Educación, Salud

Medicamentos para la hiperactividad infantil

Conoce los tipos de medicamentos para la hiperactividad en niños

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Medicamentos hiperactividad
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La terapia farmacológica es una de las primeras opciones para tratar la hiperactividad infantil, sobre todo en los casos más graves. Es cierto que no es la única alternativa pero su eficacia a corto plazo para aminorar la intensidad de los síntomas la convierte en una excelente alternativa. De hecho, el Texas Children´s Medication Projects y la American Academy of Pediatrics recomiendan recurrir a los medicamentos para tratar este trastorno y sugieren en especial el uso del metilfenidato, un psicofármaco de acción estimulante. 

Obviamente, este no es el único medicamento que se puede usar para tratar la hiperactividad, también se utiliza la atomoxetina, que pertenece al grupo de los fármacos no estimulantes y que resulta muy útil cuando la hiperactividad aparece asociada a la ansiedad o los tics. Asimismo, existen otras alternativas que han demostrado su eficacia para casos específicos, como las anfetaminas, los antidepresivos tricíclicos, el bupropión, la reboxetina y los a-agonistas.

La elección del medicamentos más apropiado para la hiperactividad infantil depende de múltiples factores, desde la intensidad del trastorno hasta las condiciones del entorno del niño. Por eso, la decisión de utilizar uno u otro tratamiento farmacológico no depende exclusivamente del psiquiatra sino que se debe tomar junto a los padres.

Los tipos de medicamentos para la hiperactividad infantil

Actualmente los fármacos más efectivos para tratar la hiperactividad en los niños son los de acción estimulante, en especial el metilfenidato. Sus efectos han sido comprobados científicamente y lo mejor de todo es que la adherencia al tratamiento es muy buena.

En este sentido, se debe aclarar que en realidad los medicamentos estimulantes no tienen un efecto excitante en los niños sino todo lo contrario, ejercen un efecto calmante. Estos fármacos actúan inhibiendo la recaptación de dopamina, un neurotrasmisor del sistema nervioso que está relacionado con los comportamientos hiperactivos. De esta manera, logran aminorar los síntomas en muy poco tiempo.

No obstante, el metilfenidato no es el único fármaco para tratar la hiperactividad infantil, existen diferentes opciones:

1. Estimulante de liberación inmediata

Están disponibles en España desde 1981 y tienen un efecto de acción corto; es decir, su vida media en el organismo es de aproximadamente entre 2 y 4 horas. De esta manera, deben ser administrados en 3 dosis al día, lo cual implica planificar cada toma para adecuarla al horario habitual del niño.

A menudo esto se convierte en un problema ya que los niños deben tomar el medicamento mientras están en el colegio. Así, lo más usual es que terminen olvidándolo o que no quieran hacerlo por miedo a que sus compañeros le vean y terminen estigmatizándolo. De esta forma, el hecho de tener que tomar tantas dosis, es un factor que juega en contra de la adherencia terapéutica.

Medicamentos hiperactividad

2. Estimulante de liberación intermedia

Este tipo de medicamento consta de un 50% de metilfenidato de acción corta y otro 50% de metilfenidato de acción intermedia. ¿Qué significa esto? Significa que tras la ingesta del fármaco, un 50% comienza a hacer efecto rápidamente (alrededor de media hora); mientras que el otro 50% tarda un poco más en liberarse y se mantiene hasta cerca de 7 horas en el cuerpo luego de la administración. Evidentemente, el fármaco de acción intermedia resulta mucho más cómodo para los niños hiperactivos porque a menudo bastan 1 o 2 tomas al día para lograr los efectos deseados.

3. Estimulante de liberación prolongada

Comercializados desde el 2004, los fármacos de liberación prolongada tienen un mecanismo de acción mucho más complejo que los otros estimulantes. Su estructura permite la liberación gradual y paulatina, a lo largo de 8 a 12 horas, con una toma única en la mañana.

La mayoría de los expertos consideran que se trata de la mejor opción porque no demanda que el niño recuerde la medicación sino que les permite a los padres supervisar la dosis durante la mañana. De esta forma, la adherencia terapéutica es mayor y los resultados son mejores.

Como punto final, se debe aclarar que los medicamentos que funcionan para un niño pueden ser ineficaces para otro. De hecho, no es inusual que a medida que crezca, se cambie el medicamento. Hay fármacos, como el Adderall, la Dexedrine y el Dextrostat, que se pueden suministrar a partir de los 3 años, mientras que otros, como el Desoxyn, el Focalin y el Ritalin, están indicados solo a partir de los 6 años.

Nota importante: La información que has podido leer en este artículo es orientativa por lo que antes de utilizar cualquier tipo de medicamento deberás acudir siempre a tu médico para que te informe de forma exacta dependiendo de tu caso particular. Esta información en ningún caso debe ser tomado como orientación médica.

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