Familia

Tipos de cama para los pequeños de la casa: ¿cómo elegir la más adecuada?

Descubriendo el confort ideal: Claves para elegir la cama infantil perfecta

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Tipos de camas para niños
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El sueño es importante durante todas las etapas de la vida, pero durante la infancia adquiere un protagonismo mayor. Los niños que no duermen lo suficiente tienen más riesgo de sufrir problemas mentales y de comportamiento, desde impulsividad y agresividad hasta depresión y ansiedad, según indicó un estudio realizado en la Universidad de Maryland.

Estos investigadores también apreciaron que la falta de sueño a edades tempranas afecta las funciones cognitivas causando problemas en la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la resolución de conflictos y el aprendizaje. El sueño es fundamental para el desarrollo del cerebro, de manera que dormir menos de nueve horas afecta la materia gris y el volumen de las áreas vinculadas precisamente con la atención, la memoria y el control de la inhibición. 

Para evitar esos problemas y garantizar un sueño reparador a los niños, todo comienza con la elección de una buena cama ya que, a fin de cuentas, es donde pasarán toda la noche, de manera que debe proporcionarles el confort que necesitan para descansar.

Lo primero es lo primero, ¿qué tipos de camas infantiles existen?

A la hora de elegir una cama para los niños, es conveniente conocer los diferentes tipos que existen para poder valorar si sus características se adaptan a tus necesidades.

  1. Camas individuales. Se parecen a las camas para adultos, por lo que son recomendables para los niños mayorcitos. Además del colchón y el somier pueden incluir un cabecero, piecero y algunas tienen bancada, lo cual permite disponer de espacio de almacenamiento adicional.
  2. Camas nido y compactas. Estas camas son unas de las más populares, sobre todo cuando los niños deben compartir habitación con los hermanos o te interesa ampliar el espacio de la zona de juego o de estudio. Las camas nido cuentan con dos zonas superpuestas, por lo que la zona inferior puede ser otra cama o un espacio de almacenamiento. Los modelos compactos son similares, pero cuentan con 3 zonas. 
  3. Tatamis. Se trata de unas camas bajas estilo japonés que se caracterizan porque el colchón queda muy cerca del suelo. La principal ventaja de estas camas es que los niños más pequeños tienen más autonomía ya que pueden acostarse y levantarse solos, sin ayuda. Además, en caso de que se caigan de la cama al moverse por las noches, no se harán daño. 
  4. Literas. Estas camas son una buena opción cuando los hermanos deben compartir habitación pues permiten ganar espacio de suelo. Lo ideal es apostar por los diseños tipo tren en los que la cama superior está desplazada pues, aunque son más grandes que las literas normales, podrás aprovechar el espacio debajo de la cama superior y esta se encuentra a una altura menor, por lo que es más cómoda para los pequeños. Además, esta disposición suele mejorar el sueño de ambos niños confiriendo una mayor sensación de estabilidad y libertad para respirar.
  5. Camas abatibles. Cuando el espacio es un problema o quieres ampliar la zona de juego o estudio, las camas abatibles se convierten en una opción que vale la pena considerar ya que desparecen por completo de la vista, dejando libre la habitación para otros usos. Suele tratarse de muebles muy versátiles, tanto en términos de disposición como de funcionalidad, ya que se combinan con armarios, estantes o cajones.

Los 3 aspectos principales en los que debes fijarte para encontrar la mejor cama infantil

1. Tamaño de la cama

A la hora de elegir el tamaño de la cama infantil, debes tener en cuenta varios detalles. En primer lugar, el espacio donde colocarás la cama. No es la primera vez – y probablemente tampoco será la última – que los padres compran una cama demasiado grande dejándose llevar por la ilusión del momento o enamorados de su diseño para luego descubrir que no cabe en la habitación infantil.

También es importante elegir una medida acorde al niño. A algunos pequeños no les gusta dormir en camas demasiado grandes porque se sienten “desprotegidos”, por lo que es importante que te preguntes si tu hijo se sentirá cómodo y seguro.

Las cunas convertibles, por ejemplo, son una opción excelente ya que irán transformándose a medida que tu hijo crezca. Los adorables modelos de Mondo Convenienza cuentan con cambiador para bebés, pero gracias a sus módulos transformables, se adaptan a las diferentes etapas del desarrollo para garantizar una habitación funcional y brindar a los pequeños de casa una sensación de continuidad y familiaridad.

Tipos de camas infantiles

2. Uso más allá de dormir

También debes tener en cuenta el uso de la cama, un detalle que normalmente pasa desapercibido pero que va de la mano de su tamaño. Si quieres que tu hijo solo la utilice para dormir, un modelo más pequeño será ideal para dejar más espacio libre de suelo. En cambio, si quieres que la cama también sea un espacio de lectura y juego, que el niño use en sus ratos de ocio, tendrá que ser más grande.

3. Seguridad y resistencia

Una cama infantil no solo debe ser cómoda, sino también segura. En el mercado podrás encontrar camas de diferentes estructuras. Las de madera maciza suelen ser preciosas y duraderas, pero también hay estructuras de metal y plástico. 

Detalles como las líneas curvas, en vez de afiladas, y que sean resistentes para soportar los juegos y saltos infantiles son fundamentales. En el caso de las cunas, debes comprobar que los barrotes tienen como mínimo 60 centímetros de altura y 6 centímetros de distancia como máximo entre sí para evitar un accidente. 

También es fundamental que no sea demasiado alta y, si el niño todavía no está acostumbrado a dormir en una cama, lo ideal es elegir un modelo con barandillas por los cuatro lados, con una media barrera de seguridad en la parte delantera para que pequeño pueda subir y bajar, la cual debería ser extraíble para que puedas retirarla cuando tu hijo ya no la necesite.

De hecho, ten en cuenta que el cambio de la cuna a la cama es un muy importante para los pequeños. La sensación de protección que les transmitía la cuna puede desvanecerse con la llegada de la cama, por lo que las barreras pueden actuar psicológicamente como elemento de continuidad y contribuir a replicar esa sensación de seguridad.

En resumen, a la hora de elegir la cama infantil, mira más allá del aspecto estético. Existen muchísimos modelos, diseños y materiales entre los cuales elegir para que puedas encontrar la solución que mejor se adapte a las necesidades de tu hijo y la etapa del desarrollo que está atravesando.

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