Educación

Los gritos hieren el alma, cura esas heridas emocionales en tus hijos

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Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Como padre o madre que eres, no hay que ser hipócrita… Los padres no somos perfectos y por eso es necesario ser sinceros, aunque sea con nosotros mismos. Si has gritado a tus hijos porque te has sentido desbordado en momentos puntuales, tranquilo/a, es normal, a todos los padres les pasa alguna vez. Pero lo que importa realmente es lo que sucede después de haber gritado.

Los gritos hieren el alma

Se sabe que gritar a los hijos puede causarles daños emocionales severos, puesto que hacerlo sistemáticamente también puede considerarse maltrato. Es necesario ser consciente primero de que realmente se les grita a los hijos, después pensar por qué se hace y por último buscar soluciones para dejar de hacerlo, puesto que los gritos solo muestran frustración e incapacidad en la crianza. Aunque si has gritado a tus hijos alguna vez, es indispensable que también arregles el daño que les has causado.

A nadie le gusta que le griten, duele enormemente en el corazón y por eso, si has gritado a tus hijos, debes ponerte en sus zapatos y entender cómo se están sintiendo: humillados y atacados por la persona que más quieren en su vida. Es triste, pero ocurre constantemente en millones de hogares de todo el mundo. Sé consciente y busca formas para dejar de gritar a tus hijos, pero si alguna vez lo haces, entonces, arregla el daño que les has causado, ¿cómo? Sigue leyendo.

Cura las heridas emocionales de gritar a tus hijos

Admite que te has equivocado

Admitir que tienes la culpa y que te has equivocado gritando no te hará débil ante tus hijos, te hará fuerte y además estarás enseñando un gran valor: la responsabilidad de las propias acciones. Las palabras duelen mucho y tus hijos necesitan que seas sincero. Si les has gritado, admite que no está bien lo que has hecho y que te has equivocado. Recuerda que de los errores se aprende.

Pide perdón

Cuando alguien se equivoca contigo te gusta que te pida perdón, ¿verdad? Es una muestra real de arrepentimiento y de querer remendar el error. Cuando tú te equivoques con tus hijos también deberás pedirles perdón por tus errores cometidos. Así que ve hacia tu hijo y pide perdón desde lo más profundo de tu corazón.

No solo vale con decir ‘perdón’, debes pedirlo y además ser especifico para que realmente entienda lo que estás diciendo y que te equivocaste cuando le hiciste daño emocionalmente. Por ejemplo, puedes decirle algo como: ‘Perdóname hijo por haberte gritado antes. Me puse nervioso porque estoy cansado de todo el día, pero eso no es motivo para que deba gritarte, lo siento.’

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No desistas si no quiere perdonarte

Es posible que tu hijo no quiera perdonarte en el momento en que se siente herido. Si tu hijo no quiere aceptar tu disculpa, no te enfades, respeta su dolor. Pregunta unos días después, que vea que te sientes arrepentido y que no está bien lo que hiciste, tu hijo solo necesita tiempo para recuperarse emocionalmente.

Si llevas gritando a tu hijo mucho tiempo, es posible que necesite más para perdonarte. Necesitará volver a confiar en ti y en tu sinceridad, no solo a través de las palabras sino también a través de los hechos. Necesita confiar en que no le harás daño más.

Cambia y deja de gritar

Todos somos capaces de cambiar y mejorar por lo que debes comprometerte con tu hijo para trabajar esa ira desmesurada y dejar de gritar. Las cosas se pueden arreglar de otras muchas maneras… sin necesidad de utilizar la violencia (ni física, ni verbal). Habla con tu hijo y sé específico sobre lo que vas a cambiar, y dile que si caes en ello sin darte cuenta que te avise para que seas consciente de que debes reconducirte.

Si es necesario, pide ayuda a un profesional

Si te sientes incapaz de dejar de gritar a tus hijos, es posible que haya otros problemas que te estén causando estos desajustes emocionales en ti. Habla con un/a profesional de la psicopedagogía para que te dé pautas y que puedas restablecer la armonía en tu hogar.

Recuerda que si eres una persona con ira, tus hijos aprenderán de ti ese comportamiento y les causará problemas de autoestima y de confianza. Por eso, es necesario buscar ayuda si no ves que eres capaz de poner soluciones por tu cuenta. No esperes demasiado para buscar ayuda y que reine la felicidad en tu hogar, os lo merecéis.

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