¿Cómo explicarles a los niños el cambio climático?

El cambio climático está a la orden del día. Cada vez son más las noticias que nos llegan sobre el calentamiento global, el aumento de emisiones de CO2 a la atmósfera, los bruscos cambios de temperatura, los eventos climáticos cada vez más desastrosos. Sin embargo, lo cierto es que ni siquiera muchos padres saben realmente qué es el cambio climático, cuáles son sus causas y sus consecuencias para la vida en la Tierra. 

No obstante, conocer qué está ocurriendo en nuestro planeta y, sobre todo, qué podemos hacer para evitar su destrucción es fundamental sobre todo en las nuevas generaciones que son, a largo plazo, las que tendrán el poder de darle vuelta de hoja a todo lo que hoy está sucediendo. 

Por eso, es importante explicarles a los niños qué es el cambio climático, por qué se produce y qué podemos hacer para evitarlo. Una excelente manera de sensibilizarlos desde una edad temprana con este problema y familiarizarlos con el mundo en el que viven. Quizá no esté en sus manos frenarlo, pero al menos pueden poner su granito de arena para crecer en un mundo mejor. 

¿Qué es el cambio climático?

El planeta Tierra es sabio. Más allá del paso de las estaciones que ayudan a regular el ciclo de vida en la Tierra, el planeta cuenta con ciclos de enfriamiento o calentamiento que le permiten regular cualquier desequilibrio de forma natural. Sin embargo, normalmente se trata de ciclos muy lentos que necesitan millones de años para llevarse a cabo. El problema es que en las últimas décadas estos ciclos se han acelerado debido a la actividad humana: es lo que se conoce como cambio climático. 

Según la Organización de las Naciones Unidas, el cambio climático no es más que “los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos”. Dicho en otras palabras, el cambio climático se refiere al aumento de las temperaturas del planeta que, a su vez, repercuten en muchos de los procesos que se desarrollan de manera natural, desde el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los glaciales hasta el incremento de las sequías o la aparición de tormentas desastrosas. 

¿Qué provoca el cambio climático?

¿Sabías que la temperatura media de la Tierra es ahora 1,1ºC más alta que a finales del siglo XIX y la más alta en términos absolutos en los últimos 100.000 años? Pues bien, contrario a lo que muchos creen este acelerado calentamiento global es la principal causa del cambio climático y no a la inversa. Comencemos por el inicio. 

En el planeta Tierra existe un fenómeno conocido como efecto invernadero que no es más que un proceso natural que le permite a la atmósfera retener parte del calor del Sol. Sin el efecto invernadero la temperatura media de la Tierra sería de unos 18ºC bajo cero, de ahí que sea indispensable para el mantenimiento de la vida en el mundo. El problema es que, debido a la actividad humana, está aumentando la emisión de gases de efecto invernadero, lo que conlleva a que la atmósfera retenga más calor del necesario. De esta manera, la temperatura media del planeta se incrementa provocando lo que conocemos como calentamiento global. 

¿Qué actividades humanas elevan la emisión de gases de efecto invernadero? Desde el uso de la gasolina para conducir un coche o la energía para calentar una casa hasta los desechos que genera el sector de la industria o la quema de los bosques, existen muchas actividades cotidianas que pueden acelerar la emisión de gases de efecto invernadero. Incluso actividades aparentemente “neutrales” como la ganadería, la agricultura o el tratamiento de aguas residuales pueden incidir en este fenómeno. 

¿Cuáles son las consecuencias del cambio climático?

El cambio climático no se reduce exclusivamente al aumento de las temperaturas en el planeta, sus consecuencias van mucho más allá y pueden tener efectos mucho más devastadores de lo que pensamos. Tanto así que pueden llegar a afectar la supervivencia de las plantas y los animales, incluido el ser humano. Estas son algunas de sus mayores consecuencias:

• Fenómenos meteorológicos cada vez más extremos.
• Extinción de especies animales y vegetales.
• Reducción de la biodiversidad.
• Desbordamiento de ríos y lagos e inundaciones.
• Derretimiento de los polos y subida del nivel del mar.
• Cambios en los ecosistemas y desertificación.
• Falta de disponibilidad de agua dulce.
• Sequias e incendios forestales.
• Acidificación de los océanos con la consecuente muerte de las especies que ahí habitan.
• Aumento de las hambrunas.
• Migraciones humanas masivas.

¿Qué podemos hacer para evitar el cambio climático?

Si bien las principales medidas para abordar el cambio climático deben tomarse desde los gobiernos e instituciones con poder para regularizar muchas de las actividades que aumentan el efecto invernadero, cada persona puede contribuir con su granito de arena a reducir el impacto del calentamiento global. ¿Cómo? He aquí algunas medidas que niños y adultos pueden llevar a la práctica.

1. Ahorrar energía en casa. Apagando las luces innecesarias, reduciendo la temperatura del aire acondicionado o la calefacción o secar la ropa al sol en lugar de usar la secadora.
2. Reducir, reutilizar y reciclar. Reducir el consumo de accesorios y elementos prescindibles, apostando por la reutilización de estos si es posible. Reciclar adecuadamente los desechos.
3. Plantar árboles. Ya sea como iniciativa propia o sumándose a los diversos programas de cuidado ambiental que organizan muchos coles e instituciones.
4. Ahorro de agua. Tomar duchas rápidas, evitando el gasto innecesario de agua. Asimismo, se recomienda no desperdiciar agua en otras labores de casa.
5. Evitar el uso del coche. Mejor desplazarse caminando, en bicicleta o en transporte público. No solo es mejor para el planeta, sino también para la salud de todos en casa.

Por último, ten en cuenta que cuando hables sobre cambio climático con los niños debes evitar decir cosas catastrofistas que puedan generarles miedo o ansiedad. Es importante concienciarlos para que comiencen a tener un papel más activo en la lucha contra el cambio climático, pero en ningún caso deberían sentirse presionados u obligados ya que esto podría causarles estrés y ser contraproducente a largo plazo. Lo mejor consiste en ir paso a paso hasta que sean ellos mismos los que tomen la iniciativa.