Crianza de apego, ¿realmente se crean niños mimados?
Antes de ser padre o madre muchas personas se atreven a opinar. Se atreven a decir a un padre o madre lo que es mejor o lo que es peor para la crianza de su bebé porque ‘la teoría así lo dice’. La teoría y la práctica no van cogidas de la mano y solo cuando se adentra en el mundo de la maternidad y la paternidad es cuando se aprende realmente lo que significa criar a los hijos.
Hoy en día se escucha mucho ‘crianza de apego’, ‘colecho’, ‘educación alternativa’… Y los padres van buscando una forma de crianza con la que se sientan cómodos y con la que sus hijos puedan ser felices y crecer de forma exitosa. Pero ojo, cuando se utiliza la crianza de apego, hay que saber bien qué es lo que se está haciendo porque en caso contrario, los resultados pueden ser diferentes a los esperados.
En este artículo
Cuidado con confundir crianza de apego con permisividad extrema
Cuando se confunde la crianza de apego con permisividad es cuando en el futuro, se pueden encontrar problemas. La permisividad es igual de peligrosa que la autoridad extrema o la educación sin respeto hacia los hijos. Por eso, cuando se educa con crianza de apego, se debe saber que se fundamenta en normas basadas en el respeto, donde tanto los intereses de los adultos como los de los hijos se tienen en cuenta.
No consiste en evitar que los hijos lloren o se frustren, tampoco consiste en atenderle inmediatamente para evitar que aprenda que en la vida hay que esperar, no… La crianza de apego no es anteponer las necesidades de tu hijo a las tuyas. La crianza de apego no es esclavizarte. La crianza de apego es el respeto que muestras hacia tus hijos en su educación, en el día a día, ante sus emociones. El mismo respeto que te gustaría tener para ti. En cambio, si confundes la crianza de apego con anularte como persona y en anteponer todos (absolutamente todos) los deseos de tu hijo y sobreprotegerlo… Entonces en el futuro tendrás un hijo o una hija lleno/a de inseguridades e incluso, con comportamientos tiranos.
El NO y el SÍ en la crianza de apego
NO hay más dependencia emocional
Quizá pienses que por criar a tu hijo/a con crianza de apego tendrá más dependencia emocional. Nada más lejos de la realidad. Existen investigaciones que explican que los niños que reaccionan demasiado al estrés (como cuando los niños lloran solos en su cuarto, cuando separan pronto al bebé de su madre, cuando se hace caso omiso a las emociones sufridas ante una rabieta, etc.) tendrán problemas emocionales como depresión, agresividad o ansiedad. En cambio, cuando un niño recibe la enseñanza de regulación de tensión gracias a una crianza de apego y aprende habilidades de control emocional, será capaz de tener una mayor resolución de problemas ante la vida.
Una buena crianza de apego no sobreprotege, da herramientas para que los niños sepan cómo afrontar la vida. Aporta seguridad y autoestima, no inseguridad y miedos.
SÍ existen límites
Muchas personas se confunden y piensan que la crianza de apego no tiene normas y límites. Y esta, es una gran equivocación. La crianza de apego NO es permisividad. Las normas de la crianza de apego significan respetarse unos a otros. La forma de explicar las normas es respetuosa, sin imponer autoridad negativa y siempre permitiendo que los niños colaboren en la elección de las consecuencias, para que puedan ser conscientes de sus acciones.
Las normas no son solo para los niños, los adultos también deben cumplirlas. El ejemplo de los padres es la mejor enseñanza para los hijos. De esta manera los niños crecerán con una buena salud emocional, sin estar mimados y con una actitud adecuada ante la vida, teniendo seguridad sobre sí mismos.
Comentarios
-
Me ha llamado mucho la atención este artículo. Sin saberlo en mi casa de cierta manera hemos practicado una Crianza de apego. Y no te voy a contar las críticas recibidas …
Pero de alguna manera, tanto mi pareja como yo, no podíamos dejar llorar en una habitación sólo a nuestro hijo.