Salud

Síntomas de la implantación embrionaria: Todo lo que debes saber

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Síntomas implantación embrionaria
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Si estás intentando concebir, es probable que escudriñes cada pequeño cambio que experimenta tu cuerpo en busca de esa señal reveladora. Si el deseo de ser madre te ha vuelto más impaciente, quizá no puedas esperar hasta que la menstruación desaparezca o a hacerte el test de embarazo. En ese caso, conocer los síntomas de la implantación podría darte algunas pistas sobre esa nueva vida que se está formando en tu interior.

¿Qué es exactamente la implantación? 

La implantación es el proceso mediante el cual el embrión, que tiene entre 6 o 7 días desde la fecundación, se adhiere al endometrio. Cuando los ovarios liberan un óvulo maduro, este es fertilizado en el tracto reproductivo, de manera que viaja al útero a través de las trompas de Falopio. La implantación se produce cuando el embrión comienza a “fusionarse” con el endometrio, que es el revestimiento del útero, lo cual marca el inicio del embarazo

Este proceso, también conocido como anidación embrionaria, ocurre de manera natural y generalmente no produce ningún tipo de dolor, aunque algunas mujeres pueden experimentar calambres y un sangrado ligero, que a menudo se confunden con los síntomas del síndrome premenstrual. No obstante, la implantación embrionaria también es el momento en que comienza a producirse la hormona beta-hCG, por lo que algunas mujeres comienzan a experimentar los primeros signos del embarazo.

Los dos síntomas principales de la implantación embrionaria

Sangrado de implantación 

El sangrado de implantación se produce cuando el óvulo fertilizado se adhiere al útero, irritando el endometrio. En este proceso se sintetiza una serie de enzimas que rompen la membrana basal del epitelio endometrial y facilitan la entrada del óvulo. Sin embargo, durante la penetración del óvulo se destruye parte del endometrio, lo cual causa un ligero sangrado vaginal.

Por lo general, la implantación dura de uno a tres días y suele coincidir con las fechas de la menstruación, por lo que es habitual que muchas mujeres piensen que el periodo se ha adelantado o es más leve. No obstante, a diferencia del sangrado menstrual temprano, que tiene un color rojo intenso, el sangrado de implantación suele ser de un tono rosa o marrón. Además, el flujo es más ligero y no aumenta progresivamente, como en el período normal. No obstante, todas las mujeres no experimentan este tipo de sangrado durante la implantación embrionaria.

Calambres de implantación 

Algunas mujeres pueden sufrir calambres o “pinchazos” durante la implantación, generalmente coincidiendo con el sangrado. Por lo general se experimentan en la parte inferior del abdomen o en la parte baja de la espalda. 

Todavía no se conoce a ciencia cierta por qué se producen y no son una señal inequívoca de la implantación embrionaria ya que también pueden estar causados por la medicación hormonal de los tratamientos de reproducción asistida, la punción folicular o incluso debido a simples molestias intestinales.

¿Signos de implantación o síntomas tempranos del embarazo? 

Algunas mujeres afirman que notan los signos de implantación, pero en realidad lo que están experimentando son los primeros síntomas del embarazo. En cualquier caso, estas señales tempranas te ayudarán a determinar si podrías estar embarazada:

Dolor en los senos

Después de la implantación, tus pechos pueden volverse muy sensibles al tacto, lo cual se debe al incremento del estrógeno, la progesterona y la hormona del embarazo beta-hCG. Generalmente esas molestias se experimentan una o dos semanas después de la concepción y serán más pronunciadas que el dolor que sientes normalmente durante el síndrome premenstrual. 

Oscurecimiento de las areolas 

Las hormonas del embarazo también provocan un cambio de coloración en algunas zonas del cuerpo. Cuando la melanina aumenta su actividad, la areola suele oscurecerse. En algunas mujeres ese cambio de pigmentación se produce al inicio del embarazo, pero otras lo experimentan más adelante. 

En este caso, además de oscurecerse la areola y el pezón, también se pigmenta un halo alrededor de la areola, el cual se conoce como areola de Dubois. Ese oscurecimiento de produce para que el bebé pueda encontrar el pecho materno con mayor facilidad ya que la vista de los recién nacidos no es muy buena y necesita contrastes fuertes.

Náuseas 

El sistema digestivo se ralentiza con el embarazo, por lo que algunas mujeres experimentan náuseas, estreñimiento e indigestión. La progesterona y las hormonas hCG también contribuyen a estos síntomas, al igual que un sentido del olfato más agudo, el cual puede intensificar los olores y provocar náuseas. No obstante, se debe aclarar que todavía faltan algunas semanas para que comiencen las típicas náuseas matutinas. 

implantación embrionaria

Fatiga 

El cansancio durante la gestación es un síntoma relativamente frecuente que puede aparecer en etapas tan tempranas como una semana después de la concepción. La explicación es sencilla: tu cuerpo se está preparando para tener un bebé, por lo que produce más progesterona, la hormona que ayuda a mantener el embarazo, además de aumentar el volumen total de sangre para poder proporcionar los nutrientes que el embrión necesita para crecer. Todo eso supone un esfuerzo añadido para tu organismo, de manera que es comprensible que te sientas más cansada de lo habitual.

Dolor de cabeza 

Si no eres propensa a los dolores de cabeza y has comenzado a sentirlos, es probable que sea una señal de implantación embrionaria. Ese dolor de cabeza se debe fundamentalmente al aumento del volumen sanguíneo y los cambios hormonales. El incremento de los niveles de estrógeno y progesterona que se producen durante el embarazo provocan una congestión sanguínea, que genera ese dolor de cabeza.

Este tipo de cefalea puede presentarse como un dolor localizado en la parte anterior de la cabeza, abarcar toda la frente o concentrase en la nuca. Otras mujeres lo experimentan como una sensación de rigidez u opresión en la cabeza, que puede extenderse a la zona cervical.

Sabor metálico en la boca

Debido al aumento de los niveles de estrógeno, una hormona que también influye en el gusto, las mujeres embarazadas pueden percibir un sabor metálico o agrio en boca, el cual suele ser persistente y bastante desagradable. Este fenómeno se denomina disgeusia y suele ser una de las primeras señales del embarazo.

También es normal que aumente el tamaño de las papilas gustativas, razón por la cual las embarazadas suelen ser más sensibles a los sabores de los alimentos. De hecho, no es raro que las embarazadas experimenten un cambio en sus preferencias e incluso sientan aversión por sus comidas favoritas.

Otros síntomas tempranos del embarazo son la hinchazón, bastante similar a la que se experimenta durante el síndrome premenstrual, así como el estreñimiento. Algunas mujeres también sufren cambios de humor inexplicables. En cualquier caso, lo mejor para salir de dudas es esperar un poco y realizarte un test de embarazo.

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