Salud

No se van a resfriar por ir descalzos, no obligues a los niños a usar siempre zapatos

No riñas a tus hijos por ir descalzos

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niños descalzos
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Para la mayoría de los padres es impensable que sus hijos vayan descalzos por casa. Algunos creen que es una mala costumbre y otros piensan que caminar sin zapatos puede hacer que los niños enfermen. De una u otra forma, lo cierto es que la mayoría de los pequeños usan zapatos a diario prácticamente desde que nacen. Sin embargo, lo que muchos padres desconocen es que ir descalzos por casa no solo no es negativo ni dañino sino que puede reportarles numerosos beneficios a sus hijos.

¿Por qué los niños deberían usar menos los zapatos?

1. Los zapatos dañan los pies

Nadie pone en duda que los zapatos ayudan a proteger los pies. Sin embargo, su uso desde edades tempranas afecta el desarrollo de las estructuras musculares y óseas que forman las piernas, lo cual puede provocar alteraciones a medio o largo plazo. Por ejemplo, los zapatos impiden que los dedos se desplacen a su posición natural, haciendo que permanezcan juntos, lo cual puede afectar la pisada. Asimismo, los zapatos estimulan la elevación del talón, lo que causa un acortamiento de los músculos y tendones de la parte posterior de la pierna.

2. Los zapatos reducen la propiocepción

La propiocepción es la conciencia que los niños tienen sobre su postura corporal respecto al medio que lo rodea, es decir, es el sistema mediante el cual el cerebro recibe información sobre la posición y el movimiento de cada parte del cuerpo. Este sistema se activa cuando las terminaciones nerviosas del cuerpo entran en contacto con otras superficies, como ocurre cuando los niños caminan. Sin embargo, al usar zapatos las terminaciones nerviosas de los pies no están en contacto directo con el suelo, lo cual obstaculiza el envío de estas señales y puede retrasar la adquisición de la marcha.

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3. Los zapatos afectan la postura corporal

Usar zapatos desde una edad temprana puede hacer que el cerebro deje de recibir información sobre el terreno que se encuentra bajo los pies, lo cual obliga a los niños a mirar constantemente al suelo para fijarse por dónde caminan y no caer. Obviamente, esto provoca posturas inadecuadas al caminar que, a la larga, afectan la posición natural de la columna vertebral y puede conducir a alteraciones posturales.

Los niños no se resfrían por ir descalzos

La mayoría de los padres se muestran reticentes a dejar que sus hijos vayan descalzos por casa porque piensan que pueden resfriarse. Sin embargo, se trata simplemente de un mito transmitido de generación en generación. Un estudio realizado en la Universidad de Cardiff desveló que aunque el enfriamiento de los pies puede ser un desencadenante de los síntomas de un resfriado, no es la causa directa del resfriado común.

Los investigadores explicaron que el hecho de que los niños puedan presentar síntomas de un resfriado tras andar descalzos se debe a una constricción de los vasos sanguíneos de las fosas nasales y a una disminución de la función de los cilios nasales, dos factores que reducen las defensas del sistema inmunitario en las vías aéreas superiores. Básicamente, lo que sucede es que el frío disminuye la capacidad de las mucosas para impedir la entrada de los gérmenes y virus que se encuentran en el entorno, lo que hace que los niños enfermen con más frecuencia.

Obviamente, cuando los niños caminan con zapatos, el cuerpo conserva mejor el calor, lo que reduce las probabilidades de contraer una infección. Sin embargo, esto no significa que usar zapatos proteja a los pequeños o que ir descalzos les haga enfermar. Existen otras medidas más eficaces como vacunarlos contra la gripe y enseñarles a lavarse las manos con frecuencia y a no compartir objetos de higiene personal.

Por supuesto, no se trata de dejarlos descalzos en pleno invierno, pero siempre que sea posible, es conveniente dejar que los niños anden descalzos por casa e incluso otro tipo de superficies, como la hierba del parque y la arena de la playa.

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