Educación, Salud

¿Es culpa de los padres el TDAH de su hijo?

No te pierdas estos consejos si tienes un hijo con TDAH

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Culpa padres TDAH
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

¿Qué habré hecho mal? ¿En qué me habré equivocado? ¿Por qué le habré cambiado de colegio? Estas son tan solo algunas de las interrogantes que se plantean los padres de un niño con TDAH. De hecho, afrontar el día a día puede ser extenuante, por lo que no es extraño que algunos padres se pregunten si habrán hecho algo mal o si han contribuido, de alguna forma, al desarrollo del TDAH en su hijo.

Sin embargo, los padres de niños con TDAH deben saber que no son responsables del trastorno. En realidad, el TDAH es un problema que tiene una fuerte determinación neurobiológica, por lo que en su base puede existir un componente genético o pequeñas alteraciones cerebrales.

Obviamente, un ambiente familiar desorganizado y violento puede acentuar los síntomas del TDAH, pero nunca desencadenar el trastorno. Por tanto, ni el divorcio, ni el cambio de colegio, ni las discusiones de pareja, ni el nacimiento de un hermano menor pueden provocar este trastorno. Sin embargo, el estilo educativo que pongan en práctica los padres, puede contribuir a mejorar este problema. Por eso, en vez de buscar culpables, es mejor enfocarse en cambiar los patrones que pueden provocar una mejoría de los síntomas.

5 consejos para educar a un niño con TDAH

1. Descubre los límites y las habilidades del niño

El primer paso para ayudar a un niño con TDAH consiste en aceptar el trastorno y comprender su comportamiento. Es importante que seas consciente de que muchas de sus respuestas inadecuadas, no son intencionales. De hecho, la mayoría de los niños con TDAH no se portan mal porque quieren molestar sino porque no saben cómo comportarse o porque no lo pueden evitar. También es fundamental que aprendas a centrarte en sus habilidades. Todo padre debe ser consciente de las limitaciones de sus hijos pero es aún más importante que conozcan sus potencialidades y las estimulen.

2. Identifica las debilidades y fortalezas de la familia

Todos los niños, en especial los pequeños con TDAH, necesitan un ambiente familiar organizado y controlado. El primer paso consiste en analizar las principales debilidades y fortalezas de la familia, en aras de poder trazar un plan educativo acorde a las necesidades del niño. Debes prestar especial atención a la organización familiar en lo que respecta a los horarios y las actividades pues los niños con TDAH necesitan un ambiente muy estructurado. Asimismo, valora el clima familiar y las relaciones que se establecen entre los miembros, quizás necesitéis aplicar algunos cambios, sobre todo teniendo en cuenta que los adultos que viven con el niño son su principal modelo a seguir.

Consejos para educar a un niño con TDAH

3. Fomenta una buena comunicación familiar

Mantener una buena comunicación no solo es beneficioso para el niño sino para todos los miembros de la familia. Además, se trata de una excelente estrategia para enseñarle algunas habilidades sociales. De hecho, se conoce que cuando los niños con TDAH mantienen una comunicación fluida con sus padres y confían en ellos, tienen una autoestima más sana y podrán enfrentar los problemas con mayor seguridad. La clave radica en lograr que el niño se sienta escuchado y, sobre todo, comprendido.

4. Establece normas y límites claros

Seguir las normas es una de las asignaturas pendientes de la mayoría de los niños con TDAH. Por eso, debes comenzar a aplicarlas en casa. Lo importante es que establezcas reglas que sean comprensibles y que seas coherente en su aplicación. No se trata de convertirse en padres rígidos pero es fundamental que los niños comprendan que existe una serie de límites que no deben sobrepasar y que tienen ciertas responsabilidades ineludibles, ya sea en el seno de la familia o en la escuela.

5. Potencia su autonomía

El niño con TDAH debe aprender a controlar su comportamiento, por lo que es esencial que desarrolle cierto grado de autonomía y responsabilidad. Los primeros días pueden ser muy difíciles ya que es probable que olvide hacer los deberes u organizar su habitación pero si eres perseverante y le ayudas, poco a poco el niño irá ganando en autonomía y responsabilidad.

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