Alimentación

La dieta del bebé de 0 a 12 meses: pautas alimentarias

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Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La alimentación durante el primer año del bebé suele ser uno de los temas que más preocupan a los padres, sobre todo a los primerizos. Y es completamente comprensible ya que durante los primeros meses la dieta del bebé cambia notablemente para adaptarse a su desarrollo. En los primeros seis meses la leche materna es el alimento recomendado ya que, además de aportarle todos los nutrientes que el bebé necesita, ayuda a reforzar su sistema inmune. Sin embargo, a medida que el bebé crece empieza a necesitar otros nutrientes y se hace necesario introducir una alimentación complementaria que, poco a poco, comienza a parecerse a la dieta de los adultos.

En Etapa Infantil somos conscientes de que este proceso puede resultar complejo y confuso para los padres. Por eso, te explicamos detalladamente cuáles son las pautas de alimentación generales que recomiendan los pediatras para el primer año de vida del bebé.

La dieta del bebé de 0 a 6 meses

Desde el nacimiento y hasta los 6 meses de edad el único alimento que el bebé necesita para crecer de manera saludable es la leche. No en vano, la Asociación Española de Pediatría recomienda la lactancia materna exclusiva y a libre demanda hasta ese momento. Al inicio es normal que el bebé haga tomas más cortas y alargadas ya que su estómago aún se está desarrollando. Sin embargo, a medida que crezca comenzará a hacer tomas más largas y con más frecuencia.

En los casos en los que la madre no pueda producir suficiente leche para alimentar el bebé, lo cual sabrás si el pequeño llora con regularidad porque tiene hambre o tiene un percentil por debajo del peso recomendado, se recomienda apostar por la lactancia mixta. Se trata de un tipo de dieta en la que se combina la leche materna con la leche de fórmula para complementar la nutrición del pequeño. En estas situaciones, se recomienda ofrecerle primero al bebé la leche materna y después la leche de fórmula para evitar que rechace la lactancia.

Asimismo, en los casos en los que la madre no pueda o quiera alimentar al bebé a través de la lactancia exclusiva se puede recurrir a la lactancia artificial. En estas circunstancias se utiliza la leche de fórmula como alimento principal del bebé, ya sea la leche de fórmula “normal”, de soja, hidrolizada o alguna otra variedad. Vale recalcar que durante estos primeros seis meses el bebé no necesita ningún otro tipo de alimento, ni siquiera agua. Aunque algunos bebés pueden empezar a solicitar agua alrededor del quinto mes de vida, en cuyo caso debe consultarse previamente con el pediatra.

tabla alimentación bebé

La alimentación complementaria en el bebé de 6 a 9 meses

A los 6 meses de vida el bebé suele estar preparado para comenzar con la alimentación complementaria. Sin embargo, la edad no es el único requisito que debes tener en cuenta. También es importante que el pequeño haya superado el reflejo de extrusión, sea capaz de mantenerse sentado sin apoyo y muestre interés por la comida. De ahí que en ocasiones sea necesario esperar unas semanas más, hasta alrededor de los 7 meses antes de comenzar con la alimentación complementaria, sin que esto signifique que el bebé tiene algún problema.

En cualquier caso, en los siguientes tres meses su principal fuente de nutrientes seguirá siendo la leche, un alimento que le aporta todo lo que necesita para seguir creciendo sano y fuerte. De ahí que se recomiende seguir ofreciéndole al bebé leche a demanda, independientemente de que sea leche materna o de fórmula, y esperar unos 30 minutos o 1 hora antes de darle los demás alimentos.

Lo ideal es comenzar con frutas y verduras como la manzana, el plátano, la pera, el melón, la zanahoria, la calabaza, el calabacín o el aguacate y cuando el pequeño ya tolere estos alimentos, introducir carnes ligeras como el pollo, el pavo o el conejo. La incorporación debe ser siempre paulatina, brindándole solo un alimento nuevo cada día y esperando al menos hasta el día siguiente para identificar si ha generado alguna reacción alérgica.

En el caso de los alimentos alérgenos, como por ejemplo las frutas con pelos como la fresa o el kiwi, se recomienda esperar al menos tres días. En cualquier caso, se aconseja ofrecerle los alimentos durante el día y nunca en la noche, para poder estar atentos a cualquier reacción al mismo. A esta edad no se aconseja aún el consumo de sal, azúcar, verduras de hoja verde como las espinacas o acelgas, los pescados grandes debido a su alto contenido en mercurio, la miel por el riesgo a desarrollar botulismo, las tortitas o bebidas de arroz por su alto nivel de arsénico, los frutos secos o alimentos crudos.

Como a esta edad el pequeño aún no tiene todos sus dientecitos, se recomienda darle los alimentos en forma de purés o papillas para que el bebé pueda deglutirlos sin problemas. La cantidad o porciones, al igual que la leche, será a demanda, de manera que será el bebé quien decida cuándo parar de comer. A esta edad, cuando el pequeño se siente satisfecho, deja de comer por sí solo, de manera que no debes preocuparte porque coma en exceso.

¿Qué puede comer el bebé de 9 a 12 meses?

A partir de los 9 meses de edad la leche sigue siendo el alimento principal del bebé, de hecho, deberás dársela antes que cualquier otro alimento. Sin embargo, el pequeño ya está preparado para introducir nuevos alimentos en su dieta complementaria. A partir de esta edad, la Organización Mundial de la Salud recomienda introducir los lácteos y sus derivados como por ejemplo los yogures naturales sin azúcar o los quesos frescos, así como los pescados blancos y ligeros como la merluza o el rape.

También será el momento de introducir otros alimentos alérgenos como las legumbres, las frutas cítricas o los huevos. En estos casos, se recomienda seguir la regla anterior de los tres días para asegurarse de que el bebé no presenta ningún tipo de reacción alérgica a dichos alimentos. Este es también un buen momento para comenzar la transición de los alimentos blandos a los sólidos. De hecho, no se aconseja alargar mucho este proceso ya que además de poder generar rechazo a las texturas de los alimentos, puede afectar el desarrollo bucal y la autonomía del bebé.

Para hacer la transición se recomienda chafar los alimentos con un tenedor en lugar de triturarlos para que el bebé se vaya adaptando a deglutirlos. Una vez que se haya acostumbrado, se le empezará a darle trozos un poco más grandes hasta que, finalmente, se le dará el alimento entero para que él mismo lo muerda. En este proceso es importante darle libertad al bebé para que coma solo, aunque esto implique que termine completamente manchado, ya que así no solo ganará en independencia, sino que disfrutará de la experiencia, evitando que rechace los alimentos.

alimentación complementaria bebés

Alimentación del bebé a partir de los 12 meses

A partir de los 12 meses de vida, la alimentación del bebé debe ser muy similar a la de los adultos. A partir de este momento se recomienda introducir los alimentos que aún no se le hayan presentado como, por ejemplo, los mariscos, el pescado azul o la leche de vaca entera, siguiendo siempre la regla de los tres días para evitar riesgos innecesarios. Asimismo, a partir de este momento se aconseja equiparar los horarios del bebé al del resto de la familia, si no lo habías hecho ya, y darle de comer los mismos platos que el resto, aunque menos condimentados.

Eso sí, es importante mantener la alimentación a demanda, sin forzar al bebé a comer más de lo que puede o quiere. De esta manera, no solo evitas que pueda tener una mala digestión por ingerir más comida de la que es capaz de procesar, sino que evitas que desarrolle aversión por la comida o a determinados alimentos. Ten en cuenta que habrá etapas en las que el pequeño tiene menos apetito y que es completamente normal. Si mantiene su peso en los percentiles adecuados, no tienes por qué preocuparte.

Por último, es importante destacar que en estas pautas no se tienen en cuenta las necesidades nutricionales que pueden tener algunos bebés debido a una enfermedad o un ritmo de desarrollo diferente. En ese caso o si notas que tu bebé no está ganando el peso adecuado, te recomendamos acudir al pediatra para que te indique unas pautas alimentarias más personalizadas.

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