qué tu hijo está recurriendo a las conductas manipuladoras, podrás resolver el problema más rápido. Todo lo que debes hacer es prestarle más atención, en aras de identificar patrones recurrentes y situaciones desencadenantes de la manipulación. Pregúntate:

  • ¿Cuándo ocurre? ¿El niño solo manipula durante ciertos momentos del día o de la semana? ¿Solo sucede cuando llega la hora de hacer los deberes o las tareas del hogar? Préstale más atención a sus comportamientos manipuladores e intenta identificar un patrón.

Manipulación de los niños

  • ¿Dónde ocurre? La manipulación podría estar relacionada con ciertos lugares a los que el niño le apetece ir o a los que, al contrario, se niega a ir. Por ejemplo, es habitual que los niños finjan estar enfermos para no ir a la escuela, o que tengan una rabieta para que los padres le lleven al parque o a jugar con su mejor amigo.
  • ¿Con quién ocurre? ¿El niño solo manipula a ciertas personas? Tal vez lo hace solo contigo pero no con tu pareja. En ese caso, es probable que se deba a que cedes más y tu hijo es consciente de ello, por lo que aprovecha tu debilidad.
  • ¿Qué ocurre? Intenta identificar cuáles son las respuestas de manipulación típicas del niño. Por ejemplo, puede ser que se niegue a comer, que tenga una rabieta en público, que llore para no dormir solo en su habitación o que incluso que te amenace. Al conocer cuál es su forma de manipulación, podrás adelantarte a ella.

Una vez que hayas encontrado esos patrones, el próximo paso es reafirmarte como madre o padre. Considera que las conductas manipuladoras tienen el objetivo de hacerte perder el equilibrio y generar dudas. El niño apela al amor que sientes por él y a tu deseo de ser un buen progenitor para manipularte. Por eso, es importante que seas plenamente consciente de que se puede disciplinar con amor y de que no ceder a sus intentos de manipulación es lo mejor que estás haciendo por tu hijo.

En este punto, ha llegado el momento de que retomes el control. Intenta mantener la calma y no dejes que el llanto del niño, sus promesas o sus intentos de culpabilizarte hagan mella en ti. Explícale que esa no es la mejor manera para obtener lo que desea y que no le prestarás atención hasta que no se comporte adecuadamente.

Por supuesto, para romper el ciclo de la manipulación una vez que se ha instaurado se necesita mucha perseverancia. Eso significa que tendrás que mantenerte firme y enseñarle, con mucha paciencia, a pedir lo que desea con educación y respeto. Cuando lo haga, puedes recompensarle. A la vez, es conveniente que le expliques que no siempre podrá obtener lo que desea, es parte de la vida, así le enseñarás a lidiar con la frustración.

Comentarios

  1. Avatar
    Susana Matos

    Saludos, muy buen articulo..
    Tengo un niño de cinco años que tiene ese patrón de manipulación, mi único temor es que las amenazas que me hace, es que se va a escapar de la casa, que se va a agredir con armas blancas y en algunos casos me ha dicho que se va a matar o tirar de un piso alto, nosotros vivimos en una segunda.
    Necesito su opinión, que me sugieres!!..

    1. Avatar
      Anthony Enríquez

      Es importante que tomes en serio las amenazas que tu hijo está haciendo y busques ayuda profesional inmediatamente. Es posible que tu hijo necesite atención médica o terapia para abordar cualquier problema subyacente que pueda estar causando este comportamiento inapropiado. Te recomiendo que hables con el pediatra de tu hijo y busques la ayuda de un terapeuta o consejero calificado. Es importante que tu hijo reciba atención profesional para asegurar su bienestar y seguridad.

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    Endriana Ruiz

    Buen dia,

    Mi hija de 11 años constantemente miente y crea escenarios conflictivos entre familiares cercanos y en ocaciones con mi pareja, una vez que se le descubre la mentira finge estar enferma o herida sentimentalmente.

  3. Avatar
    Anthony Enríquez

    Lo siento mucho que estés pasando por esta situación con tu hija. La mentira y la creación de conflictos pueden ser comportamientos muy frustrantes para los padres y pueden ser difíciles de entender y abordar. Hay varias posibles razones por las que un niño de 11 años puede mentir y crear conflictos, y es importante tratar de entender cuál es la causa subyacente para poder abordar el problema de manera efectiva. Algunas posibles razones por las que un niño puede mentir o crear conflictos incluyen:

    Baja autoestima o inseguridad: Si tu hija se siente insegura o tiene una baja autoestima, puede que trate de atraer la atención de los demás de manera negativa, creando conflictos o mintiendo para conseguir atención o sentirse importante.

    Problemas emocionales o de salud mental: Si tu hija está lidiando con problemas emocionales o de salud mental, como ansiedad o depresión, puede que recurra a la mentira o a la creación de conflictos como una forma de lidiar con sus sentimientos.

    Falta de habilidades sociales: Si tu hija tiene dificultades para interactuar con los demás de manera efectiva, puede recurrir a la mentira o a la creación de conflictos como una forma de llamar la atención o evitar situaciones sociales desafiantes.

    Problemas en el hogar o en la escuela: Si tu hija está pasando por problemas en el hogar o en la escuela, como conflictos con amigos o dificultades académicas, puede recurrir a la mentira o a la creación de conflictos como una forma de distraer la atención de sus problemas o evitar enfrentarlos.

    Para abordar este problema, es importante tratar de entender la causa subyacente y trabajar en ella. Esto podría incluir trabajar con un terapeuta o consejero para ayudar a tu hija a manejar sus emociones y problemas de salud mental, ayudarla a desarrollar habilidades sociales, o trabajar en problemas específicos en el hogar o la escuela. También es importante establecer límites claros y consecuencias para la mentira y la creación de conflictos y enseñar a tu hija cómo resolver problemas de manera saludable.

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