Salud

¿Cómo escoger los zapatos adecuados para el bebé?

Todas las claves para elegir el calzado para tu bebé

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zapatos bebé
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Los zapatos para bebés son mucho más que un simple complemento de moda, tienen un rol importante en el desarrollo del pie durante los primeros años de vida. El calzado adecuado no solo facilita el desarrollo psicomotor y favorece las actividades que realizan los niños a diario, sino que protege sus pies de posibles lesiones. Sin embargo, si el calzado no es adecuado podría causar serios problemas en la marcha y la morfología del pie infantil. Por eso, te explicamos cómo elegir los mejores zapatos para tu bebé.

¿A qué edad debería empezar a usar zapatos un bebé?

Al nacer, el pie del niño es aún muy frágil ya que sus estructuras están integradas principalmente por cartílagos. A medida que el pie va madurando, los huesos se consolidan y sus estructuras funcionales adquieren forma. Cuando el bebé empieza a dar sus primeros pasos, el pie está lo suficientemente desarrollado como para articular la marcha, aunque no será hasta alrededor de los 6 años que logre una constitución similar al pie adulto y, hasta los 18 o 19 años que alcance su completa madurez.

Hasta alrededor del primer año de vida, los bebés tienen una gran sensibilidad táctil exteroceptiva en los pies, lo que les ayuda a conocer el mundo que les rodea, según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Pediatría de México. Por eso, la mayoría de los pediatras aconsejan que al menos durante el primer año de vida el niño pase la mayor parte del tiempo descalzo y caminando por diversos terrenos para estimular los reflejos, activar el sentido táctil y tonificar los músculos del pie. Aunque esto no significa que no puedan usar zapatos de manera puntual, siempre que sean adecuados.

Un tipo de zapato para cada edad

1. Calzado para recién nacidos

Los zapatos para recién nacidos tienen una única función: proteger los pies del frío, la humedad y los golpes. Por eso, se recomiendan calcetines o patucos ligeros, preferentemente de algodón o lana. En estos casos, es importante que la puntera sea ligeramente redonda o cuadrada para que se adapte mejor a la forma del pie y la suela debe ser lisa y no superar los 2 o 3 mm. El interior del calzado debe tener un acabado suave, sin costuras, y la parte trasera debe ser alta para evitar que el pequeño pierda los zapatos.

2. Calzado para bebés que gatean

La principal función del calzado para los bebés que empiezan a gatear consiste en proteger los dedos y el talón de posibles golpes, así como de mantenerlos calentitos en los días fríos. Por eso se recomienda que los zapatos tengan refuerzos externos en la puntera o el talón. Al igual que el calzado para recién nacidos, el interior debe ser muy suave, preferentemente sin costuras, y el material exterior muy flexible para facilitar los movimientos del pie. La suela no debe superar los 2 o 3 mm de grosor y aunque se aconseja que sea lisa puede tener algún tipo de fricción para ayudarle a ganar impulso.

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3. Calzado para bebés que caminan

Los primeros zapatos del bebé para caminar no solo deben proteger los pies de los golpes y el frío, sino que también garantizar su transpirabilidad. En este sentido, es importante asegurarse de que estén confeccionados con un material transpirable. Además, el interior debe ofrecer una holgura de unos 10 mm de largo para que pueda mover los dedos mientras que la puntera debe ser cerrada, redonda o cuadrada, y contar con un refuerzo para brindar un extra de protección. Por su parte, la suela debe ser plana, no superar los 3 mm o 5 mm si tiene tacón y fabricada con un material resistente, pero flexible que tenga una fricción moderada. El forro interior debe ofrecer cierto agarre para evitar que el pie se deslice dentro del zapato, aunque debe ser muy suave y blando, sin costuras.

¿Cómo elegir bien la talla de zapatos para tu bebé?

Los zapatos deben adaptarse a la forma del pie del bebé y no a la inversa. Por eso, elegir la talla más adecuada para tu pequeño puede marcar la diferencia entre un calzado cómodo y unos zapatos que le hagan daño. Lo ideal para elegir la talla correcta es medir la longitud y la anchura de ambos pies, intentando extender los dedos del niño para asegurarte de que le quedarán cómodos y lo suficientemente holgados.

Otra alternativa consiste en dibujar la silueta del pie sobre una hoja de papel que puedes colocar lo mismo en el suelo que en la pared. Luego, puedes recortarla e introducirla dentro del zapato para asegurarte de que le vendrá como anillo al dedo. Asimismo, si es posible extraer la plantilla del zapato, otra opción es colocarla en el pie del bebé para comprobar si es de su talla. Además, hay otros trucos que puedes poner en práctica para asegurarte de que eliges el calzado correcto:

  • Prueba ambos zapatos, preferentemente con el bebé de pie en caso de que ya camine. Ten en cuenta que el tamaño de cada pie puede variar ligeramente.
  • Para probarle los zapatos al bebé, ponle siempre calcetines. De esta manera, te aseguras de que los zapatos le queden lo suficientemente holgados.
  • Con los zapatos puestos, comprueba el largo buscando con el pulgar el dedo más largo. Lo ideal es que quede un espacio de unos 10 mm entre el dedo y la puntera.
  • Si te resulta difícil encontrar el dedo pulgar por encima del zapato, prueba a empujar el pie hacia delante y comprobar la holgura en la parte trasera.
  • Si el bebé ya camina, ponle los zapatos y pídele que de unos pasos. Si notas que camina incómodo quizá no sea el calzado más adecuado.
  • Si te cuesta ponerle los zapatos o al ponerlos notas ciertos bultos, significa que le aprietan demasiado.
  • Al quitar los zapatos, comprueba que los pies no tienen rojeces o lesiones de ningún otro tipo.

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¿Cada qué tiempo deberías cambiar de talla de zapatos?

El pie de los bebés crece muy rápido, por lo que en un abrir y cerrar de ojos el último par de zapatos que compraste ya no le servirán y tendrás que elegir una talla más. En realidad, no existe un periodo de tiempo determinado en el cual debas cambiar de talla ya que depende del ritmo de crecimiento de cada bebé, aunque se recomienda que revises el calzado con regularidad según la edad.

  • 0 – 1,5 años: cada 2 meses
  • 1,5 – 2,5 años: cada 3 meses
  • 2,5 – 4 años: cada 4 meses

Asimismo, si notas que el pie del bebé ha deformado los zapatos o que la parte más ancha del pie se comprime, quizá sea hora de pensar en una talla más. También deberás planteártelo si aparecen ampollas o irritaciones en el pie tras usar los zapatos o si la zona del dedo de la parte interior de los zapatos se nota claramente desgastada.

Reyes-Cadena A. (2018) Calzado en la edad pediátrica. Acta Pediátrica de México; 39(2): 202-207.

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