Salud

Estreñimiento infantil: Todo lo que debes saber

Causas, consecuencias y soluciones del estreñimiento en niños

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Estreñimiento infantil
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El estreñimiento infantil es uno de los problemas más usuales por el que acuden los padres con sus hijos a las consultas de Pediatría. De hecho, puede ocurrirle incluso a los bebés de pocos meses. Afortunadamente, en la mayoría de los casos este problema se resuelve aplicando algunos cambios en la dieta y estimulando buenos hábitos de evacuación en el niño.

¿Cuándo se puede hacer referencia al estreñimiento en los niños?

Es difícil llegar a un criterio unánime ya que la frecuencia de las deposiciones varía mucho según la edad. Por ejemplo, un recién nacido puede hacer de 2 a 3 deposiciones en un día pero cuando cumpla su primer año, la frecuencia disminuirá a 1 o 2 deposiciones.

A partir del segundo año de vida sus hábitos intestinales se parecen más a los de un adulto, por lo que la frecuencia “normal” varía de 2 deposiciones al día a 3 deposiciones a la semana. No obstante, lo más usual es que los pequeños de hasta 4 años hagan al menos una deposición al día.

Por tanto, se puede hacer referencia al estreñimiento cuando el niño no defeca tres veces a la semana, o cuando está más de tres días seguidos sin deponer. No obstante, el estreñimiento no solo es una cuestión de frecuencia. Este problema también se diagnostica cuando las heces son muy duras o el niño experimenta dolor durante la evacuación.

¿Cuáles son las causas del estreñimiento infantil?

El estreñimiento causado por un problema orgánico es muy raro. No obstante, es mejor descartar que exista alguna alteración anatómica en el colon o el recto. Cuando no se encuentra una causa orgánica, se hace referencia al estreñimiento funcional, que suele estar asociado a malos hábitos alimenticios.

Una dieta en la que haya pocas frutas, verduras y hortalizas no aporta la cantidad de fibra suficiente para facilitar el tránsito intestinal. A la vez, la ingesta de poca agua y el consumo excesivo de bebidas azucaradas hace que se formen heces más duras y compactas. Por otra parte, el consumo habitual de alimentos astringentes, como el arroz, la patata, los azúcares refinados y el chocolate, pueden empeorar aún más el estreñimiento.

Sin embargo, el estreñimiento también puede estar causado por factores psicosociales, como el inicio en la guardería o el colegio, un cambio de casa o de ciudad, la separación de los padres o la llegada de un hermanito. También se ha apreciado que la falta de un horario regular para ir al baño, así como la actitud negativa que algunos padres muestran hacia el acto de defecar, pueden hacer que el niño rechace ir al baño.

Estreñimiento en niños

Las consecuencias del estreñimiento

A largo plazo, las consecuencias del estreñimiento afectan la calidad de vida quien lo padece. Uno de los problemas más comunes es la fisura anal, una herida que se produce en la piel alrededor del ano debido al esfuerzo para defecar. Además, como se trata de una zona muy expuesta a los gérmenes, la fisura corre un gran riesgo de infectarse.

Las hemorroides son otro problema común asociado al estreñimiento. Lo que sucede es que las venas que rodean el ano se dilatan debido al esfuerzo, y terminan sobresaliendo y causando dolor. Además, con el paso de los años, si el estreñimiento no se soluciona y se hace crónico, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.

¿Qué hacer ante el estreñimiento infantil?

  • Aumentar el consumo de agua, el niño debe beber al menos dos vasos al día, más durante el verano.
  • Incluir en la dieta alimentos ricos en fibra, como las frutas con piel, las legumbres y las verduras enteras.
  • Evitar los alimentos astringentes y apostar por alimentos laxantes como las ciruelas, las moras, la naranja, los frutos secos y la alcachofa.
  • Estimular al niño para que haga actividad física con regularidad ya que esta favorece el tránsito intestinal.
  • Crear un patrón regular para ir al baño. Puedes sentar al niño 10 minutos después de la comida y entretenerlo, de manera que se cree el hábito de ir al baño después de la cena. Además, debes explicarle que nunca debe aguantar las ganas de ir al baño.

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