Salud

Consecuencias en la familia de un niño hiperactivo

La hiperactividad afecta también al entorno del niño

[mashshare icons=»1″]

Consecuencias hiperactividad infantil
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

En las últimas décadas el número de niños con hiperactividad ha crecido notablemente. De hecho, hoy se estima que alrededor del 3% de los niños de todo el mundo padece el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Esta alteración provoca daños en la estabilidad psicológica de los niños y en sus relaciones sociales, así como en su desarrollo emocional y cognitivo. Sin embargo, hoy también se conoce que los únicos afectados por la hiperactividad no son solo los niños, los padres y la familia en sentido general también están expuestos a sus efectos negativos.

De hecho, cuando se trata de hiperactividad, no importa cuántos libros hayas leído, la práctica siempre supera la teoría y resulta difícil que este problema no termine afectando la dinámica familiar. Las conductas disruptivas de los niños y la frustración de los padres suelen generar un clima familiar de tensión. Lo confirman los estudios científicos, en los cuales se ha podido apreciar que la presencia de un niño hiperactivo en el hogar incrementa el riesgo de que aparezcan problemas familiares y maritales, a la vez que afecta las relaciones entre padre e hijo y entre hermanos.

Asimismo, se ha encontrado que los niños hiperactivos aumentan el nivel de estrés en los padres y generan sentimientos de culpa de los hermanos. Estas consecuencias se agudizan cuando el niño no solo presenta hiperactividad sino también problemas de conducta y de aprendizaje.

La hiperactividad no solo afecta al niño sino también a los padres

Educar a un niño hiperactivo no es sencillo pues es difícil saber de antemano cómo reaccionará, un aspecto que incrementa el estrés de los padres, sobre todo cuando su hijo también tiene problemas de conducta en la escuela o con sus amigos.

De hecho, la gran mayoría de los padres de niños hiperactivos se sienten frustrados al pensar que han fallado en la educación de su hijo y que no son buenos padres. Tanto es así que en algunos estudios la hiperactividad se ha desvelado como un factor predictor de la depresión en las madres y del incremento del consumo de alcohol en los padres.

La hiperactividad infantil también repercute de manera negativa en la autoestima de los padres ya que estos se sienten responsables y culpables por la conducta y las dificultades de su hijo. Obviamente, estos sentimientos encontrados inciden negativamente en la comunicación y las relaciones afectivas que se establecen en el seno del hogar.

Familia niño hiperactivo

De hecho, el estrés y la irritabilidad que a menudo se respira en el ambiente pueden generar conflictos en la pareja, sobre todo cuando la mayoría de las conversaciones entre los padres versan sobre la hiperactividad del niño y critican la manera de manejarla de la otra persona. A la larga, la relación de pareja se resiente.

Niños hiperactivos y sus hermanos

La hiperactividad no solo afecta a los padres sino también a los hermanos. Los estudios más recientes han descubierto que 10 de cada 13 hermanos de niños hiperactivos sufren afectaciones. Una de las alteraciones más comunes es la victimización, es decir, convertirse en víctimas de la violencia física y de las agresiones verbales de los hermanos hiperactivos, así como de su comportamiento manipulador. De hecho, muchos hermanos de niños hiperactivos suelen sentirse desprotegidos por sus padres, quienes están demasiados cansados o abrumados como para intervenir en las discusiones de sus hijos.

Asimismo, es común que los hermanos se sientan estresados por la enorme responsabilidad que muchas veces tienen sobre sus hombros al tener que ayudar al niño hiperactivo con sus deberes escolares, recordarle la medicación, intervenir cuando han tenido un problema con los compañeros de colegio o simplemente cuidarlos cuando los padres están ocupados en otras actividades.

A menudo los hermanos también se sienten frustrados y enfadados porque perciben que son desplazados o rechazados por sus padres, quienes suelen centrar su atención en el niño hiperactivo. De hecho, muchos hermanos suelen describir la vida en el hogar como caótica y agotadora, por lo que a veces también se sienten culpables de que las cosas no marchen bien en casa.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *