Educación

Niñas que parecen mujeres: ¿Cómo la hipersexualización afecta el desarrollo infantil?

[mashshare icons=»1″]

Hipersexualización infantil
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La hipersexualización infantil es un problema que se ha extendido en los últimos años, impulsado en parte por las agencias publicitarias y el sector de la moda que han apostado por ensalzar el papel de los niños en el mundo comercial. Un estudio realizado por The Model Alliance reveló que alrededor del 54,7% de las jóvenes modelos empezaron cuando tenían entre 13 y 16 años. Aunque lo más preocupante es que dicha investigación también encontró que la mayoría de las modelos menores de 18 años no suelen estar acompañadas por sus padres o un tutor mientras trabajan.

Esta tendencia, además de otros factores sociales, ha hecho que las niñas empiecen a adoptar actitudes propias de mujeres a edades cada vez más tempranas. De hecho, en la actualidad no es extraño ver a una pequeña de 9 años usando maquillaje y llevando ropa propia de adolescentes o jóvenes para salir con sus compañeros del colegio el fin de semana. A esto se le suman las conductas hipersexualizadas ya que las pequeñas comienzan a salir con chicos a una edad muy temprana, suben fotos provocativas a las redes sociales y descubren el mundo sexual antes de estar preparadas psicológica y físicamente.

¿Cuál es la diferencia entre la hipersexualización y la sexualidad en la infancia?

La sexualidad es una cualidad inherente a la naturaleza humana que influye en todas las esferas del desarrollo infantil, desde la construcción de la identidad de género y las habilidades sociales hasta la formación de la personalidad.

La sexualidad se empieza a manifestar desde muy temprano, alrededor de los 3 años, a veces antes, una etapa en la que los niños comienzan a centrarse en los modelos paternos y maternos para imitar las conductas de sus padres en función del género. Por eso algunas niñas juegan a imitar a sus madres: se maquillan y usan tacones y ropa de adultas.

Sin embargo, cuando estas conductas dejan de ser un simple juego y las niñas empiezan a cuidar su apariencia personal de forma intencionada para llamar la atención del otro sexo, comienzan a mostrar actitudes eróticas o a interesarse por un vestuario que no es apropiado para su edad, nos encontramos ante un fenómeno de hipersexualización infantil.

Niñas que parecen mujeres hipersexualización infantil

Según el Parlamento Europeo, la hipersexualización infantil es un tipo de enfoque instrumental que se centra en cosificar al cuerpo, dejando al margen las cualidades y capacidades personales. En otras palabras, se trata de la sexualización de las expresiones, conductas y el vestuario a una edad precoz. La hipersexualización infantil también implica la imposición de patrones sexuales adultos a una edad temprana, en la que las niñas no están preparadas emocional ni físicamente.

Obviamente, adoptar una actitud hipersexualizada en la infancia no solo expone a las niñas a un riesgo más elevado de convertirse en víctimas de abusos sexuales sino que también afecta su desarrollo psicológico a largo plazo.

¿Cómo la hipersexualización lastra el desarrollo infantil?

  1. Incrementa el riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria. La hipersexualización en la infancia incrementa las probabilidades de padecer trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o la bulimia, en la adolescencia. Esto se debe a que las niñas que crecen centradas en su apariencia física a menudo desarrollan una gran obsesión por seguir los estándares de belleza establecidos por la sociedad y terminan asumiendo dietas milagro u otros hábitos que alteran el funcionamiento de su metabolismo.
  2. Daña la autoestima. Las niñas que han crecido con un mensaje hipersexualizado construirán su autoestima sobre la base de su imagen corporal y empezarán a valorarse a sí mismas en función de su atractivo físico y el deseo sexual que despierten en el sexo opuesto, dejando a un lado sus cualidades y capacidades. A la larga, se convertirán en jóvenes emocionalmente frágiles y vulnerables, que se frustran con facilidad y a las que les cuesta proponerse metas importantes a largo plazo.
  3. Afecta la instauración de relaciones sociales saludables. Las niñas que han sido educadas bajo la influencia de la hipersexualización suelen tener dificultades para implicarse emocionalmente en sus relaciones interpersonales ya que suelen mantener relaciones sociales frívolas, en las que le otorgan mayor importancia a la apariencia personal y el estatus social de sus amigos que a sus cualidades personales. A la larga, terminarán sintiéndose muy solas e incomprendidas.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *