Plan para introducir nuevos alimentos en la dieta del bebé
La alimentación del bebé debe ser progresiva
Referencias científicas
Este artículo tiene referencias científicas citadas más abajo
La leche materna le aporta al bebé todos los nutrientes que necesita durante sus primeros meses de vida. Sin embargo, a medida que el pequeño crece sus necesidades nutricionales aumentan y es preciso complementar su alimentación con nuevos alimentos. De hecho, la Asociación Española de Pediatría recomienda introducir alimentos sólidos a partir de los 6 meses de edad, una etapa en la que el bebé ya está preparado para digerir otro tipo de comidas.
Introducir los alimentos sólidos en la dieta del bebé es un proceso que lleva tiempo. Es importante comenzar de forma paulatina con los alimentos de sabor más suave para que el paladar se vaya adaptando y el estómago desarrolle las enzimas necesarias para digerirlos.
¿Cómo insertar los alimentos sólidos en la dieta infantil?
1. Cereales
A partir de los 6 meses tu bebé podrá empezar a consumir cereales, preferentemente libres de gluten para evitar intolerancias. Lo ideal es prepararlos con leche, haciendo una especie de papilla para que pueda digerirlos mejor. En el mercado existen muchísimas opciones de cereales para bebés que puedes comprar ya preparados, pero si prefieres apostar por una versión más natural puedes comprar cereales, como la avena, el trigo o el centeno, y triturarlos en casa añadiendo la leche.
2. Frutas y verduras
Las frutas y verduras son uno de los primeros alimentos que se introducen en la dieta del bebé, a partir de los 6 meses, ya que además de ser 100% naturales, brindan una amplia gama de sabores para que el paladar se vaya acostumbrando. La clave consiste en comenzar por frutas maduras y ricas en agua ya que suelen ser más fáciles de digerir, como la banana, la pera y el melón, y apostar por verduras que puedas cocinar al vapor como el calabacín, la berenjena y el brócoli. De esta manera las verduras no perderán sus propiedades y el pequeño podrá digerirlas con más facilidad.
3. Carnes
Alrededor de los 8 meses de edad, el estómago del bebé habrá desarrollado las enzimas necesarias para digerir la carne. No obstante, conviene comenzar por carnes suaves y fáciles de digerir, como el pavo, pollo y conejo, ya que a esta edad todavía no se ha completado el proceso de dentición. Más adelante puedes introducir las carnes rojas, como la ternera, y por último, el pescado, primero el pescado blanco y luego el azul, ya que además de tener un sabor muy fuerte, resulta más difícil de digerir.
4. Yogurt, quesos y huevos
Entre los 7 y 8 meses, el bebé está preparado para empezar a consumir yogurt y quesos. Su estómago ya cuenta con las enzimas para procesar la leche de vaca, por lo que podrá digerir los lácteos sin dificultad. Sin embargo, para introducir los huevos en su dieta tendrás que esperar hasta alrededor de los 9 meses, empezando por la yema bien cocida y luego podrás darle todo el huevo, lo mismo en papillas que solo.
5. Legumbres
Las legumbres son uno de los últimos alimentos que debes introducir en la dieta infantil ya que suelen ser muy pesadas de digerir, sobre todo cuando se consumen con la piel. Por eso, al menos al inicio, debes utilizar legumbres peladas y asegurarte de que las cocinas bien. Lo ideal es que las introduzcas en la alimentación del bebé a partir de los 10 o 12 meses, y en forma de papilla, para evitar el riesgo de atragantamiento y facilitarle la digestión, evitando los molestos gases.
Un detalle importante a la hora de incluir nuevos alimentos en la dieta del bebé consiste en introducir una comida a la vez, dejando pasar un intervalo de entre 3 y 5 días para poder detectar la aparición de posibles alergias o intolerancias alimentarias.
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