10 cuentos con valores para niños

La lectura es fundamental en la vida de los niños. Si les leemos desde temprano, poco a poco iremos infundiéndole la pasión por los libros. Ese universo alternativo que discurre por las páginas de un libro también es una excelente herramienta para educar, sobre todo en valores.

De hecho, no basta con leer a los niños un cuento antes de dormir, es importante reflexionar juntos sobre la historia y preguntarle al pequeño qué habría hecho en lugar del protagonista o qué piensa sobre los comportamientos y actitudes de los personajes.

Debemos recordar que la educación en valores no es algo que se realiza a través de discursos o recurriendo a los castigos, se transmite mediante el ejemplo y se impulsa gracias a la lectura. Por eso, ahora os proponemos algunos libros infantiles muy interesantes para promover diferentes valores.

Libros infantiles con grandes enseñanzas

1. Yo mataré monstruos por ti, de Santi Balmes, con ilustraciones de Lyona

Este cuento narra la historia de Martina, una niña que tiene miedo por las noches porque cree que bajo el suelo de su habitación hay un mundo habitado por monstruos. Se trata de un libro muy interesante porque en ningún momento niega la existencia de los miedos o los minimiza sino que se enfoca en ayudar a los niños a superarlos, enfrentándose a ellos. De esta manera potencia valores como la valentía y la capacidad de autosuperación.

---

2. El árbol de la escuela, de Antonio Sandoval, con ilustraciones de Emilio Urberuaga

Es un libro perfecto para resaltar la importancia del afecto y valores como el cuidado y el respeto hacia todo lo que nos rodea, incluyendo la naturaleza. La historia versa sobre un niño llamado Pedro que inicia una relación muy especial con el único árbol que había en su escuela. Al principio el árbol era raquítico y nadie le prestaba atención, pero poco a poco, gracias a los cuidados y el cariño del niño, el árbol comienza a crecer.

---

3. Sopa de calabaza, de Helen Cooper

Se trata de un libro muy especial ya que narra la historia de una serie de personajes que vivían en una cabaña en el bosque: un pato, una ardilla y un gato. Todos los días, los tres se repartían las tareas para preparar una deliciosa sopa de calabaza pero un buen día Pato decidió cambiar los papeles, causando un gran lío entre los tres amigos. Esta historia enseña a los niños a lidiar con los conflictos interpersonales, respetar las tareas de los demás y resalta la importancia de superar las diferencias por el bien común.

---

4. Te quiero, casi siempre, de Anna Llenas

Este libro encierra una poderosa reflexión que no solo es válida para los niños sino también para los adultos: ¿por qué una cualidad de una persona a veces nos gusta y otras nos molesta? La historia versa sobre Lolo, un bicho bola con un carácter fuerte, resistente y práctico y Rita, una luciérnaga delicada, brillante e imaginativa. Las diferencias entre ambos personajes y cómo logran solucionarlas envían un mensaje muy importante: debemos amar al otro y aceptarlo tal como es, sin intentar cambiarlo.

---

5. El cazo de Lorenzo, de Isabelle Carrier

Este cuento recrea el día a día de un niño muy especial que se llama Lorenzo. Lorenzo siempre lleva consigo un cazo rojo que al inicio no hace más que causarle problemas pero luego, gracias a la ayuda de algunas personas, aprende a encontrar aspectos positivos de la vida donde solo veía aspectos negativos. Se trata de una historia perfecta para enseñarles a los niños a respetar las diferencias y aprender a lidiar con las dificultades y los obstáculos en la vida.

---

6. Perdido y encontrado, de Oliver Jeffers

Un buen día, un niño encuentra a un pingüino extraviado en la entrada de su casa. Al verlo solo y triste decide ayudarlo a encontrar el camino de regreso a su hogar, en el Polo Sur. Sin embargo, cuando finalmente llega a su destino, se da cuenta de que el pingüino no estaba perdido sino que se sentía solo. Esta preciosa historia permite reflexionar sobre la importancia de la amistad, el sentido de pertenencia y, por supuesto, la capacidad para enmendar los errores y dar segundas oportunidades.

---

7. Un caso grave de rayas, de David Shannon

Es un libro relativamente largo, con mucho texto, pero vale la pena de principio a fin ya que aborda un dilema al que todos los niños tendrán que enfrentarse: su deseo de encajar en el grupo, ¿a costa de su individualidad? La historia versa sobre Camila Flan, una niña a la que le encantan las habas pero nunca las come porque como a ningún otro niño le gustan, así que ella no puede ser diferente. Sin embargo, su afán por gustar e intentar ser como los demás no se limita a la comida.

---

8. Las tres princesas pálidas, de María José Martín con ilustraciones de Carole Hénaff

Se trata de uno de esos cuentos clásicos de castillos, reyes y princesas. En un reino lejano, un anciano monarca tenía que decidir cuál de sus tres hijas tomaría el mando. Le preguntó al pueblo, pero la gente consideraba que las tres princesas eran demasiado pálidas, no tenían el color adecuado para reinar. Entonces el libro muestra qué estarían dispuestas a hacer algunas personas para conseguir el poder, por lo que es una obra que permite reflexionar con los peques sobre valores como la generosidad y la humildad.

---

9. ¿Qué hace un cocodrilo por la noche?, de Kathrin Kiss con ilustraciones de Emilio Urberuaga

Se trata de una historia sui generis que fascinará a los pequeños de casa. El cuento versa sobre un cocodrilo llamado Coco que puede hacer muchas cosas y pasar tiempo con sus amigos pero al que también le gusta columpiarse solo. A través de este libro los niños pueden aprender a valorar la soledad y utilizarla para hacer cosas que disfrutan, de manera que no siempre tengan la necesidad de estar acompañados y aprendan a pasar tiempo con ellos mismos.

---

10. Aquí es mi casa, de Jerome Ruillier

Se trata de un libro muy sencillo, pero con una enorme enseñanza sobre el valor de la integración y las claves para la convivencia, tanto para los pequeños como para los adultos. La historia comienza con un niño que ha decidido dibujar una línea con tiza en el suelo para delimitar las fronteras de su casa. El niño no quiere que nadie entre, pero los animales, las nubes y las hojas de los árboles no respetan esa línea divisoria, solo otro niño ve la raya en el suelo y se va. Entonces el pequeño se da cuenta de que esa frontera lo aísla.