El huevo, un alimento esencial en los niños

En la infancia temprana y la adolescencia, existen etapas importantes de crecimiento y desarrollo, donde los requerimientos nutricionales aumentan. En esta etapa es importante una alimentación variada y balanceada para cubrir las necesidades. Un alimento de gran interés nutricional, es el huevo, debido a su elevado contenido en nutrientes esenciales, a su alta biodisponibilidad, es decir, es de fácil de absorción para nuestro organismo.

Estas cantidades ofrecen una noción de los requerimientos diarios para cubrir el 50% de las proteínas en los niños. Existen diversas recomendaciones sobre la frecuencia semanal con la que los niños pueden consumir huevos. Según el instituto de estudios del Huevo y la Organización interprofesional del huevo y sus productos (INPROVO), se aconseja, en los niños más pequeños y sedentarios, tomar 2-3 huevos por semana, mientras que para los más grandes y activos puede ser adecuado 1/día. Sin embargo, su consumo dependerá del nivel de actividad y de la posibilidad de incluir los diferentes grupos de alimentos en las proporciones adecuadas, por ejemplo niños más activos que consumen poco carne pueden consumir más huevos que aquellos niños más sedentarios que consumen una mayor proporción de carne.

¿Cómo prepararlos?

El huevo, por su versatilidad, puede formar parte de numerosas preparaciones culinarias, tanto dulces como saladas y que permiten su consumo a cualquier hora del día, además, tiene muy buena aceptación en el paladar de los más pequeños, lo importante es ofrecerlos a los niños bien cocidos para evitar el riesgo de contaminación por salmonella y evitar enfermedades gastrointestinales.

Es importante destacar que no debemos lavar el huevo, pues este alimento está recubierto por una membrana de proteína llamada cutícula, la cual sella los poros y frena la entrada de microorganismos al interior del huevo, el contacto con el agua rompe esta membrana protectora del cascarón y permite la entrada de patógenos al interior del huevo, sobre todo si el lavado se realiza antes de almacenar el producto.

Podemos ofrecerlos enteros bien cocido, o en tortilla (u omelette) o revueltos combinados con verduras u otros vegetales, en preparaciones saludables como pancakes caseros, pasteles o postres saludables, y con un poco de creatividad podremos ofrecerles este alimento en numerosas recetas infantiles.

¿Cuáles son sus beneficios?

De los alimentos que consumimos habitualmente, el huevo es uno de los alimentos con mayor densidad de nutrientes, pues es rico en aminoácidos esenciales, ácidos grasos y algunos minerales y vitaminas necesarios en la dieta como lo son la vitamina A, vitamina D, vitamina E, riboflavina, niacina, ácido fólico, vitamina B12, biotina, ácido pantoténico, fósforo, hierro, zinc, selenio, entre muchos otros.

Otro aspecto destacable, es el índice de saciedad, significativamente mayor en comparación con otros alimentos. Su contenido en leucina produciría una mayor saciedad por su efecto sobre las hormonas como la insulina, la grelina y el glucagón, las cuales son hormonas importantes en el metabolismo para el uso de la energía en el organismo.

Como un alimento de alto valor biológico puede describir numerosos beneficios en la salud infantil como lo son:

• Promueve el crecimiento y desarrollo del sistema neurológico del niño: por su contenido proteico y aporte de ácidos grasos de forma equilibrada además de su aporte de colina garantiza un buen desarrollo neurológico en el niño
• Contribuye a proteger la estructura y función del ojo en el niño: por su aporte en vitamina A, luteína y zeaxantina permite un buen funcionamiento en el aparato ocular del niño.
• Mejorar la nutrición infantil: al ser un alimento de alto valor biológico su consumo diario puede contribuir a prevenir la desnutrición infantil.
• Aporta energía en el niño: el niño en su infancia temprana presenta una gran actividad física, este alimento ayuda a aportar suficiente cantidad de energía para garantizar aporte energético de acuerdo a las actividades demandantes en el niño
• Refuerza el sistema inmune: con el aporte de antioxidantes y minerales como el zinc y el selenio ayuda a mantener un buen funcionamiento del sistema inmune.
• Fortalece los huesos de los niños: por su aporte en vitamina D la cual es necesaria y contribuye al buen desarrollo óseo en el niño
• Previene la anemia infantil: por su aporte de hierro y ácido fólico ayuda a prevenir descensos de hemoglobina en sangre

¿Desde qué edad pueden mis hijos consumir huevos?

Muchos padres se preguntan desde qué edad se podría introducir este alimento a los más pequeños de la casa. La alimentación infantil ha cambiado y mejorado durante los últimos años, hace algunas décadas, se recomendaba iniciar su consumo a partir de los 12 meses, principalmente por el riesgo a producir alergias e intolerancia, sin embargo, se han realizado estudios recientes y esta determinación ha cambiado completamente. Según las últimas actualizaciones en nutrición infantil se recomienda su introducción a la alimentación complementaria desde los 6 meses de edad, y su introducción temprana contribuye a disminuir intolerancia y alergias alimentarias en los niños, siempre es recomendable su introducción bajo las indicaciones del pediatra.

¿Qué cantidades puedo ofrecer a mi hijo?

El huevo en los niños puede cubrir las necesidades proteicas del niño y según la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición pediátrica, la cantidad sugerida para cubrir el 50% de los requerimientos diarios de proteína puede variar según la edad del niño, ofreciendo entonces las siguientes cantidades:

• Niños de 6 meses a 12 meses: ¼ a ½ unidad
• Niños de 1 año a 3 años: ½ a ¾ unidad
• Niños de 4 años a 8 años: 1 a 1 y ½ unidad
• Niños de 9 años a 13 años: 1.5 a 2 unidades
• Niños de 14 años a 18 años: 2 a 3 unidades